En un reportaje realizado por ADN.cl, fue revelada una abultada deuda que tiene la Municipalidad de Santiago.
La publicación comienza con ese día de julio de 2022 en el que Francisco Ponce empezó el procedimiento judicial por cobro de facturas en contra de la municipalidad de Santiago, se le debían $98.125.819. Había pasado más de un año desde que había comenzado las mejoras en dos colegios administrados por la Dirección de Educación (DEM) local: en enero de 2021 comenzó a intervenir el colegio República de México y la Escuela de Sordos Santiago Apóstol.
Municipalidad de Santiago
Había hablado con Mariana*, una vieja conocida suya a la que había recomendado para otro trabajo, también en la comuna, pero en un colegio con otra connotación: el Instituto Nacional. Y la propia Mariana, en una jornada de febrero de 2023, ya dos años después de hecha la normalización eléctrica de la que participó, recordó el origen todo:
“Mariana, te cuento —dijo que escuchó que le decía Ponce al otro lado del celular—: hay un proyecto en la municipalidad de Santiago que quieren hacer, pero quieren ver la parte eléctrica no más, no de construcción. Lo único que están pidiendo es sacar los TE1 de la parte eléctrica”.
El TE1 es un certificado de la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) que indica que una instalación eléctrica es segura y cumple con la normativa. Los electricistas certificados están registrados en la propia SEC. Sin ello, el riesgo a descargas eléctricas que corren los más de tres mil alumnos del Instituo Nacional era mayor. Y urgía implementarlo por otra razón: una fuente que en ese entonces fue testigo y partícipe del proceso desde adentro de la DEM explicó a ADN que era por la integración de estudiantes mujeres al insigne colegio, un procedimiento que la pandemia postergó.
Deuda
En esos años en los que poco se sabía del covid-19, cuando Mariana recibió el llamado, esta clase de oportunidades debían tomarse rápido en los contratistas. Las condiciones sanitarias sobre un virus poco conocido no daban espacio para el error. Pero para ella, tenía otro trasfondo: esa misma tarde de febrero en la que recordaba cómo comenzó todo, lo explicó:
“Este proyecto no lo pesqué para hacerme rica; mi principal objetivo era que yo no puedo ser madre, yo solo puedo ser madre con tratamiento. Lo único que quería eran $6 millones para hacerme el tratamiento. Nada más. O sea, lo que yo quería”.
En abril de 2023, aún la municipalidad le adeuda un millonario monto a Ponce. Y en el caso de Mariana, según explicaron, ya está saldado. Pero para ella no, y siguiendo la ruta del dinero, hay un camino gris.
Francisco Ponce asegura que este arrastre de deudas es mayor, que él ha escuchado a al menos otras cinco pequeñas empresas en similares condiciones, información que la municipalidad declinó transparentar a ADN.
En el enmarañado sistema burocrático de pagos hubo presiones, quizás de contexto: un inminente y radical cambio de quien timoneaba la municipalidad y después, de quien manejaba el país.
Revisa el reportaje completo en ADN.cl.