Lo simple y lo complejo siempre serán una discusión densa en el mundo del rock. Durante décadas el género ha tenido la reputación de contar con una supuesta complejidad mayor respecto a otros tipos de música. Sin embargo, para Nuno Bettencourt, la realidad es que el rock es más simple de lo imaginable.
Nuno Bettencourt: la magia de hacer complejo lo simple
«A todo el mundo le gusta pensar que los grupos de rock somos tan complejos y tan intelectuales», dijo. «Lo siento, al fin y al cabo estamos escribiendo malditas canciones infantiles para adultos. Eso es lo que hacemos. Y todos las cantamos, todas son himnos. ¿Cuál es la diferencia entre ‘Las ruedas del autobús giran y giran´y ‘¡Oh-woah-oh!’? Es todo lo mismo. Pero las letras y las melodías son un poco más para adultos».
Así, para Nuno la genialidad está cuando un músico logra imprimirle complejidad a aquella simpleza. Y en dicho sentido, si hay una banda que para el mismo Bettencourt sirve como ejemplo, esa es Radiohead.
«Radiohead lo hace en una forma malditamente artística. Están cantando estas cosas, con zumbidos y no es nada complejo, no es jazz. Pero hay algunas letras, algunas melodías, armonías raras, producción y lo llamamos alternativo, porque es un poco más inteligente. Lo entiendo», comenta Bettencourt. «Pero al fin y al cabo, odian ‘Creep’. Sin embargo, esa canción cambió mi vida porque era el epítome de la simpleza. Su letra me voló la cabeza y me cambió la vida».
Con 56 años de edad, el guitarrista aprendió hace bastante esta lección. Una de las anécdotas que le narra a Music Radar se trata de cómo casi «llora» de la risa cuando un youtuber encontró en la guitarra de «Rise» de Extreme una similitud a una canción de la cantante pop Kesha.
«¡Me caí del asiento! Le acertó. Es exactamente lo que es. No es que lo sacara de ahí, pero es un maldito enganche de Kesha. No lo podía creer. Es pop, amigo», narra.