Del argumento de la obra, sus detalles e invitación a profundizar en las relaciones de pareja, conversamos en Palabras Sacan Palabras con el director de la obra, Rodrigo Bastidas, quien tendrá por último fin de semana en cartelera en el Teatro Municipal de Las Condes de la obra “No me dejes hablando solo”. Una historia que arrasa a tablero vuelto y que cuenta con un gran elenco entre quienes destacan Jaime Vadell, Coca Guasini y Héctor Noguera.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajo?
Para mí esto es un sueño. Trabajar con Jaime Vadell y con Héctor “Tito” Noguera, son personas que te marcan. La Coca Guazzini hace un personaje precioso, porque es esta mujer que de alguna manera ha estado siguiendo al marido por 50 años sin rencor, sin sacarle la cuenta en nada. Eso es muy bonito. Cuando él le dice “nos vamos a Antofagasta”, ella lo sigue sin preguntar.
¿Cuánto tiene que ver con los temas de lo mal dicho masculino y femenino con esta obra?
Creo que lo que más rescata la gente es lo emocional. El público se ríe mucho y todos se van llorando. La gente se identifica más allá de que estos personajes son mayores de 70 años. El tema de la postergación, de la mujer que todavía sigue siendo la dueña de casa después de tanto tiempo y siguiendo al marido. Hoy es distinto. Un cabro que gana un máster en España, la pareja lo sigue porque las parejas de hoy en día lo piensan diferente. No se proyectan mucho con la persona que tienen al lado, no quieren tener hijos.
Hablemos de algo que va más allá de la obra. Los actorazos que están ahí.
Apareció una crítica con mucho halago que decía que esto era como haber juntado a Robert De Niro con Al Pacino. Ver una obra de teatro donde actúen Jaime Vadell y Tito Noguera yo creo que va a ser irrepetible.
¿Cómo es manejar esos dos egos?
No te explico lo fácil que ha sido dirigirlos. Cero ego del punto de vista del trabajo. Jaime ha sido como mi papá, me formó. Tito Noguera fue profesor mío. Se manejaron como personas muy aportadoras. Me enriqueció mucho trabajar con ellos por los comentarios que hacían, nunca se pusieron por sobre la obra. Les gustó mucho la obra.
¿Qué tanto se revisó el texto cuando se los pasaste a Jaime y Héctor?
Se lo pasé a Jaime primero y me dijo “está maravilloso, nada que decirte”. Me sorprendió y me dijo que estaba llegar y hacer. Hice lo mismo con la Coca y con el Tito y tuve la misma respuesta. Ayudó mucho tener un texto que te respalda como autor. Cuando tienes una obra que no es tuya puedes hasta ser un poco irreverente, pero en este caso se produjo un trabajo más colectivo.
¿Esta obra la hiciste para Jaime Vadell?
Sí, la hice para Jaime y claro, para Tomás Vidiella. Les gustó mucho el texto. Que no parezca que Tomás es mejor actor que Tito. Con Tomás fui muy amigo durante toda su vida, hicimos “Viejos de Mierda”. La muerte de Tomás la sentí mucho, he soñado como cuatro veces con él. Lo echo mucho de menos. Teníamos almuerzos mensuales con Jaime y Tomás y era como un rito. Ese trío para mí era una cosa impagable.
¿Cuánto dura la obra?
Una hora 40 minutos. Creo que este es el papel que Jaime Vadell se ha tomado más en serio profesionalmente hablando. Él es brillante, nadie le ha exigido tanto a Vadell, nunca. Ni en el teatro, ni en televisión, ni yo mismo. Él se exigió, estudia el texto todos los días, está al otro costado de los otros actores concentrado.
¿Cuánto dura ese proceso?
Vive para esta obra. Se lo lleva a su casa y estudia en su casa. En la primera pasada con público se equivocó varias veces. Nosotros discutíamos nerviosos y él estaba sentado, concentrado en estudiar el texto y me decía que estuviera tranquilo, que todo iba a salir bien. Es un viejo maravilloso. El otro día fui a su camarín y me dijo “tengo que agradecerte esto, porque esto para un actor es algo impagable”. Que te aplaudan 800 personas en un teatro lleno para un actor es especial. Yo escribí “La Ley de Baltazar” y estoy contento, pero no es lo mismo. Lo del teatro es electrizante.
¿Para cuándo hay entradas?
Ya se agotaron todas las fechas del Teatro Municipal de Las Condes. Pero vamos a ir al San Ginés para hacer una temporada, ojalá larga. Hay que disfrutar a estos monstruos del teatro. El lunes, además, estrenamos una película que se llama “Un loco matrimonio en cuarentena”. Es la última película de Tomás Vidiella. Con Jaime son dos presos de Punta Peuco. Es una película con un gran elenco.
¿Volverá “Viejos de mierda”?
No, sin Tomás no me parece correcto. Si me lo ofrecieran diría que no, porque a Tomás no lo reemplazo.