Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Rodrigo Espinoza, analista político de la Universidad Diego Portales.
A pocos días de la elección de este domingo, la seguridad pública se sigue tomando la agenda. De hecho, el Laboratorio Constitucional y la Plataforma de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, junto con Feedback Research, presentaron los resultados del módulo sobre seguridad pública e inmigración en Chile. En el sondeo, un 58% menciona la situación de la delincuencia, seguido muy abajo por la situación económica del país (24%), y la situación de los inmigrantes (13%). La preocupación por la delincuencia es mayor entre mujeres (65%), personas mayores de 60 años (68%), de tendencias políticas de centroderecha (74%), nivel socioeconómico alto (69%) y personas de la región de Valparaíso (65%).
¿Qué opinión tienen de los elementos centrales que marcan esta elección?
“El principal elemento es el desánimo en general y la preocupación por temas que se alejan de la discusión constitucional. Lo que hemos visto en el último tiempo es que el tema constitucional de fondo ha ido perdiendo fuerza, lo que es bastante sintomático de las elecciones y las franjas que tenemos actualmente, con una oferta política que no se condice mucho con lo que es escribir una nueva constitución y permitiendo también el desarrollo de partidos más extremos”, señala Rodrigo Espinoza.
¿Cuáles fueron los hallazgos de la encuesta?
“Se mostró que hay un menor interés por informarse del proceso constituyente respecto al primer proceso. En este nuevo proceso hay un ánimo agotado por parte de la opinión pública y una profunda desconfianza. El consejo electo va a tener el enorme desafío de dar vuelta las cifras porque, si la elección del plebiscito de salida fuese mañana, el rechazo parte con bastante ventaja”, indica el analista político.
¿Cuál es la base para votar rechazo de algo que aún no existe?
“Al no haber una propuesta de fondo, cerrada y aprobada y que se presente a la ciudadanía, lo que se rechaza se puede interpretar de dos maneras: Como los retazos del proceso anterior y la mirada con desconfianza de un proceso donde los partidos políticos tradicionales tienen más control, con menos espacio para organizaciones y movimientos sociales. Se trata de un proceso constituyente que se originó por un acuerdo parlamentario y eso genera la desconfianza de la opinión pública que ya tenía en mala imagen a los partidos políticos”, asegura Rodrigo Espinoza.
¿De qué manera se va a interpretar el voto? ¿Tiene impacto en otros ámbitos de la agenda política?
“Esta elección va a ser interpretada como un juicio hacia lo que ha sido el desempeño del gobierno. Los primeros pasajes de la franja asumieron una postura crítica al gobierno por parte de la oposición. El otro tema que es no menor es el resultado. El Partido de la Gente y el Partido Republicano tienen las fichas puestas pensando en una futura elección parlamentaria y presidencial. Es el mismo distritaje que el Senado y son prácticamente las mismas reglas así que esto va a ser un test de fuerza para los partidos emergentes. Si el Partido de la Gente y Republicanos obtienen un buen resultado, puede que Chile Vamos decida pactar con esos sectores en vez de los sectores más de centro. Podría ser un potencial récord de votos nulos y blancos y también hay que prender las alarmas sobre esto”, afirma el analista político.
¿Qué puede hacer la ciudadanía frente a esta situación?
“Una cuestión importante es que la ciudadanía ojalá asuma los costos de informarse. Yo creo que los énfasis están en intentar meterse en los contenidos, aunque haya poca información por parte de los partidos políticos que compiten. Informarse más allá de las franjas y de los medios de comunicación. En un plebiscito es distinto porque la expectativa es más alta. En una elección de representantes es distinto porque son muchas más las cartas en juego, así que el costo de informarse es mucho mayor. La democracia, así como implica derechos también implica deberes y el voto informado es lo que se espera dentro de toda democracia saludable. En la experiencia comparada es normal ver que los candidatos propongan cosas que van más allá de lo que pueden hacer”, plantea.
¿Qué se podría entender como una derrota significativa para el gobierno en estas elecciones?
“Una derrota significativa lo vamos a entender como que el bloque oficialista no alcance a tener el mínimo de 21 consejeros, que es el número mágico. Un resultado bajo este número pone en duda la capacidad del poder de veto del oficialismo y permitiría a sectores de oposición pactar consigo misma para definir el proceso. Hay que tomar en consideración que la competencia son las mismas reglas del Senado, así que es muy difícil que un solo bloque logre una mayoría tan absoluta y existe una competencia interna entre la derecha más tradicional de Chile Seguro y la más radical con el Partido Republicano. La derecha tampoco lo va a tener tan fácil por esta competencia”, concluye en Palabra Que Es Noticia el analista político de la UDP Rodrigo Espinoza.