Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el economista de la Universidad Andrés Bello, Alejandro Urzúa.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, valoró el informe del INE sobre el IPC del mes de abril que se elevó a un 0.3 por ciento mensual, dejando el índice en 9.9 puntos porcentuales en 12 meses. Esto porque para el titular de las arcas fiscales, se trata de una tendencia a la baja que va en la línea de lo planteado por las propias autoridades económicas del Gobierno.
¿Compartes el optimismo del ministro Marcel?
“Vamos a llegar a una UF que va a sobrepasar los 36.000 pesos, pero tenemos una inflación que empieza a dar señales claras de una desaceleración inflacionaria que impactará positivamente el bolsillo de los chilenos”, señala Alejandro Urzúa.
¿Es correcta la predicción del ministro?
“Hay proyecciones que esperan que la inflación acumulada de este año bordee el 4%. Creo que es una visión optimista, debería acercarse más al 5%. Hemos visto el tipo de cambio que se ha ido posicionado entre los 780 y los 820 pesos en los últimos peses. Dejamos de importar presión inflacionaria por tipo de cambio. Si antes comprábamos un producto que costaba 1 dólar en 900 pesos, ahora lo cambio a 800 pesos. Dejo de indexar esa inflación solamente porque estoy comprando productos importados más caros, sobre todo cuando tenemos más del 70% de los productos que se calculan en la canasta del IPC indexados en dólares. Este incremento negativo se ha ido borrando”, indica el economista.
“El barril de WTI que usamos para calcular el valor del petróleo en nuestro país también ha ido a la baja de forma sistemática. Esa presión que también empieza a repercutir en otras variables se ha mantenido acotada. Tenemos buenos indicadores en esos aspectos. También los alimentos han tenido una disminución a nivel mundial, aunque con menos fuerza de la que esperábamos. La presión inflacionaria que estábamos viviendo en el mundo por los efectos de la pandemia, por la reactivación de las cadenas productivas y lamentablemente por acostumbrarnos a la realidad de la guerra de Ucrania y Rusia, hacen que tengamos una baja sistemática de la inflación”, afirma Alejandro Urzúa.
El ministro ha sido reiterativo en decir que se han hecho análisis catastrofistas respecto de la situación económica en Chile, ¿Compartes ese criterio?
“Yo tenía un profesor de doctorado que decía que lo bueno de los números es que uno los extorsiona hasta que hablen a su favor. Hemos tenido una economía más resiliente, pero tenemos un índice de actividad económica con una contracción aguda y una alta tasa de desempleo. Ha sido menos profundo, pero estamos en un año que va a tener un crecimiento casi nulo. Hemos estado avanzando en ciertos elementos que nos están afectando en el rendimiento”, asegura el economista.
“La incertidumbre es lo que afecta fuertemente el escenario económico, con reformas de pensiones y tributaria y un proceso constituyente. Los inversionistas se empiezan a alejar, posponiendo la inversión hasta no tener claro cuáles son las nuevas reglas del juego y las certezas que pueden tener sus negocios. Mientras no seamos capaces de dilucidar estos temas, el crecimiento económico se verá afectado tanto en la calidad como en la cantidad de empleo, que a su vez afecta en el bienestar social. Las entidades gubernamentales ya se están poniendo en línea para dilucidar estos elementos que son necesarios”, asevera Alejandro Urzúa
¿Crees que también pasa esto con el actual proceso constitucional?
“El mercado estaba diagnosticando un triunfo de una mirada menos extremista de los procesos del mercado. Yo creo que el proceso eleccionario va a afectar positivamente este desempeño y va a generar cierta tranquilidad en los mercados”, apunta el economista.
¿Cuándo el inversionista decide seguir invirtiendo pese a las cuestiones internas del país?
“Es legítimo discutir temas internos y transformar a Chile con una nueva carta fundamental. Las 40 horas, si lo vemos desde la persona contratante, se traduce en un impuesto al trabajo, porque se encarece la mano de obra. Lo mismo pasa con la reforma de pensiones y el cargo al empleador. De alguna forma el empleador tiene que ir normalizando esto a través de reajustes salariales”, plantea Alejandro Urzúa.
“Hay varios elementos que se tienen que ir dilucidando y hay una franca predisposición de todos para darles solución. Esto se normalizará cuando estemos cerca de la recta final de estos procesos, donde veremos momentos de reactivación económica más profunda. Vimos ayer que empresas relacionadas con derechos acuíferos en Chile tuvieron un buen desempeño en la bolsa chilena a raíz de las elecciones”, complementa el economista de la Universidad Andrés Bello.
Parece desprenderse de eso que cuando gana la derecha gana la economía.
“No es mi intención esa interpretación, al contrario. Lo que estoy diciendo es que hay ciertas sensibilidades de ciertas áreas. La bolsa es sumamente histriónica y sobrereacciona con elementos como si fuera el fin del mundo o la mejor noticia posible dependiendo de cada proceso. Estas sensaciones y este balance de certezas e incertezas también afectan la valoración de las empresas y sus rendimientos, independiente del sector político. Lo importante es que tenemos que ir encausando estos procesos para reducir la incertidumbre y generar la reactivación política. La inversión necesita saber cuánto va a ser la raya para la suma para decidir si invertir o no. El inversionista que está entre invertir en Chile o en otro país Latinoamericano con las reglas más clara puede decantarse por esa certeza”, concluye en Palabra Que Es Noticia Alejandro Urzúa.