El embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, provocó varias reacciones en redes sociales recientemente. Esto, tras acusar la moral contradictoria de Roger Waters, luego de verlo vestido de nazi en un show del músico en Alemania el pasado 17 de mayo.
“La última gracia de Roger Waters: en su concierto de ayer en Berlín se vistió de nazi. Así es, se puso el uniforme de las SS”, comentó el diplomático en su cuenta de Twitter.
La última "gracia" de Roger Waters: en su concierto de ayer en Berlín se vistió de nazi. Así es, se puso el uniforme de las SS.
Su estándar moral es más que dudoso, pues apoya tmbn la invasión rusa a Ucrania y defiende la "democracia" de Venezuela entre otras dictaduras.
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— Gil Artzyeli (@Gil_Artzyeli) May 24, 2023
Artzyeli acusó además que “su estándar moral es más que dudoso, pues apoya también la invasión rusa a Ucrania y defiende la “democracia” de Venezuela entre otras dictaduras”.
“En noviembre hará dos conciertos en Chile, una excelente oportunidad para que antisemitas, neonazis, pro invasión de Ucrania, chavistas y totalitarios de todo tipo vayan a verlo y se sientan a gusto”, indicó.
Las críticas eventualmente fueron recibidas por el embajador. Así que se volvió a referir al tema más tarde para intentar aclarar sus dichos.
“Conozco The Wall, pero vestirse de nazi no es un tema de ropa, sino de su identidad. Utilizar cerdos pintados con una estrella de David es puro antisemitismo, sea parte de The Wall o no“.
Poniendo sobre la mesa que en el mismo concierto «Waters usó la figura de Ana Frank para promover el odio hacia Israel, y no es la primera vez que lo hace”.
El arte político de Roger Waters
Como es de conocimiento público, Roger Waters siempre ha tenido una propuesta política sobre el escenario. Tanto solista como con Pink Floyd, donde involucró temáticas que van más allá de la música.
En el caso de The Wall, el disco es una especie de biografía de Waters, donde a través de un pseudónimo (Pink) muestra las vivencias y traumas de un cantante famoso, quien se ve envuelto en una espiral de locura al enfrentarse a la fama, drogas y expectativas sobre sí mismo, detalla ADN.
La muerte de su padre en la Segunda Guerra Mundial, marcó profundamente al cantante. Así que Waters incluyó al totalitarismo como un antagonista permanente en su carrera.