El GP de Emilia Romagna se canceló por el temporal que azota la región y la previsión de lluvias para los próximos días.
Así lo anunció la Fórmula 1 unos minutos después de que el vicepresidente del Gobierno italiano y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, considerara hoy miércoles que, ante la emergencia climática que vive la zona, era “oportuno” aplazar el gran premio previsto en el circuito de Imola este mismo fin de semana. El objetivo es centrar la atención en las tareas de rescate. La declaración de Salvini llega después de que este martes, las lluvias torrenciales que azotan buena parte de Italia obligaran a evacuar el circuito.
«La comunidad de la F1 piensa en las personas afectadas por el temporal en la región de Emilia Romagna. También queremos poner de relieve y agradecer el trabajo de los servicios de emergencia que hacen todo lo posible para ayudar a aquello que lo necesitan», dicen en un comunicado oficial.
También se explica que la decisión de cancelar el evento responde a la imposibilidad de velar por la seguridad de los seguidores, los equipos y el personal de la competición. “Es lo correcto y lo más responsable. No estaría bien poner más presión sobre las autoridades locales y los servicios de emergencia en unos momentos tan difíciles”, apunta la gente de Liberty Media.
GP de Italia cancelado
Las autoridades italianas, a través de su departamento de Protección Civil, mandaron el lunes una alerta roja a la población ante las posibles inundaciones que se prevén a lo largo de los próximos días en la zona de Emilia Romagna. El Gobierno decretó el cierre de las escuelas de la provincia. Una que hace solo unas semanas ya fue castigada con un violento temporal que provocó el desborde de varios ríos y dejó varios fallecidos. Y también se ha interrumpido el transporte ferroviario. Salvamento ha tenido que rescatar a varias personas en Riccione y Rimini, dos localidades de la Costa Adriática. Y también se han realizado intervenciones en Faenza, Cesena y Forlì.
Ayer martes por la tarde, el personal de las escuderías de la F1 ya había llegado. En su gran mayoría camioneros, mecánicos y gente vinculada a las divisiones de hospitalidad. Todos recibieron la orden de evacuar el paddock. Las previsiones estiman para las próximas horas cantidades de hasta 150 milímetros de lluvia, y tampoco se descarta la posibilidad de que el río Santerno, adyacente a la pista, pudiera colapsar, circunstancia que se ha valorado también para tomar la decisión final de cancelar la carrera por mucho que las perspectivas meteorológicas fueran algo mejores a partir del jueves.
¿Se reagendará?
La esperanza, es “que la carrera se pueda recuperar más adelante”, explicaban las fuentes del Ministerio de Infraestructuras. Estas daban por hecho que “los aficionados de la Fórmula Uno entenderán y compartirán esta elección”. El objetivo de Salvini este miércoles a mediodía pasaba por “concentrar todos los esfuerzos para hacer frente a la emergencia, evitando también sobrecargas de tráfico en una zona muy afectada”. Esa era la prioridad y así lo ha asumido la F1, consigna El País.