La noche de este domingo que pasó parte del mundo seriéfilo se paralizó con el final de Succession. La producción de HBO se transformó en todo un fenómeno de las series de televisión y ayer tras cinco años en pantalla, emitió episodio final que dejó sin respiración a muchos de los espectadores.
Sin emhargo, el debate sobre cómo terminó todo no se hizo esperar, con discusiones que seguramente se alargarán durante varios días.
¿Cómo terminó Succession para los Roy?
Tal como vimos en el episodio final de larga duración, inevitablemente las cosas acabaron de forma trágica para los hermanos Roy.
Pese a que en un momento lograron aliarse para quedarse a la cabeza de Waystar, la autodestrucción llegó luego de que «Shiv» (Sarah Snook) decidiera cambiar el voto decisivo que le daba el poder de la empresa a Kendall (Jeremy Strong). Para que finalmente quedara en manos de Lukas Matsson (Alexander Skarsgard), quien nombró a nada más y nada menos que a Tom Wambsgans (Matthew Macfadyen) como CEO.
De esta manera, tanto «Ken», como «Shiv» y Roman se quedaron con las manos vacías. Al menos en un primer analisis, porque en realidad los tres terminaron en escenarios bastante diferentes.
La tregedia de Kendall Roy
Kendall a simple vista parece ser el principal perdedor, ya que no pudo conseguir por lo que lucho durante las cuatro temporadas de la serie. Es decir, ser el sucesor, prácticamente su único propósito de vida desde que Logan se lo prometio a los siete años, tal como contó «Ken» en el mismo episodio.
Sobre esto, Jesse Armstrong, el creador de Succession menciona en conversación con Max que aquello «nunca dejará de ser el evento central de su vida». Agregando que «podría iniciar su propia compañía. Pero hay pocas posibilidades de lograr el estatus de su padre».
Algo que confirma el propio Jeremy Strong, quien mencionó que para Ken «no hay vuelta atrás después de esto». Es más, indicó que en una de las tomas de la escena Strong, en su papel de Kendall, se acercó a la baranda, la escaló, pero el actor que hace de Collin (el guardaespaldas) corrió y evito que lo hiciera.
Shiv amarrada para siempre
Sin embargo, Siobhan tampoco tiene nada de que alegrarse. Muchos la ponen como la triunfadora del episodio, ya que tiene a su marido en la silla que algún día ocupó su padre, y aseguró así de alguna manera el futuro de su hijo. Pero lo cierto es que no hizo más que convertirse en su madre.
«Todavía está en juego, en un lugar aterrador y congelada emocionalmente. No ganó ni fue derrotada. Habrá algo de movimiento, hay mucho en juego. Pero será difícil avanzar para ellos, emocionalmente», afirmó Armstrong sobre la única chica Roy.
El despojo de Roman
En ese sentido, si hay alguno de los tres al que podemos tildar de «ganador», ese es Roman Roy. Durante los últimos episodios vimos el colapso del personaje, pero lo cierto es que fue el único que asumió la cruda verdad de sus vidas: «Somos unas mierdas. No somos nada», les indicó a sus hermanos durante la gran discusión que tuvieron los tres en el tramo final de capítulo.
Pero la destrucción es una forma de creación, y «Rom» lo sabe bien. Y los espectadores lo supieron, luego de su última escena en la que se le ve con una sonrisa que denota que por fin el personaje encontró una especie de libertad.
Aunque Armstrong señala que «Roman termina exactamente donde comenzó. Sigue siendo ese tipo. Facilmente pudo quedarse como ese idiota mujeriego con instintos desagradables y chistes. Se pudo quedar en un bar, siendo ese tipo».
Las cuatro temporadas de Succession se encuentran completas en HBOMAX.