El 15 de mayo de 2010, Gustavo Cerati se presentaba en Caracas, Venezuela, en el marco del cierre del aclamado Fuerza Natural. Según cercanos, el músico dio uno de los conciertos más especiales e intensos de su carrera. Pero lo que el mundo no imaginaba, era que terminaríamos recordando este día como la última vez que el astro argentino estuvo frente a un micrófono.
El momento que antecedió la tragedia
Los relatos de las últimas horas que precedieron el ataque cerebrovascular (ACV) del músico aún hoy son desgarradores.
Luego de bajarse del escenario, como era típico, Cerati se fue directo a su camarín y recibió a dos de sus personas más de confianza: el sonidista Adrián Taverna y el legendario guitarrista, parte su banda, Richard Coleman, quienes observaron que no estaba bien.
“Terminamos el show y lo fui a saludar al camarín. Y yo ahí lo vi muy pálido. Estaba cerca mío y lo miré así y le dije: ¿te sentís bien? Y me dice: ¿Por qué? No, no, estoy cansado”, contó Taverna para Chilevisión.
Momentos después llegó el momento de hacer una foto grupal, pero faltaba el lider, así que lo convocaron. “Gustavo apareció a último momento y se paró atrás de Taverna. El primer disparo de la cámara salió sin flash, así que Samalea pidió que nadie se moviera (…). Taverna se dio vuelta para decirle algo a Gustavo y lo vio pálido, con los ojos desorbitados”, reconstruyó Juan Morris, para su biografía de Cerati.
El sonidista le preguntó al músico si se sentía bien. Sin embargo, Gustavo no encontró la manera de articular las palabras y volvió a su camarín. Cuando el mismo sonidista lo fue a ver nuevamente, lo encontró tirado en un sillón con la camisa desabrochada y la boca entreabierta, recoge Infobae.
¿Gustavo Cerati sufrió negligencia?
Dada su condición, el equipo del músico no dudó en llamar de inmediato una ambulancia, pero de ahí en adelante comenzó una cadena de sucesos que dan a pensar qué hubiese pasado si se hubiese actuado de forma más efectiva.
De partida, cuando llegaron al Centro Médico Docente de La Trinidad, se encontraron con que no había luz. Así que tuvo que ser trasladado a otro lugar donde le hicieron los primeros exámenes. De vuelta a La Trinidad horas después, Cerati pasó la noche esperando un diagnóstico que nunca llegó.
De acuerdo a Morris, las horas avanzaron con Gustavo sintiendo poco a poco los síntomas que acabarían en el infarto cerebral definitivo el 17 de mayo. De acuerdo a El Clarín, aquel día, las enfermeras de la mañana lo encontraron en un estado de gran descompensación. Le hicieron una tomografía y un centellograma y comprobaron que la crisis cerebro vascular había continuado y sólo quedaba el camino de la operación para descompromir el hematoma.
Se lo operó en Caracas, en la misma clínica de La Trinidad, el 18 de mayo. Cerati volvería a la Argentina el 8 de junio, bajo el diagnóstico de un «infarto extenso en el hemisferio cerebral izquierdo y daño del tronco cerebral”. Sin embargo, el ex Soda Stereo no volvería a despertar jamás: la esperanza se iba a esfumar para siempre el 4 de septiembre de 2014.