La Cámara de Diputadas y Diputados aprobó y despachó a ley el proyecto que establece un royalty minero a las grandes empresas mineras. Esto, después de extensas jornadas de discusión.
Sobre los detalles y efectos que trae consigo este suceso, hablamos en un nuevo Palabras Sacan Palabras con el académico de la Escuela de Ingeniería en Minería de la UC, Gustavo Lagos.
Hay opiniones encontradas respecto a cuán efectivo va a ser el royalty. ¿Qué le pareció lo que salió del congreso?
Va a ser muy efectivo porque va a recaudar un montón de plata. Cómo va a ser usada en las regiones va a ser importante, pero es positivo que ocurra porque va a significar que esas regiones tendrán un aprecio mayor por la minería y eso se está buscando hace tiempo porque como es una actividad que se relaciona mucho con el impacto medioambiental no se mira muy bien. No es fácil gastar bien la plata.
¿Qué cree sobre el monto del royalty en comparación a otros países? ¿Cuánto es y cómo se cobrará?
El royalty es un cobro que se hace solamente a las empresas mineras y a algunas otras empresas de recursos naturales que producen metales, petróleos, etc. Se hace porque se supone que los recursos naturales perciben una renta que es propia del país y que, por lo tanto, requiere de un impuesto adicional. Tiene que ver con un recurso que no se renueva.
En cantidad, ¿le parece excesivo o está acorde a lo que ocurre en otros lugares del mundo?
La minería chilena estaba pagando hasta ahora antes de la reforma cerca del 39% de las utilidades. Ahora esa cifra subió a 45%, creció bastante y hay que tener en cuenta que lo que se pagaba incluía ya un royalty, por lo que esto es un impuesto adicional que se distribuirá a las regiones, por lo menos en parte. Si esto es mucho o no depende de una sola cosa, que la inversión futura es afectada positivamente. Después de cobrar el royalty, ¿la industria minera seguirá invirtiendo igual o más? Hay dos lados en esto, unos dicen que no va a afectar y los otros dicen que va a afectar mucho. Hay formas de averiguar esto, pero los cálculos que se pueden hacer no generan consenso. Lo mejor que se puede hacer es comparar los impuestos que se pagan en los otros países y de acuerdo a eso hay muchas formas de medir los impuestos. El Fondo Monetario Internacional elaboró un estudio donde mostró que Chile quedará por uno o dos puntos porcentuales sobre Perú, México y una parte importante de distintas provincias de Australia.
¿Entonces no es superior al promedio mundial?
Es que el promedio no sirve para nada, porque tenemos que ver con quién compite Chile, para saber a dónde se iría la inversión si el impuesto es demasiado alto. Seguramente se iría a Perú, México, Australia y Estados Unidos si nuestros impuestos son muy altos. Mi preocupación es que es muy difícil hacer proyecciones. La industria minera chilena, invirtió 150 mil millones de dólares y la producción no creció. Eso es lo que me preocupa, que siempre hemos pensado que habría aumentar para tener participación a nivel mundial, pero aumentar la inversión y la producción es muy difícil. Chile es el país que tendría que invertir más para poder producir más y ahí hay un riesgo. Cuando baja la concentración de cobre en las rocas es necesario ampliar las plantas y eso es muy caro.
¿Es para mirarlo como un hito como se ha mencionado desde el oficialismo?
Creo que igual se va a comparar. Curiosamente, la industria chilena no ha crecido más desde 2004 y la primera legislación de royalty fue en 2005. No quiero decir que debido a esta ley se estancó la producción, pero hay gente que postula eso. Paralelo a esto el gobierno tiene que trabajar la productividad y el manejo de capitales, que es baja porque nos hemos puesto trabas que son innecesarias y que nos empujan a ser menos productivos. Si lográramos bajar los costos, nuestras minas serían más competitivas y la inversión sería mejor.