Masters of Rock como concepto debutó en nuestro país ante la amenaza de una lluvia que el día domingo nunca llegó. El cielo prometía pero para fortuna de los casi 35 mil asistentes, solo el frío terminó quebrando a los rockeros más duros.
Sin embargo la jornada de música en el Estadio Santa Laura no fue opacado por los casi 8 grados de sensación térmica que se percibieron en la presentación de Kiss.
Kiss
Una tercera despedida -que dicen ellos que es la última- en nuestro país luego de dos ocasiones en el Movistar Arena y la recién ocurrida en el Masters of Rock. Dos horas de show con un setlist prácticamente calcado a sus anteriores presentaciones en nuestro territorio. Fuego, papel picado y la clásica parafernalia como la tirolesa de Paul Stanley tocando en la torre a mitad del sector cancha o Gene Simmons volando hasta el techo del escenario mientras interpreta «God of Thunder» son momentos que quizás muchos han visto pero que siguen sorprendiendo y generando sentimientos de asombro.
Scorpions
Momentos antes, Scorpions regresaba a territorio chileno en una presentación que conectó de manera intensa. Pero al final. El frio y el desempeño del legendario Klaus Meine, quién con poca voz y movilidad, entregó todo lo que tiene a su disposición con la no menor cifra de 74 primaveras en una performance correcta.
«Still Loving You», «Rock You Like a Hurricane» fueron los momentos claves donde el público del recinto de Independencia se convirtió en un coro dejando una linda postal de las luces de los celulares en cada rincón.
Deep Purple
En este repaso que está contado del final al comienzo, Deep Purple regresó al Estadio de Unión Española luego de su accidentado debut con 44 heridos por la caída de una torre de sonido la noche del jueves 27 de febrero de 1997.
Esta vez no estuvo ni cerca el momento y con música fue olvidado el momento para convertir en un disfrute. Con un Ian Gillan en gran forma, «Lazy», «Hush» y «Black knight» fueron algunas de las canciones épicas en un tremendo show por parte de uno de los padres del género. Es bastante especial pensar, que estuvimos viendo a una de las agrupaciones precursoras y, gracias a ellos podemos hablar del rock con bastantes años después.
Helloween
En esta línea cronológica invertida, Helloweeen era la cuarta agrupación en presentarse, consolidando la tremenda relación con Chile. Y que a pesar de que han tocado seguido por estos lares, jamás aburren. Situación aparte es su sonido en vivo y las armonías de Michael Kiske y Andi Deris. Los alemanes con «I Want Out», «Eagle Fry Free» desataron una fiesta siendo los más «pesados» del cartel.
Skid Row
Y la primera agrupación internacional en subir al proscenio fue todo el hard rock de Skid Row. Con Erik Grönwall en la voz (ganador del reality sueco «Idol») fue bastante aplaudido por su desempeño. La banda goza de una gran interpretación pero en el peak de su presentación; una falla los dejó sin sonido por dos minutos aproximadamente. Finalmente todo pasó y «18 and Life», «Slave to the Grind» y «Youth Gone Wild» fueron interpretadas para alegría de las 10 mil personas que se encontraban en el Santa Laura a eso de las 16:00 horas.
Agrupaciones chilenas
Finalmente y sin perder importancia fue el desempeño de las agrupaciones chilenas QueenMilk y Cleaver. La primera, con un estilo setentero y sin negar la influencia de Deep Purple. Entregaron un show que estaba «pintado» para este espectáculo. Con Paulo Domic a la cabeza, lograron subir un escalón en su historia que data del 2016.
Cleaver en un idioma más cercano al rock alternativo y el grunge, abrieron los fuegos de este Masters of Rock a punta de buenos riffs. Doce años de trayectoria, giras al extranjero y mucho trabajo a pulso, lograron que los liderados por Carlos Concha realizaran un espectáculo de nivel internacional a pesar de no probar sonido.
Una jornada inolvidable que probablemente tendrá una segunda versión según lo revelado en La Radio del Rock por el CEO de The FanLab, Francisco Goñi.
Dinosaurios del rock pasaron por nuestra mirada y con una sensación agridulce que las bandas que originaron el estilo que nos mueve ya están en retirada. Solo que apreciarlos mientras se pueda y dar gracias por momentos como el adiós de Kiss, que sin ellos probablemente yo no estaría escribiendo sobre un estilo que no está de moda, pero que siempre logra llenar grandes recintos debido a un sentimiento rockero que gracias a estas agrupaciones (y otras más claro) podemos seguir diciendo que nuestro país es un ejemplo del rock a nivel mundial y una respetuosa vitrina para despedir a los ídolos.