Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el psicólogo y académico de la Universidad Autónoma, Pablo Palma.
Preocupa el alza de agresiones a profesores por parte de alumnos en el país. Las más recientes, una en Talca, donde un estudiante de 16 años agredió a sus docentes e intentó volcar una estufa. La otra sucedió en un colegio de Buin y terminó viralizándose, luego de que el joven lanzara golpes de puño al profesor. Desde el Colegio de Profesores condenaron los hechos y señalaron que estas situaciones constatan la situación de violencia que distintos docentes del país han vivido desde el año pasado.
¿Han aumentado los hechos de violencia a profesores o solo se han visto más a raíz de redes sociales?
“Hay un poco de ambas, porque las cifras de denuncias muestran un aumento en estas situaciones de violencia, pero también son más visibles gracias a las redes sociales. Ha aumentado también el nivel de violencia que se ejerce hacia los profesores”, señala Pablo palma.
¿Por qué se producen este tipo de hechos?
“El sistema educacional chileno incluye a toda la sociedad, antes esto no pasaba. Si uno revisa las cifras de hace décadas pasadas, había grupos que no tenía la opción de estudiar. Ahora están incluidos y eso incluye todos los problemas que pueden acarrear desde sus fueros internos. Si conversas con los victimarios te das cuenta de que no tienen una claridad de porqué lo hicieron, tiene que ver con una incapacidad de control de impulsos, falta de modelos de crianzas en sus hogares y frustraciones que se vienen acarreando desde hace tiempo. Se sabía que, con la vuelta de la pandemia, a raíz de la falta de socialización en 2 años, iban a aumentar estos hechos”, indica el psicólogo y académico de la Universidad Autónoma.
¿Tenemos las herramientas para producir un cambio y colaborar con niños, niñas y adolescentes para evitar los hechos de violencia?
“Están y no están. Están en el sentido de que ha habido varios proyectos e iniciativas que han dado resultado. Pero no están porque mantener esto en términos monetarios y de recursos humanos y liderazgo es mucho más complejo. Hay muchas experiencias exitosas algunos colegios en Chile, donde a pesar de altos niveles de vulnerabilidad con los que trabajan logran un efecto positivo en términos de cambiar la realidad de los niños, niñas y adolescentes. Pero generalmente eso implica una alta inyección de recurso, alta preparación profesional y presencia de psiquiatras, psicólogos y una estabilidad laboral para que no haya una rotación de profesionales”, afirma Pablo Palma.
“La situación se complejiza más en colegios más grandes. Hay experiencias exitosas y hay temas que van más allá del aula y que son estructurales a los niveles de vulnerabilidad de ciertos sectores de las ciudades. En terapia la gente que ejerce violencia suele tener historiales de presencia de violencia desde hace tiempo”, asegura el psicólogo y académico de la Universidad Autónoma.
Mencionabas la frustración. ¿Hay una falencia como sociedad en el manejo de la frustración?
“Sí, no estamos trabajando el tema de la frustración. A veces estamos guardando en una burbuja a los niños. Los niños se crían en una burbuja y cuando ésta se rompe e interactúan con un mundo donde hay competencia y donde hay ganadores y perdedores, no tienen las herramientas para reaccionar”, plantea Pablo Palma.
“Además, muchos estudiantes cuestionan para qué estudiar, por no tener el tiempo ni los recursos necesarios. Como sociedad los bombardeamos con informaciones sobre qué tienen que ser y ese choque con no poder ir en esa línea genera también frustración. Es un tema mundial, no afecta solo a Chile”, complementa el psicólogo y académico de la Universidad Autónoma.
¿Qué es lo que los colegios están haciendo y qué pueden hacer?
“Todos estos procesos no cambiaron mucho en dos años. Lo que sí cambió fue la pandemia y hubo un retorno brusco. La socialización es muy importante a esas edades y tenerlo solo online o solo con adultos es un daño muy grande. Para nosotros dos años no es nada, pero para un adolescente le puede cambiar la vida. Hay momentos, procesos que quedan truncados y que no van a poder recuperar”, concluye en Palabra Que Es Noticia Pablo Palma.