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Por Equipo Futuro.cl
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Tras la serie de polémicas que hay en relación a las Isapres y los constantes cambios de personas que se han pasado a Fonasa. Conversamos en Palabras Sacan Palabras con el abogado del Grupo Defensa, Sebastián Muñoz, quien además entregará consejos para estar atentos a la letra chica de los seguros complementarios.
¿En qué hay que fijarse?
Lo primero es consultar con su primer empleador para saber si tiene un seguro complementario colectivo de salud, que son contratados ya sean por sindicatos o asociaciones gremiales. Muchas personas pueden estar bajo estos seguros. Aquellas personas independientes o que no estén con seguros complementarios tienen que ver con qué prestador están, Isapre o Fonasa y revisar las restricciones y condiciones que estipulan los contratos. Estos contratos están supervigilados tanto por la Comisión por el Mercado Financiero como por la Superintendencia de Salud.
¿Es posible migrar a Fonasa y destinar recursos a un seguro complementario?
Va a ser posible. En febrero habían migrado 300.000 mil personas y ahora se abrió un campo que no estaba explorado, que son los seguros complementarios para las personas que están en Fonasa. Se está empezando a abrir este campo con aseguradoras nacionales e internacionales que vienen a cubrir ese mercado.
¿Es tan fácil si se tiene preexistencias en Isapres y se pasa a Fonasa?
Antes de que las personas decidan migrar deben tener en claro que hay algunos seguros complementarios que mantienen estas preexistencias.
¿Con las mujeres pasa lo mismo?
Sí, para mujeres y quienes tienen preexistencia deberían verificar las condiciones de los contratos, porque hay seguros que si están libres de estas preexistencias.
¿Cuál es la letra chica?
El AUGE, por ejemplo, da un plazo de 48 horas para activar el GES y activar las garantías explícitas. En consecuencia, las bonificaciones no aranceladas usualmente se pagan en su totalidad desde el bolsillo, especialmente en enfermedades poco comunes o exámenes de alto costo. El fiscalizador ha hecho un poco la vista gorda en este tema.
¿Hay alguna proyección que permita saber cómo podría funcionar estos seguros en el caso de que las Isapres cambiaran radicalmente a como las conocemos?
En 2018 Nueva MasVida estuvo a punto de quebrar y tuvo que hacer un proceso de reorganización para que los afiliados no pasaran al sistema público o a otra Isapres. Si yo quedo sin esta cobertura primaria, el seguro complementario no va a operar. Esta solución, en el caso de que este sistema caiga, tiene que venir desde el gobierno. Los seguros complementarios vienen a complementar, valga la redundancia, al seguro básico que se tiene, que en este caso es Fonasa o Isapres. Hay seguros que no lo hacen así, pero son muchísimo más caros en comparación.
¿Es verdad que los seguros complementarios funcionan mejor en un solo prestador?
Lo que ocurre es que una Isapres tiene un prestador preferente porque muchas veces es dueño de esa clínica. En el caso de los seguros complementarios, se negocia con los prestadores para ver cómo realizar la aseguración. Muchas veces pasa, que alguien se quiere tratar con determinado médico, pero el profesional no estaba vinculado al prestador y en ese caso está la obligación de seguir con otro profesional o pagar más porque el seguro no cubre. Para aquellas personas que tienen un sueldo entre el mínimo y el millón de pesos es recomendable estar en Fonasa. En el caso de sueldos más altos se pueden buscar más alternativas, pero también hay un tema ético. Si al ganar más se está en Fonasa, se aporta más al sistema de salud con el 7%. Si se ve solo por la conveniencia propia, el sector privado ofrece mayores variaciones respecto a las ofertas sobre prestadores de salud y seguros, pero no hay que olvidar el tema ético.