Chile ha lanzado con éxito un nuevo satélite, el FASat-Delta, que tiene como objetivo principal captar imágenes terrestres. El objeto fue puesto en órbita a través de un cohete de la compañía SpaceX, propiedad de Elon Musk.
Sobre este histórico lanzamiento, sus beneficios y las proyecciones a futuro que tendrá en el área espacial y satelital chilena, conversamos en Palabras Sacan Palabras con el comandante del Grupo de Operaciones Espaciales de la Fuerza Aérea de Chile, Daniel Moraga.
¿Qué diferencia el FASAT DELTA de otras experiencias en el espacio?
Representa la continuidad. Delta mejora lo que es la resolución respecto a FASat-Charlie, que todavía estamos operando y está en órbita. Delta continúa con mejoras que nos permiten tener mejor definición en las imágenes de la superficie terrestre y con distintos fines como la minería, respuesta ante catástrofes y demás.
¿Cuáles son los beneficios en la práctica?
Si lo llevamos a un campo de aplicación como la agricultura, todo lo que tiene que ver con agricultura de precisión se está haciendo con imágenes satelitales para ver cómo está el riego en un predio grande y optimizar el proceso de riego. En situaciones de emergencia como incendios forestales permite monitorear como está siendo el desarrollo de las áreas que están siendo afectadas y poder planificar mejor la respuesta.
Hay un componente de defensa que es relevante, ¿Cuánto aporta en este tema?
Es una herramienta importante porque nos permite adelantarnos a los hechos. En términos más específicos podemos ver lo que está pasando hoy en Ucrania, donde las capacidades espaciales se han puesto al servicio de Ucrania para apoyar a sus fuerzas en las respuestas. La información que uno puede obtener es fundamental para la planificación.
¿Hacia donde apunta toda esta planificación?
Esto es parte de un sueño grande, que es construir un Sistema Nacional Espacial. Este es un hito, el pilar de una catedral, pero nosotros estamos aspirando a la catedral entera. Estamos desarrollando un sistema que tiene varios programas. Uno de esos es el Sistema Nacional Satelital donde el FASat-Delta es uno de sus satélites y luego Echo 1 y 2, con la particularidad de que el 2 será hecho en Chile, con centros en Antofagasta y Magallanes para continuar desarrollando capacidades espaciales y retener talentos en nuestro país, que actualmente no tiene donde ejercer. Este proyecto tiene un amplio sentido de ser abierto al mundo civil para integrar sus capacidades y construir un mejor futuro espacial para Chile.
¿Qué tanta vida útil tiene FASat-Delta?
Tiene una vida útil de 5 años por diseño, pero es un parámetro conceptual. Yo mido cuánto debería medir cada uno de los sistemas internos y realizo una proyección. Pero, por ejemplo con el caso de Charlie, también proyectamos 5 años y el satélite ya lleva 12 años operativo. Hay una mejora en la geolocalización que se logra mediante cuatro star trackers, que mejoran mucho la precisión del posicionamiento en tierra.
Klaus von Storch fue el primer astronauta chileno. ¿Están preparando nuevos astronautas en Chile?
Está la visión de la necesidad a futuro de avanzar en un programa de esta naturaleza, pero es un programa que se tiene que construir paso a paso. No hay un programa concreto, pero se sabe que es algo que tiene que ocurrir. No queremos que las brechas respecto a los otros países se sigan expandiendo. Tener la capacidad de tener una persona en el espacio tiene una gran significación tecnológica y política estratégica a nivel país.
¿Klaus sigue activo?
Como personal de la Fuerza Aérea ya no.
¿Cómo ha sido el tema de los recursos?
Hemos visto que se está haciendo una colaboración interagencial muy importante. Hay organización entre ministerios que habla de la madurez que se necesita para avanzar en esto. Queremos que los niños cuando vean películas sueñen también con ser astronautas.