Más de tres semanas han pasado ya desde que Roger Waters se presentó en Berlín, Alemania. Un show que al contrario de ser noticia por lo musical, lo ha tenido acaparando portadas por temas políticos. Y parece que esto seguirá durante un tiempo más.
El ex Pink Floyd ha conseguido repudio desde ciertos sectores, consiguiendo incluso que lo investigue la policía alemana. Y ahora quien se sumó al debate no es otro que Estados Unidos.
Estados Unidos critica a Roger Waters
El Departamento de Estado de Estados Unidos se fue en contra de Waters, calificándo su performance de «profundamente ofensiva para el pueblo judío».
El show del músico, lo tiene apareciendo en el escenario con una gabardina negra, que tienen un emblema en forma de esvástica. Esto, durante un segmento que gira en torno a un personaje de The Wall, que se imagina a sí mismo como un dictador fascista ficticio durante una alucinación.
El músico afirmó que el segmento era una declaración contra el fascismo, la injusticia y el fanatismo, y calificó las críticas al mismo de «falsas y políticamente motivadas».
Según Reuters, el Departamento de Estado apoyó el comentario de Lipstadt y añadió que el concierto de Waters en Berlín «contenía imágenes profundamente ofensivas para el pueblo judío y minimizaba el Holocausto», en un correo electrónico.
Una de las crítica públicas vino de Deborah Lipstadt, enviada especial de Estados Unidos para vigilar y combatir el antisemitismo, quien calificó el concierto de «distorsión del Holocausto». Citando además un tuit en el que el coordinador de la Comisión Europea para la lucha contra el antisemitismo denunciaba a Waters.
Así, el Departamento de Estado apoyó el comentario de Lipstadt y añadió en un correo electrónico que el concierto de Waters en Berlín «contenía imágenes profundamente ofensivas para el pueblo judío y minimizaba el Holocausto», reporta el medio Reuters.
«El artista en cuestión tiene un largo historial de uso de retóricas antisemitas para denigrar al pueblo judío», añadieron.