Foo Fighters continúan en plena gira por Estados Unidos, que los tiene de regreso con su nuevo baterista. Si hay algo que caracteriza a la banda, es que siempre intentan sorprender a los fanáticos, y esta vez no fue la excepción.
Así, en el marco de la apertura de The Atlantis, un local de Washington, interpretaron en directo una no tan tocada «joya» de su discografía.
Foo Fighters en Washington D.C.
La actuación del grupo en la capital federal de Estados Unidos, comenzó con el reencuentro de Dave Grohl con Pete Stahl, que fueron compañeros en Scream, antes de que el lider de los Foo se uniera a Nirvana. Juntos interpretaron «At the Atlantis», una canción de Bad Brains.
Así, el set de 22 canciones, continuó por dos horas, a través de grandes éxitos de la banda junto. Sin embargo, la sorpresa vino cuando interpretaron «New Way Home».
El track perteneciente al aclamado álbum de 1997, The Colour and the Shape, no estaba en algún setlist desde 2011, donde fue tocada tan solo dos veces. Aquella vez, en el marco de la exitosa gira de Wasting Light.
Otros de los momentos destacables del show, fue la presentación de «Breakme», la cual contó con un fragmente de «Slow Ride» de Foghat.
En otro momento de la actuación, Violet, la hija de Grohl, se unió al grupo para apoyar con voces en «Shame Shame» y «Rope». Y Seth Hurwitz, propietario del 9:30 Club y amigo de la banda, vivió el sueño tocando la batería en «Big Me».
La banda también dio las gracias al público por ayudarles a continuar tras el fallecimiento del batería Taylor Hawkins, dedicándole después la canción ‘Aurora’.
A lo largo del show, Grohl reflexionó sobre sus días de adolescente asistiendo a conciertos punk en el 9:30 Club original. Se deshizo en elogios por haber tocado allí con Scream y Nirvana, pero lamentó que Foo Fighters nunca tuvieran la oportunidad de hacerlo antes del cierre del local en 1995, recogió Consequence.