De la obra “Viña: Tres historias de Sergio Vodanovic”, que busca llevar a una mezcla de lo teatral y lo audiovisual la adaptación de estas tres obras de Vodanovic, conversamos en el estudio de Palabras Sacan Palabras con su director Héctor Morales y con una miembro del elenco, la actriz Blanca Lewin.
¿Por qué rescatar esta obra de Sergio Vodanovic?
Antes de la pandemia tuvimos un encargo de un Centro cultural para hacer una obra que se moviese fácilmente. Surgió la idea de hacer El Delantal Blanco y darle una versión audiovisual a las que se sumaron Las Exiliadas y La gente como nosotros y llevó a que nos ganásemos un premio. Después de esto empezó la pregunta sobre cómo llevarlo a lo presencial y ahí decidimos hacer una mezcla y hacer homenaje al nombre original mencionándolo Viña, tres historias de Sergio Vodanovic.
¿Cómo fue el regreso a los escenarios luego de la pandemia?
(B) A mí me dio la sensación de que la gente estaba super ansiosa al principio. Siento que este año estamos en un proceso distinto. Creo que la gente está yendo al teatro, pero no están rebosante.
(H) Las obras incluso están acortando sus periodos, nos ofrecen 3 semanas que es muy poco respecto al trabajo detrás. Tiene que ver con compromisos prepandemia y pareciera haber un “taco” de obras que quedaron pendientes.
¿Cómo se aterriza la mirada de los 60’ ahora?
Lo que más nos gustó es que la mirada que tiene Vodanovic de la sociedad que estaba habitando era muy parecida a la de hoy, basada en muchos prejuicios. Las piezas se adentran en una intimidad que se da en Viña en las tres historias y son personas que están conversando sobre como ven el mundo y como imaginan ser otras personas. Hablan las cosas que estamos hablando ahora como la empatía y entender la realidad de otros, poniéndola en un lugar donde no es necesario trasladarlo a la actualidad.
¿Y tu personaje Blanca?
(B) Es bien particular. Estoy en Las Exiliadas, que son dos mujeres que quedaron estancadas en el tiempo un poco por esto de no mezclarse con los otros que vinieron a poblar Viña. Ese es el contexto y además es una mujer cuarentona que está al cuidado de su madre y con mucha frustración.
¿Qué otra cosa rescatan de la mirada de Vodanovic?
Los tres textos hablan de personas que se están manteniendo al margen y que imaginan como puede ser otra vida y otra realidad y nosotros, de alguna manera, potenciamos esta mirada desde lo audiovisual mezclándolo con lo teatral.
¿Cómo es eso?
(H) Mezclamos escenas y rescatamos algunos planos y los vamos mezclando con lo que va pasando en el escenario. Decidimos poner todo lo que hace que sea posible la magia teatral en el escenario. La caseta de audio, de iluminación, son parte del escenario y podemos ver como se hace la magia. Es una decisión de dirección.
(B) La gente no se imagina todo lo que hay detrás de una obra y verlo en escena impacta a muchas personas. Además, aprovechamos de poner en escena a muchas personas que también habían quedado sin trabajo durante pandemia y que no habían sido visibilizados.
¿Cómo tienes tanto tiempo entre tantos papeles Blanca?
(B) Tuve que contratar a un asistente para poder ir a ensayos, porque las dos primeras semanas de mayo las gasté solo organizando la agenda. No es fácil, pero no imposible. Lo pasé difícil el año pasado y estuve yendo harto a Pasapalabra para salvar el mes. Tiene que ver con un ritmo de vida que tenía antes de chica, donde hacía mil cosas a la vez. Se me presentó un año de regresar y volver con todo y caché que lo podía organizar bien y me aventuré a hacerlo.
¿Y tú Héctor? ¿Concentrado en esta obra o con algún otro proyecto?
(H) Estoy trabajando en una serie que se llama los 1000 días de Allende, que es parte del paquete programático de Chile 50 y he tenido que estar dividido entre dirigir la obra (estuve trabajando en “Viña” desde noviembre) y la grabación de esta serie. En la serie interpreto a Carlos Negro Jorquera.
¿Cómo trabajaste a ese personaje?
(H) Tenemos clases, tuve que investigar. Hay un trabajo muy grande y no sé qué tanto puedo contar.
¿Cómo estás viviendo los 50 años?
(H) Creo que lo que más me ha importado hacer desde el año pasado es un ejercicio de memoria y pensar que no es solo el hecho histórico, sino practicar activamente para no repetir los hechos. Rescatar estos textos olvidados de la década del 60’ también es un ejercicio de memoria.
(B) La idea es ir revisando año a año lo que ha pasado. El trabajo que ha hecho el equipo realizador es impecable, hay cosas que aún no hemos mostrado que me hacen decir “¿cómo encontraron esto?”.
Héctor tu fuiste jugado para el tiempo del estallido, ¿Cómo ves ese periodo en retrospectiva?
(H) Es un proceso de enseñanza total, todos hemos aprendido. Para mi un país es una persona, tiene ciclos donde uno se encuentra y se desencuentra. Hay momentos en la vida en que uno tiene que analizar el camino que lleva, cambiar de trayectoria y creo que eso hemos intentado hacer desde hace un tiempo a través de distintas decisiones. Todos estamos siendo parte de un proceso histórico, incluso quienes deciden tomar distancia. Creo que es un proceso de aprendizaje que se pegó con la pandemia y que fue un cambio rotundo en nuestros hábitos y nuestros trabajos. Revaloramos un montón de cosas.
¿Cómo ves el proceso ahora en manos de republicanos?
(H) He estado 3 meses ensayando y he sido testigo en las noticias. Es importante que estemos informados, no me resto de los procesos y estoy interesado de a qué nos llevará este proceso.
¿Dónde y cuándo podemos ver “Viña – Tres historias de Sergio Vodanovic”?
Estamos en el teatro CorpArtes ubicado en Rosario Norte 660, en Las Condes, de jueves a sábado de 20 a 21 horas y domingos de 19 a 20 horas. Tenemos un gran elenco, estamos cerca de metro Manquehue y estaremos hasta el 2 de julio. Los invitamos a ir en familia.