De las distintas instancias de participación ciudadana para el proceso constituyente, hablamos en Palabras Sacan Palabras con Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica.
¿Qué pasa con la participación en este proceso en comparación con el proceso anterior?
«Hay un agotamiento por parte de la ciudadanía. Esta es la tercera vez de organizar instancias de participación ciudadana para procesos constituyentes y hay un agotamiento razonable por parte de la ciudadanía. Hay bastante entusiasmo, no se ha visto masivamente, pero la gente quiere ser escuchada. Todos los chilenos tenemos algo que decir respecto a la Constitución si se aprueba».
¿Cómo es la participación?
«Hay una instancia que se acaba este miércoles que son las audiencias ciudadanas y es interesante porque son masivas. Todas las personas que se inscriban en la audiencia van a ser escuchadas, en algunos casos por el Consejo Constitucional y en otros por las distintas universidades del país. Todos pueden ir e inscribirse y dar su opinión. Lamentablemente los plazos se terminan este miércoles, pero tenemos otros mecanismos como los diálogos y las consultas ciudadanas. Las consultas son una encuesta online que no toma más de 15 minutos y que se puede responder desde el celular. Todos pueden dar su opinión y va más allá de un sí o no, es una escala de convencimiento más una frase o comentario».
¿Qué evaluación se hace de cuánto se consideraron las propuestas ciudadanas en el proceso anterior?
«Creo que hubo un error. Las iniciativas populares de norma eran un mecanismo super novedoso. En la convención pasada hubieron un millón de personas que participaron, pero fue un proceso muy rápido y no se les tomó en cuenta. Cuando llegaron los insumos de la participación ciudadana, los convencionales ya estaban deliberando y no se pudo tomar en cuenta todo. Ahora todos los insumos de la participación ocurren antes de la votación así que hay un espacio más grande para incidir».
Ignacio Irrarázaval: ¿Qué otros espacios hay para participar?
«Hay mecanismos de iniciativas populares de norma que son un poco más complejas porque hay que indicar qué se quiere modificar una norma. Una vez que las iniciativas populares de norma se publiquen, cada uno puede adherir a 10. Hay diálogos autoconvocados que son similares a los que se realizaron en el proceso de la expresidenta Bachelet, con el agregado de que son digitales y son una oportunidad de escuchar a otras personas, algo que el país necesita. En la consulta no es necesario ser un experto constitucionalista, lo importante es mi opinión de fondo sobre los principales temas. Los diálogos son importantes porque es un encuentro entre personas distintas. Uno puede entrar a quieroparticipar.cl y encontrar los 4 mecanismos y entrar al que uno quiera. La consulta es automática y los diálogos requieren de inscripción porque son más chicos, son grupos de 4 o 5 personas para poder escucharse entre sí».
¿Es verdad que la voz que más se escucha es la más radicalizada políticamente?
«Hay un riesgo de que eso ocurra. Tenemos una experiencia previa que es muy importante que es Tenemos que hablar de Chile y de los 1500 diálogos que tuvimos solo uno tuvimos que interrumpirlo por incidentes. La gente quiere hablar. Mientras manteníamos esos diálogos contrastamos las tendencias de redes sociales con lo que veíamos en los diálogos e identificábamos algo raro, porque por redes sociales había polarización, pero en las conversaciones se demostraba que la gente quería cambios, dentro de una continuidad. El tema de las regiones surgió con mucha fuerza, no autárquico, sino querer que el Estado funcione fuera de Santiago. Lo que surge de estos diálogos es muy sencillo, pero muy profundo» cerró diciendo en entrevista con La Radio del Rock, Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica.