Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el director alterno del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII), Leandro Carreño.
Una investigación de un medio británico señaló que el nuevo coronavirus, el COVID-19, podría ser parte de experimentos que financió el Ejército de China para crear armas biológicas. La pandemia del coronavirus comenzó a finales de 2019 y sus efectos se expanden hasta el día de hoy. La Universidad John Hopkins estima que en tres años (2020 a 2023) han fallecidos más de seis millones 800 mil personas producto de la enfermedad, mientras que hubo más de 670 millones de contagios en todo el mundo.
¿Qué tan veraz es la tesis que se sostiene en el reportaje?
“El artículo del Sunday Times es bien largo y lamentablemente lo replicaron otros medios con solo con los titulares más importantes. Cuando uno analiza el artículo completo ve que hay muchas cosas que se saben y muchas que no y que solo son conjeturas. El artículo no muestra los datos y hay muchas cosas que creo que se tergiversan. Se dice que China estaba investigando coronavirus de una forma peligrosa pero no se especifica, a pesar de que lo que se estaba haciendo era una investigación en colaboración con Estados Unidos respecto al SARS”, señala Leandro Carreño.
“Hay que pensar que la idea de que se esté investigando para crear un super virus es bastante difícil de creer, además de que hay temas biológicos que no lo explican mucho. El reportaje habla de una mutación que hace que el virus sea más efectivo, como si fuera diseñado, pero es algo que ya se conocía y que estaba presente en la naturaleza. Me gustaría que los datos, de un lado o de otro, se transparentaran mucho más. Al inicio de la pandemia se especuló mucho de si el origen del virus fue por los mercados de Wuhan o por un accidente y cuando secuenciaron los virus todo indicaba que al parecer si se había originado de forma natural. Por lo mismo, sería bueno ver esta nueva evidencia que argumenta el reportaje”, indica el director alterno del IMII.
¿Entonces el COVID estaba en los anales de la investigación?
“Hace años atrás uno de los casos más emblemáticos fue en EE.UU., porque un brote de seguridad y salió de su entorno el ébola provocando la muerte de una persona. Las normas de seguridad son bastante estrictas, no infalibles especialmente si las personas no llegan a respetarlas bien, pero pensar que hay una investigación específica para crear un virus en contra de la humanidad me parece difícil de creer. La investigación que se declara era respecto al SARS y el MERS, dos virus que eran muy complejos, con una mortalidad mucho más elevada que el SARS COV2 y que afortunadamente no se convirtieron en pandémicos”, afirma Leandro Carreño.
“Encendieron muchas alarmas porque eran virus muy contagiosos, por lo que se empezó a avanzar en entender la biología de estos virus para avanzar en vacunas contra estos virus. La razón principal de que tuviéramos vacunas para COVID-19 rápido, además de la inyección monetaria que se realizó, era que habíamos avanzado en las vacunas de estos otros virus que tenían estructuras similares y que se pudieron adaptar”, asegura el director alterno del IMII.
¿Qué trabajo se está haciendo para sacar una vacuna respecto al virus sincicial?
“Siempre disociaría lo que tiene que ver con las políticas de los gobiernos y del trabajo de la comunidad científica. Sobre el virus sincicial, hemos desarrollado una vacuna para el virus sincicial que está avanzando y que va en fase 2. Hay una vacuna de Pfizer que ya está aprobada, pero que no puede ser administrada en niños. La idea es que esta vacuna avance hacia que pueda ser administrada a niños lactantes. Aprovecho de hacer un llamado a que los padres privilegien el teletrabajo para no exponer a sus hijos. Al cabo de los 2 años de edad prácticamente todo el mundo se contagió, pero la infección antes del primer año de vida puede ser peligrosa y poner en riesgo la vida del niño o dejar secuelas permanentes”, concluye en Palabra Que Es Noticia Leandro Carreño.