Durante los últimos años, se ha generado un gran debate sobre el Rock and Roll Hall of Fame. Para muchos sigue siendo una instancia y reconocimiento con bastante valor, pero para otros, aquello se desvirtuó hace bastante.
Dentro de los argumentos más comunes que uno puede escuchar, está que el museo a olvidado a varias bandas esenciales del género, pero en desmedro de otras que aparentemente no entran en la etiqueta.
En este contexto, una de las más reclamadas por los fanáticos es Iron Maiden, que este año volvieron a ser ignorados. Sin embargo, al contrario de darle más importancia, para el grupo parece ser tema pasado. Es más: el propio Bruce Dickinson en más de una ocasión le ha dicho un simbólico «no» al Salón.
«No quiero estar en el Rock And Roll Hall Of Fame», dijo en entrevista con The Telegraph. ¿La razón? «Porque aún no estamos muertos», señaló Dickinson.
«Algunas personas se sienten casi activamente amenazadas por el metal. No por la naturaleza de la música, sino por el hecho de que no se ajusta a su visión del mundo de lo que debe ser la música pop, es decir desechable y querida. Pues bien, nosotros no hacemos música pop desechable», indicó.
No es primera vez que Iron Maiden dice «no»
Lo interesante es que Maiden tiene esta posición hace bastante tiempo. Y no solo Dickinson, sino otros integrantes de la legendaria agrupación británica.
Hace cuatro años por ejemplo, el bajista Steve Harris dijo que no le importaba que su banda aún no hubiera sido incluida, a pesar de que era elegible desde 2004.
«No me importa que no estemos en cosas así», dijo a Rolling Stone. «Es muy bonito que la gente te dé premios o elogios, pero no nos metimos en este negocio para ese tipo de cosas. No voy a perder el sueño si no recibimos algún tipo de premio. No creo que merezcamos necesariamente esto o aquello. Con lo que hacemos, lo que salga de ello es estupendo. Lo que no salga de ello también es genial».
El propio Bruce declararía más tarde a The Jerusalem Post estar «muy contento de que no estemos allí y nunca me gustaría estar. Si alguna vez nos admiten, me negaré, no les importará tener mi cadáver allí».
«La música rock and roll no pertenece a un mausoleo en Cleveland», mencionó. Agregando que «es algo vivo, que respira, y si lo pones en un museo, entonces está muerto. Es peor que horrible, es vulgar».