El mundo de la música es un amplio universo por explorar. Muchas veces nos concentramos en determinadas bandas, pero lo cierto es que podríamos pasar toda nuestra existencia y nunca terminar de descubrir nuevos artistas que nos provoquen algo.
En este contexto, siempre ha rodeado a las personas el tema del «placer culpable». Varios usan esta etiqueta para aquel estilo de música que no escucharían normalmente o no va con la imagen que buscan dar a la sociedad. Sin embargo, al final del día parece ser algo bastante inútil. Más considerando que una gran cantidad de músicos expresan su fanatismo con libertad.
Josh Homme rompe con los placeres culpables
Uno de los que ha puesto el tema sobre la mesa recientemente es Josh Homme, quien no tiene problemas en reconocer su amplio gusto musical. Aunque, sobre todo, el lider de los Queen of the Stone Age tampoco tiene pelos en le lengua a la hora de criticar a quienes se cierran en este sentido, como si ganaran algo haciéndolo.
«Si estás llegando a los 30 años de edad y no te estás dando cuenta que los géneros son para los adolescentes y para gente que trabaja en una tienda de discos, estás en un gran problema», señaló Homme en conversación con Kyle Meredith. «O quizás eres racista, no lo sé», agregó riendo.
Así, contó que «No tengo placeres culpables, porque no me siento mal al respecto. Cuando estoy cenando con mis hijos escucho a Chet Baker y a Astrud Gilberto, a Stan Getz y Joao Gilberto. Pero de la nada pongo a T-Rex y luego The Cars, o Nilsson Schmilsson de Harry Nilson». Sin embargo, fue aún más allá en el tema.
«Quién soy yo para pretender que no me puede gustar Toxic de Britney Spears. ¿Acaso soy un tonto?», indicó. A lo que el entrevistador le confirmó que, sin duda, es «una de las mejores canciones pop que se han escrito en la historia».
«Totalmente. Quiero decir, aléjate de mí si estás con el discurso de que no puedo escuchar lo que sea», enfatizó. Puntualizando en que básicamente estamos «musicalizando» nuestra vidas, que de por sí a veces es muy difícil de llevar. Relacionado también con el propio nuevo álbum de Queens of the Stone Age.
«La vida real es una locura. Muchas veces no lo imaginos, pero es verdad. Así que estoy musicalizando mi propia vida y quiero hacer un buen trabajo. Quiero ser real. Y de ahí viene la brutalidad del disco, porque la vida es para volverse loco».