Pink Floyd no cabe duda que es una de las bandas más importantes de la historia. Desde el inicio lograron presentar un estilo que fueron puliendo con cada álbum, dejando así un legado reconocible hasta el día hoy.
El éxito del grupo puede ser adjudicado a varios elementos, pero uno de los más obvios tiene que ver con sus integrantes. Aunque, lamentablemente, la lucha de egos no permitió que siguieran junto todavía.
Sin embargo, esto no nunca ha sido un impedimento disfrutar de los trabajos solista de cada músico. Es más, para fortuna nuestra David Gilmour y Roger Waters siguen activos en el presente. Y como sucede con grupos de tanta trayectoria, siempre estamos descubriendo nuevas cosas de su historia.
El experimento de Pink Floyd
Es, precisamente, en torno a los mismos Gilmour y Waters que existe una particular anecdota. Y se trata de la vez en la que Roger Water terminó tocando la guitarra en lugar de su colega.
Todo se sitúa en a principios de los 70, cuando Pink Floyd estaba grabando Meddle. El disco es hoy una joyita escondido dentro de la discografía de los británicos, pero tuvo la particularidad de que una canción, «Seamus», cuenta en los créditos con Waters como guitarrista.
Así, si escuchamos la versión estudio del tema, encontraremos al bajista tocando la Black Stratocaster de Gilmour. Mientras que este último soltó su «viola» para tocar la armónica, detalla Plásticos y Decibelios.
Obviamente se divisa muy raro cuando las cosas no están en su lugar. Pero igualmente terminó siendo sumamente divertido, pues los fans no están acostumbrados a este tipo de cosas.
David llegó a confirmar en una ocasión que: “Supongo que en realidad no fue tan divertido para todos los demás como lo fue para nosotros”.
La canción es tan extraña que incluso incluye los ladridos de un perro que les prestaron, para darle un toque más genuino.
Finalmente solo la interpretaron una vez en vivo, debido a que les dificultaba un poco llevarla a cabo.