Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el prevencionista de riesgos, Luis Salamanca.
Desde el ministerio del Interior se entregó un balance nacional luego del sistema frontal que afectó desde el Bíobio a la Región Metropolitana, registrando 2 personas fallecidas, 3 desaparecidas y 4 mil 272 damnificados. En total se contaron 59 viviendas completamente destruidas ya sea por las lluvias o por la subida de los cauces de ríos y embalses. En este sentido, se reportaron casos de desbordamiento de ríos a raíz de acumulación de escombros y basura.
¿Qué está pasando con los desbordes de cauces por las lluvias?
“Hay un tema de cambio climático y de perspectiva humana, porque en la historia geológica de nuestro país hay una lógica de abastecimiento con las precipitaciones. Estos cauces y napas subterráneas que no se han ocupado regularmente por la naturaleza, los aprovechamos para construir y ocupar los lugares apostando a que no volverán a ser usados”, señala Luis Salamanca.
“Hoy, como lo intervenimos humanamente, intentamos controlar la naturaleza y ahora nos vemos perjudicados. Científicamente podemos prevenir las circunstancias climatológicas. No estamos realmente preparados para una revelación de la naturaleza, como mostró la rivera del Río Mapocho. Estamos inundados en zonas que eran lechos de los ríos y que no recibieron inversiones económicas fuertes para prevención”, indica el prevencionista de riesgos.
¿Hay formas de ir determinando dónde construir?
“Hay innumerables sectores que, cuando aumentaron las lluvias, tuvieron algún daño. Originalmente en lugares como el Cajón del Maipo se construyó con fines turísticos sin pensar en los cambios del cauce. Los tomadores de decisiones deberían asesorarse con científicos que puedan ayudar a prevenir. Las políticas públicas cambian constantemente, cada 4 años, por lo que la lógica de suelos se va modificando según los intereses de quienes van tomando el poder”, afirma Luis Salamanca.
“El siglo pasado estuvo el desastre de los aluviones en la Quebrada de Macul y hoy vemos que en esa zona todavía tenemos desarrollo urbano autorizado y con construcciones ‘sólidas’. En Viña del Mar vemos Punta Piqueros que fue una lucha para poner un hotel frente a los roqueríos que no cuadra en lo que se autorizó a construir versus lo que la naturaleza está diciendo que no se puede hacer. Hay que profesionalizar las decisiones urbanas. Si se decreta zona de inundabilidad, simplemente no se puede construir”, asegura el prevencionista de riesgos.
La canalización, particularmente en la Región Metropolitana, dio cuenta de una gran acumulación de basura que arrastraban los canales, ¿se relaciona con esto?
“Zonas como La Reina tienen el desarrollo urbano pensado alrededor del canal con enrejado que provoca que haya poca intervención de basura. En Providencia, cuando veías pasar el cauce del río, era posible verlo sucio, pero no con contenido, con residuos. Cuando el río se abre, desde las comunas de Renca y aledañas, donde el lecho del río está abierto y con más facilidad de acceso, se empezaron a acumular desechos donde un 40% al ojo podría haber sido desechos naturales y el resto basura que fue botada por humanos”, plantea.
“Tenemos una muy mala costumbre. No hay mala voluntad de disponer los desechos en lugares, sino que no hay dinero ni políticas para ordenarlo y evitar que termine en los lechos de los ríos. La planificación urbana y el recurso que se necesita para profesionalizarla no se ve. Combatir la basura en los ríos significa costo, tiempo y profesionalización”, concluye en Palabra Que Es Noticia el prevencionista de riesgos, Luis Salamanca.