El cine de Quentin Tarantino tiene, sin duda, una gran cantidad de fanáticos. Con clásicos modernos como Pulp Fiction, Inglorious Basterds o Django Unchained, el director ha dejado su marca en la historia del séptimo arte. Sin embargo, también se ha creado una reputación algo «especial».
En más de alguna ocasión, sectores conversadores han cuestionado a Quentin por contener demasiada violencia en sus historias. Y otros han remarcado la gran fijación que tiene por mostrar pies. Algo que no se puede contradecir, ya que -efectivamente- en la mayoría de sus cintas podemos encontrar al menos un primer plano de pies descalzos.
Sin embargo, pese a estas dos características, Tarantino aun así hay líneas que ha decidido no cruzar, y una de ellas tiene que ver con matar a animales. Nunca lo hecho, y como dijo en una entrevista reciente, tampoco nunca lo hará.
«Me molesta mucho matar animales en las películas. Es un puente que no puedo cruzar», dijo Tarantino. «También a los insectos. A menos que pague para ver un documental absurdo, no pago para ver muertes reales. Parte de la forma en que funciona todo esto es que es pura fantasía. Por eso soporto las escenas violentas, porque todos estamos jodiendo».
Y continuó: «A algún animal, algún perro, alguna llama, alguna mosca, alguna rata, le importa una mierda tu película. Mataría a un millón de ratas, pero no necesariamente quiero matar a una en una película o ver cómo matan a una en una película, porque no estoy pagando para ver una muerte real», señaló en conversación con Variety.