Una álgida semana ha vivido la política revuelta por las reuniones de reforma provisional, las enmiendas entregadas por el Partido Republicano y el sorpresivo robo al edificio del Ministerio del Desarrollo Social que hace cuestionar la figura del ministro Giorgio Jackson. Estaremos analizando la semana con el sociólogo Axel Callís en Palabras Sacan Palabras.
¿Cómo ve la situación del robo de computadoras?
«Es algo increíble. Al ver los videos y el material gráfico, uno se confunde entre la realidad y la ficción. Es absurdo intentar explicar algo que está fuera de un contexto cultural, como el hecho de que ladrones tomen un UBER. Este robo es inaudito en términos del delito en sí y las circunstancias lo hacen aún más incomprensible. Uno podría decir cualquier cosa sobre el pasado de Jackson, pero ¿por qué le roban el ministerio? Esto levanta sospechas desde el principio. Es absurdo que incluso el fiscal lo califique como un robo común.»
¿Hay un aprendizaje en todo esto?
«Las declaraciones de ayer fueron inauditas, con Jackson sugiriendo que esto es una maniobra conspirativa, algo así como un «Watergate» de la derecha para derrocarlo, algo que, en cierta medida, no descarto. Ahora, la pregunta es qué estaba haciendo Jackson en la madrugada y por qué la fiscalía no llegó antes. Este caso deja muchas interrogantes. Un fiscal que dice a las 11 de la mañana que es un caso común, mientras que la derecha acusa una maniobra política para borrar pruebas… todo se interpreta de manera ambigua y parece que todos hemos visto demasiadas series de televisión porque nadie le cree a nadie. Claramente, esto perjudica al ministro.»
¿Hay alguna claridad en de cómo ocurrieron los hechos?
«Uno se pregunta, si un guardia que claramente no tenía mucha capacitación o un delincuente de otra persona normal, también le hicieron el cuento del tío al Ejército. Si estas cosas están sucediendo, uno no sabe en qué país está viviendo.»
¿Cómo afecta la imagen del ministro Giorgio Jackson?
«No se puede establecer un orden cronológico, pero sí se puede entender desde la lógica de la política que en un gobierno hay ministros que vuelan solos y otros que son un problema. Los que vuelan solos pueden enfrentar las crisis, como el caso del ministro Cordero. Y hay otros que deben ser intervenidos, como el caso de wl ministro. Cuando tienes un ministro que está acostumbrado a operar según sus impulsos, está prácticamente fuera.»
¿Y la del gobierno?
«Un dirigente, por debilitado que esté, no tiene garantías de que la oposición acceda a pedir cosas si no se sienta en la mesa a negociar con el. Siempre he dicho que Jackson es el socio fundador de este régimen, él diseñó este modelo, por lo que no es un ministro que llegó, sino alguien que siempre ha estado presente desde el diseño original. Sacarlo no es solo cuestión de «sacar al amigo», el Ministro es quien puso la primera piedra del gobierno, lo que tiene un valor significativo.»
¿Qué es lo que debiese hacer el Presidente al llegar a Chile?
«Lo primero es destacar la segunda parte de su gira, que fue muy exitosa, a pesar de las controversias en las conmemoraciones. Por otro lado, es importante presionar a la fiscalía para que encuentre la verdad policial sobre lo que ocurrió, dónde están las computadoras, qué había en la caja fuerte, en fin, todo lo que ayude a esclarecer la polémica. Las burlas y la comedia solo afectarán negativamente la imagen del gobierno.», cerró en la conversación para La Radio del Rock el sociólogo Axel Callís.