Es la toma más grande de Santiago y sus habitantes ven con preocupación, no solo la falta de condiciones dignas para vivir, sino también los actos delictuales a metros de sus casas. Conversamos sobre esto en el estudio de Palabras Sacan Palabras con Inés Fuentes y Pamela Santisteban, dirigentas de la toma Un Nuevo Amanecer de Cerrillos que apelan a la ausente ayuda de las autoridades.
¿Qué pasó?
Para empezar los homicidios sucedieron fuera del campamento, no dentro. De hecho, las personas no viven ahí y no está bien dada la noticia de la alcaldesa. Carabineros y las policías dieron la información de que no tenía nada que ver con el Campamento Nuevo Amanecer.
¿Creen que sea una manera de menoscabar a quienes viven ahí?
Desde un principio hemos tenido problemas con las personas de al frente de la toma, los vecinos de la Oreste Plath. Ha habido acusaciones respecto a la toma. Es cierto que hay bastantes cosas malas al interior de la toma, pero también cosas buenas. No todo es como lo dicen. Han ido autoridades y conocen como es por dentro y cuánto nos ha costado regularizar todo. Estamos falto de apoyo.
(PAMELA) Encuentro que nos menosprecian porque siempre se va a ir en la categoría de que somos irregulares. La gente va a echarnos la culpa por eso. En Chile y en todos los países hay mucha delincuencia y lugares como las tomas siempre van a ser puntos de foco de estas noticias. Nosotros como personas normales no podemos ir al mismo ritmo que la delincuencia.
¿Cuándo empezaron a vivir allí?
Desde 2020 durante la pandemia. Se ha hecho cada vez más grande por la falta de seguridad. No es tan peligroso como la idea de que hay niños con armas, eso es mentira. No diría que es un barrio complejo, tiene delincuencia como cualquier otra parte de la región.
¿Consideran que hay partes tomadas por los narcos?
Si llega a la toma no va a encontrar gente afuera vendiendo droga. Dentro es un pasaje normal, la mayoría son trabajadores. Nosotros no hemos visto y no nos consta presencia del narco. Hay rumores, pero no tenemos base para asegurar que si hay. Es como cualquier barrio.
¿Creen que la alcaldesa está tratando estigmatizar la toma?
Creo que quiere llamar la atención de las autoridades porque ella sola no puede con esto. Han solo habido mesas de trabajo frustradas que buscan una solución de seguridad y habitacional. Tiene que pasar algo grave para que entren Carabineros y ahora, después de los asesinatos, recién están entrando. En los 3 años que llevamos viviendo acá no habíamos visto presencia policial. Se escuchan las discos y algunas veces balazos, pero como en cualquier comuna de bajos recursos de Santiago. El Parque, desde el estallido social, siempre ha sido un problema y un nido de gente que llega a drogarse. Nosotros estamos faltos de apoyo de la señora Lorena Facusi porque hemos iniciado mesas de trabajo cuando hay necesidad. Ellos nos citan dos o tres veces a reunión y después se van alejando y esto queda en el camino
¿Qué están pidiendo?
Queremos trabajar con ellos para tener seguridad, una vivienda digna. Nadie quiere estar gratis. Necesitamos estar con seguridad. De un principio fueron chilenos los que vendieron a extranjeros el terreno y los estafaron. Es una cosa que no es nada del otro mundo, no se puede pensar que esto se presta para que sea una práctica normal. Nosotros queremos llamar la atención de las autoridades y de quienes pueden hacer apoyo en el trabajo. Estamos conscientes de dónde nos hemos metido y de dónde venimos, pero eso es una realidad. Mientras sigamos en la misma conversación nos vamos a quedar estancados. Necesitamos avanzar y estamos aptos para conversar ya sea para irnos o para quedarnos.
¿Cuál es el tema que se repite?
Nos dicen si sabemos o no que estamos en terrenos privados. Hemos tenido contacto con algunos de los dueños y ellos están dispuestos a trabajar y a apoyarnos para conversar del Serviu y elaborar una expropiación de terreno para que se les pague. Hasta ahora el ministro de Vivienda no se ha comunicado con ellos.
¿Qué opina del ministro Carlos Montes?
Estuvimos en alguna oportunidad con él y nos dijo que los terrenos estaban muy difíciles. Nos dieron calmantes, como decirnos que tienen que averiguar y que verán que pueden hacer y prometiendo reuniones, pero no pasa nada. Entraron autoridades, ministros, van solo a sacarse fotos y después desaparecen.
¿Han escuchado algo sobre lo que pasa con Democracia Viva y de las fundaciones? ¿Qué opinan de eso?
No nos importa. Estamos pidiendo la atención de las autoridades porque no se puede hacer nada sin que ellos tengan ese permiso. No se puede ayudar porque los terrenos son de tema de privados.
(INES) Yo trabajo en una fundación y gracias a su dueño hemos tenido ayuda. Muchas fundaciones llegan a ayudarnos, pero no pueden entrar porque los terrenos son de privados. Estamos colgados de electricidad precisamente por eso. Hay muchos negocios y sigue llegando gente.
¿Cuál es la lógica del lugar? ¿Es aparte de la ciudad? ¿Cómo se organizan?
Estamos divididos por sectores y nos organizamos entre nosotros porque cuando pedimos ayuda no nos escuchan. Nos orientan con el tema legal. Cuando se llega a terreno se ve que la toma está organizada. Somos 11 dirigentes, tenemos reuniones constantes y estamos de acuerdo para trabajar a la par. Hay sectores más tranquilos que otros, como cualquier barrio.
¿Importa si se fuera el ministro de Vivienda?
Creemos que si importa, pero solo si hacen un trabajo de verdad. Por eso pedimos fechas, porque queremos una realidad. El día que hubieron lluvias estuvo el ministro Giorgio Jackson por allá y no llegó a entrar completamente porque habían inundaciones y quedó de volver y de darnos una respuesta, pero no supimos más.