Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el ex jefe de Seguridad Pública de Interior, Jorge Araya.
El Ministerio del Interior dio a conocer este jueves el primer Informe Nacional de Homicidios Consumados, que evidencia lo que para el Gobierno es un alza sostenida de tales crímenes desde el 2017, salvo en 2021. El estudio elaborado por el Centro para la Prevención de Homicidios y Delitos Violentos -que encabeza la Subsecretaría de Prevención del Delito- unifica por primera vez los datos reportados en torno a este delito desde el Registro Civil, la Fiscalía, la Gendarmería, la PDI y Carabineros, y hace un recuento de las cifras arrojadas entre 2018 y 2022.
Al ir al detalle, el informe establece que, con el reporte de 1.322 asesinatos en 2022, se registraron 6,7 homicidios por cada 100 mil habitantes, elevando con creces la tasa de 4,5 de 2018, cuando hubo 845 casos de ese tipo a nivel nacional. También aumentaron hasta 53% los delitos con armas de fuego, y se constató que el 64% de los crímenes se produjo en la vía pública, y que cuatro de cada diez ocurrieron durante los fines de semana.
¿Qué se puede resolver de la salida de este informe?
“Celebrar en primer lugar que haya por primera vez un informe de que nos entregue estos datos, pero por otro lado constatar la torpeza de que nos hayamos demorado tantos años en hacerlo. Es lamentable como antes uno buscaba las cifras y tenías un resultado parcial de las cifras. Hay un crecimiento sorpresivo que habíamos advertido, es una situación grave porque el homicidio dejo de ser parte del crimen tradicional, ahora lo es en muy gran parte del crimen organizado”, señala Jorge Araya.
¿Cuál es uno de los factores más preocupantes?
“Deberíamos aspirar la cifra que tiene la OCDE en cuanto a países desarrollados, porque Chile tenía una tradición de estar por debajo de los países latinoamericanos, que estaba en tazas de 2,3 por cada 100 mil habitantes y deberíamos aspirar a recuperar ese factor. Cuando teníamos una taza de delincuencia de robos particulares, delincuencia tradicional con ciertos códigos, pero la situación se disparó y hay que hacer todos los esfuerzos institucionales para parar esta tendencia”, indica el ex jefe de Seguridad Pública de Interior.
¿Cómo cree usted que opera la perspectiva de la impunidad?
“Tengo una tesis personal, respecto de la capacidad del estado en modernización y sofisticación, y yo creo que Chile quedó chico en ese sentido. Se desestimó o se aminoró la importancia del problema de la inseguridad y gracias a ello el país ha invertido poco, solo un 1.2 del PIB en materia de seguridad pública, en contra parte con los países vecinos que gasta alrededor del 4. Tiene que haber un gran pacto nacional que diga que tengamos que invertir más en esta problemática. Las bandas criminales tienen canales sofisticados de comunicación y nosotros nos estamos quedando atrás”, plantea Jorge Araya.
¿Es necesario invertir de otra manera en materia de seguridad públca?
“En los años recientes se ha invertido bastante en materia policial, pero eso no nos sitúa en un estándar que de abasto con las necedades del país. Pero también no tiene que ver solo con recursos, tiene que ver también con una mejora de inteligencia, de capacitar de mejor manera a nuestras policías. Hay una importante preocupación en la desestimación de los casos y a raíz de eso nos encontramos con una situación de impunidad real. También hay un gran porcentaje de homicidios y hoy la mayoría no se están esclareciendo, donde no hay imputado conocido, es un 46%, la cifra que señala esto”, fundamenta el ex jefe de Seguridad Pública de Interior.
¿Hay una relación entre aumento de homicidios e inmigración?
“Se tiene que hacer el nexo, pero evitando los prejuicios. Hay asesinatos por extranjeros, si, pero hay que verlo como una sumatoria al caso de los homicidios realizado por los chilenos. Un 65% de los responsables tienen antecedentes penales, son delincuentes habituales, pero son chilenos, del resto no tenemos antecedentes precisos de los extranjeros porque, o no tienen registro o no tienen antecedentes previos, y la investigación en este caso entra en cuesta arriba”, concluye en Palabra Que Es Noticia Jorge Araya.