A lo largo de su historia, la música ha sido marcado por una cantidad interminable de músico. Muchas de ellas duplas compositivas, que han sacado adelante a la banda que lideraron o lideran hasta el día de hoy. En esa línea, no cabe duda que una de las más emblemáticas para el rock han sido Gene Simmons y Paul Stanley.
Ambos músicos han sostenido a Kiss no solo a través del éxito, sino también de tormentosas relaciones en las cuales ellos dos han sido los únicos miembros fijos en las cinco décadas de trayectoria del grupo. Y pareciera que ahora que están llegando al final del camino, es cuando más se vuelve emocional el tema.
Gene Simmons y Paul Stanley: el sostén de Kiss
Así lo ha mostrado el propio Simmons, quien recientemente repasó el vínculo que formó con su colega, donde destaca en especial la «dinámica de hermano que nunca tuve» entre ellos. Haciendo referencia, al mismo tiempo, al agotamiento que sufrieron otras icónicas relaciones similares.
«Me siento muy orgulloso. Lo mejor fue cuando me encontré con mi amigo Paul Stanley. Seguimos teniendo una relación asombrosa, y siempre me ha entristecido mucho cuando John Lennon y Paul McCartney, o Mick Jagger y Keith Richards empezaron a pelearse. Ni siquiera Caín y Abel se llevaban así”.
Como toda relación humana, Gene en conversación con Piers Morgan señala que «no estamos de acuerdo en muchas cosas». Sin embargo, lo han sabido llevar: «Tengo una admiración y un respeto permanentes por el talento que él tiene y que yo nunca tendré, y espero que por la pieza del rompecabezas que yo aporto y que él no tiene».
Sobre la química entre ambos, el bajista afirma: “Funciona. No lo sabes todo, y yo no lo sé. Pero cuando conoces a alguien que es un espíritu afín, puedes correr y ser más grande de lo que nunca fuiste».