Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamo con el escritor español Lorenzo Silva.
Tras un cuarto de siglo dedicado a explorar las profundidades del crimen en sus novelas, Lorenzo Silva se adentra en su último thriller, “Púa”, llevando al lector al corazón de aquellos que desafían los límites de la ley y cruzan la línea roja. En esta historia, el autor prescinde de nombres y fechas para mostrar la guerra sucia contra el terrorismo que se libró en ciudades que podrían pertenecer a cualquier país. “Púa” marca un cambio de registro para Silva. Este thriller oscuro sumerge al autor en la realidad de aquellos que participan en una lucha donde no hay espacio para medallas ni honores, conscientes de que su existencia será negada hasta por ellos mismos. A lo largo de su trayectoria, Silva nunca ha revelado sus fuentes al crear sus ficciones, pero siempre ha dejado claro en sus novelas que detrás de cada historia hay una gran dosis de realidad.
¿Por qué la indeterminación en la novela?
“La novela tiene esta indeterminación temporal y espacial porque quería hablar de la guerra sucia en general, como un fenómeno presente en todo el mundo. La guerra sucia plantea la idea de que la solución institucional es precisamente pasar por sobre la institución. Los británicos recurrieron a la guerra sucia con el IRA y tuvieron que terminar pactando con ellos”, señala Lorenzo Silva.
¿Qué es la guerra sucia?
“Durante 5 o 6 años, a principios de los 80, según una sentencia judicial del Tribunal Supremo Español, una serie de autoridades organizaron una red para secuestrar y asesinar a integrantes de ETA. Contrataron mercenarios que disparaban a quien les parecía, fueran del ETA o no, y eso se terminó entendiendo como guerra sucia”, indica ele scritor español.
¿Qué nos puedes decir sobre los servicios de Inteligencia?
“Hacen falta para defender la propia legalidad del Estado. Esos servicios van más allá del Estado en tanto que los cuerpos policiales, en determinadas acciones como la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo, tiene que hacerse más allá de las policías, con una búsqueda más sigilosa. Una cosa es que se haga una investigación menos visible y otra cosa es que se haga por sobre la ley”, afirma Lorenzo Silva.
Cuéntanos de tus protagonistas.
“Son Rubén y Virginia, miembros de un cuerpo policial militar. Las novelas hablan de la función policial que investiga crímenes en toda España. Y estos personajes me han servido para reflejar la realidad contemporánea española en toda su diversidad porque la recorren completa. Incluso saliendo del país algunas veces por la necesidad de la investigación. Ha sido una manera de narrar a través del crimen las grietas de la condición humana individual y las grietas colectivas de las sociedades humanas, que muchas veces son fuentes del crimen”, cuenta el escritor español.
¿A qué te refieres cuando hablas de crimen?
“Mis personajes siempre investigan homicidios y a partir de ello hay un trasfondo como motivaciones personales. España es un país donde no hay muchos homicidios con una tasa de criminalidad violenta muy baja e intento inspirarme en una criminalidad real. Abordo problemáticas como el qué está pasando en las relaciones familiares como para que ocurran crímenes al interior, el narcotráfico y la corrupción política y policial. Intento señalar los rincones oscuros de la sociedad”, asegura Lorenzo Silva.
¿Cómo ves tu el avance de la extrema derecha en España?
“Lo veo con consternación, porque las propuestas ideológicas de la extrema derecha. No tengo ganas de volver a ciertos tabúes que se experimentaban durante la dictadura española. Es bueno que haya gente que represente las ideas ultraconservadoras y la ultraderecha española es democrática porque no alienta el golpismo y participa de las elecciones, pero hay rigideces ideológicas que podrían pasar a llevar los derechos de las personas”, comenta el escritor español.
¿Por qué avanzó?
“Tiene varias causas. Sus votantes son una parte nostálgicos del periodo anterior, franquistas. Son pocos. Otra gente viene de capas populares empobrecidas que se sienten burladas por la izquierda. Yo vivo en Madrid y hace un tiempo tuvimos un ayuntamiento de izquierdas y este ayuntamiento dejó de lado por completo los barrios populares y las elecciones siguientes perdieron las elecciones porque la gente de esos barrios no votó por ellos. El principal nutriente de la ultraderecha en España han sido los movimientos independentistas vascos y catalanes, que generaron una división política e ideológica que la ultraderecha aprovecha con sus ideas nacionalistas para mantener unión en una población afectada”, plantea.
¿Cómo ves la izquierda chilena en comparación a la española?
“Por lo que sigo de la actualidad chilena, veo una cierta analogía, pero veo dos diferencias. Esa izquierda nueva que promete una nueva alternativa llegó realmente al poder. En España alcanzó algunos ministerios, nada más. Paradójicamente, esta izquierda en Chile se comporta de una forma más institucional y en España se autodestruyó por no ser coherente, siendo antisistema y formando parte de un ministerio”, concluye en Palabra Que Es Noticia el escritor español Lorenzo Silva.