Han sido días agitados para la esfera política nacional. El desarrollo del Caso Convenios agudizó las tensiones entre oficialismo y oposición, lo que exploto este viernes que pasó con la renuncia de Giorgio Jackson al Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Sin embargo, el tema tiene hoy al Gobierno siendo presionado por parte del Partido Republicano y Chile Vamos, quienes han puesto obstáculos y condiciones para abordar otras discusiones como la reforma de pensiones o el pacto fiscal.
Sobre esto y más, conversamos en Palabra Que Es Noticia con la diputada de Convergencia Social y presidenta de la Comisión de Hacienda, Gael Yeomans.
¿Era un obstáculo Giorgio Jackson para continuar el avance de la agenda del gobierno?
En lo concreto, era una solicitud que hizo la UDI y otros partidos como Chile Vamos y Republicanos; además, de que estamos todavía pendiente de qué es lo que va a pasar con la acusación constitucional que le presentaron en su contra. Así que, sin duda, era un tema que se planteó como condición para poder dialogar en la reforma de pensiones, en Pacto Fiscal, y que ahora, entiendo, se está aumentando a nueva condiciones.
¿Usted era de aquellas personas que creía que el Presidente tenía que hacer un cambio de gabinete o que no se tenía que dar el brazo a torcer?
Primero, creo que, en esta materia, el ex ministro no tenía ninguna responsabilidad en este caso ni penal, ni de ningún tipo relacionada a los convenios o relacionada al robo (de computadores), que se la ha ido adjudicando, que se puede constatar incluso en las cartas que envió la bancada de la UDI al Presidente de la República, y que me parece que es necesario que se presenten las querellas por calumnias e injurias. No me parece que ese tipo de mentiras queden allí y se instalen a propósito de hechos políticos y se vuelvan a utilizar como herramientas en otras oportunidades. Se debe establecer un estándar de que ese tipo de mentiras no son admisibles para la discusión política.
¿Cuál cree usted que es el impacto en el gobierno y en la coalición política la salida del ex ministro Jackson?
A mí me parece que es un impacto relevante, no hay duda que la figura de Giorgio Jackson es una figura importante para el Frente Amplio, para su conformación y además para el gobierno; y eso lo saben tanto desde las otras fuerzas políticas como también la sociedad en general.
¿Cree usted que hay una diferencia en la reacción de los distintos partidos de la oposición?
A quienes he visto con mucho énfasis a hablar, son la UDI y el Partido Republicano, quienes han señalado que no va a cambiar su disposición al diálogo respecto al gobierno, aun con esta renuncia puesta sobre la mesa, e incluso desde la UDI se ha hablado de que quieren condicionar el dialogo en materia de pensiones a que tengamos una reforma a la pinta de ellos, y eso no es dialogar ni acordar, eso es imponer una visión cuando ellos no son gobierno, son una bancada que no fue parte de los diálogos en la mesa técnica en la reforma de pensiones que quedaron fuera cuando todo el resto participó. Si ellos no quieren recoger este tipo de gesto, espero que no sea la misma disposición que el resto de las bancadas a quienes han participado en las conversaciones de la mesa técnica. Espero que, además, sea la misma posición que tengan respecto al Pacto Fiscal.
¿Se podrá destrabar este clima político?
Lo que puedo decir, es que en el Congreso, a veces se dan discusiones simplemente por dar un debate y mostrar contrapuntos y ver quien pega más fuerte al otro, como si de eso se tratara el debate político. Las diferencias políticas están bien y son incluso necesarias en un espacio democrático, pero cuando la diferencia se traduce solamente en un ataque personal, ya no hay como dialogar, discutir o avanzar. Y lo que la ciudadanía espera son avance. Se requiere que los partidos estén en sintonía y en cuanto a partidos como el Partido Republicano, ellos no están dispuestos a dialogar, solo están en el Congreso para dar contrapuntos y la UDI está cayendo en eso por un tema de espacio político y una disputa por dentro de la derecha que es de carácter como bloque político, algo que perjudica al país.
¿Esto es un asunto derechamente estratégico?
Hay una vocación por tener una reforma de pensiones, y si hay que hacer gestos políticos que es lo que hizo el ex ministro Jackson, de por medio se van a hacer. Siempre cuando eso conlleve a tener avances.
¿Cuál es la línea roja del gobierno en términos de negociación?
Respecto a contenido se ha partido de una premisa mucho más amplia e independiente de lo que yo pueda pensar en lo personal, pero es la premisa con la que ha partido la ministra Jara. Esta reforma propone aumentar las pensiones promedio en 200 mil pesos con el seguro social, sin tocar lo que es la PGU; y que presenten una contrapropuesta que genere los mismos incrementos en los montos de pensiones para jubilaciones que se pagan hoy, no que se pagarán en 20 años más. Y esa contrapropuesta no se ha presentado, solamente se han basado en un visión ideológica que es el modelo actual, que es la capitalización individual, que, además, son las restricciones que tiene el modelo, las cuales son que, cada uno deposita y ahorra en un fondo, pero ese fondo, va a repercutir en una mejor pensión en 20 o 40 años más. Lo que quieren es replicar el modelo actual en la propuesta del seguro social, que si pasa eso no sería seguro social. Entonces se puede conversar sobre porcentaje, pero cada punto menos con una visión de seguro social, significa que no van a aumentar las jubilaciones hoy, tendrá una repercusión económica en la ciudanía.
¿Puede ocurrir con esta renuncia un rediseño en los objetivos del gobierno?
Yo creo que se están pasando para la punta, porque ¿dónde se ha visto que uno exige una condición para conversar cuando esto es parte del trabajo que le corresponde a los parlamentarios? Ellos pusieron una condición para ir a trabajar y la condición se cumplió, y ahora están ampliando esas condiciones para ir a trabajar. Yo no sé qué trabajador o trabajadora puede hacer eso y que continuamente esté en condicionar, y ahí veo que el gobierno tiene una responsabilidad. El gobierno tiene que sacar adelante la reforma de pensiones y si eso implica dejar a algunos afuera porque no quieren ser parte de un acuerdo, que se queden afuera, porque la ciudanía no puede seguir esperando que la reforma de pensiones siga dilatándose y no ver un aumento sustantivo en sus jubilaciones.