Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.
Hay preocupación por los daños que dejarán las lluvias en las siembras de las regiones de O’Higgins, Maule y Ñuble, las más afectadas por el sistema frontal. Expertos coinciden en que las cebollas, zanahorias, habas son algunos de los cultivos más afectados, junto con las sandías. Hay predios severamente dañados y de momento solo queda buscar acuerdos con las comunidades, en medio del llamado a adaptarse al cambio climático.
¿Qué pasó con los canales que se vieron afectados?
“La Comisión Nacional de Riego tiene vinculo y dialogo con la Asociación de Canalistas a lo largo de todo Chile. Y creamos un concurso express, para reparar y limpiar decenas de canales por todo el país. Son 16 mil millones para esa vía; siete mil para pequeños canales y brindar más de 20 mil millones en apoyo. Se ha trabajado fuerte y ha sido muy relevante el trabajo con el Ministerio de Obras Públicas. El ministerio, en muchas de las cuencas, hizo trabajo de crear defensas con material del propio río y también volver a limpiar y enchufar las bocatomas de las redes de canales, lo que es fundamental para que no tengamos problemas mayores”, señala Esteban Valenzuela.
¿Hay algún catastro general de los daños generados a la industria frutícola?
“Ha sido muy duro en el Maule y el Ñuble. Pero no tan duro en O’Higgins y Biobío. En la Región del Maule lo ha sido por la excesiva lluvia. Una cantidad enorme de cuencas por el desborde de los ríos. Con tanta lluvia persistente, las montañas transversales que tenemos han estado generando inundaciones y apozando muchos valles donde hay frutales. Y entonces, si eso no se drena pronto, puede generar un daño mayor a la fruticultura. En algunos casos estaban comenzando los florecimientos de cerezos donde la cereza es fundamental como fruto de exportación y ahí puede haber un daño que lo vamos a tener que cuantificar con FEDEfruta”, indica el ministro de Agricultura.
“Por otro lado, el gran productor de sandías de melones y de habas de la Región de O’Higgins y el Maule, que son cultivos de invierno; nace la gran interrogativa de qué vamos a hacer con esto. Se va a cortar entre cinco millones a los agricultores que son más de 13 mil quienes fueron afectados por el frente de mal tiempo anterior y con el sistema frontal actual. A ellos, se les dará este capital de trabajo entre otros aportes, para que haya cultivos de primavera, como el maíz, el arroz, hortalizas, tomate, ají, pimentón, etc”, complementa Esteban Valenzuela.
¿Esto tendrá un impacto en los precios?
“Va a tener y es inevitable. Por temas de cadenas logísticas y las personas que quedaron aisladas que es algo que toma tiempo reparar. Nuestra agricultura es muy diversa, y en el caso de O’Higgins y Biobío, hay mucha agricultura en zonas de precordillera con buen drenaje; también hay muchos actores que han transitado a los cultivos de invernadero”, asegura el ministro de Agricultura.
¿Cuántas son las hectáreas afectadas por este sistema frontal que tienen que ver con frutas, verduras y hortalizas? ¿Cuál es el daño estimado?
“Hay que hacerlo comparativamente. La Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), dijo en el evento anterior provocó alrededor de 30 millones de dólares en pleno periodo de latencia invernal de los árboles frutales, por tanto, ahora debiese ser más. La otra vez tuvimos 300 mil hectáreas con algún nivel de anegación o peligro de no tener agua para la primavera, pero finalmente fueron 20 mil las hectáreas gravemente dañadas”, afirma.
¿Cuáles serían los productos que se verían afectados en sus precios?
“En animales tendremos menos afectación porque la gente hizo caso de sacar a los animales del borde de los ríos. En el sector frutícola lo que puede tener más impacto es la cereza, sin lugar a dudas, porque es de floración temprana. Se repiten muchos los casos de cerca del Río Claro de campesinos agricultores productores de melones y sandías que se van a ver afectados”, concluye en Palabra Que Es Noticia Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura.