12 cuerpos precolombinos de origen polinesio fueron encontrados en el litoral, lo que refuerza la teoría de las migraciones de antaño desde Asia y Oceanía hasta América. Conversamos en Palabras Sacan Palabras con el historiador Juan Carlos Arellano.
¿Se crea una nueva teoría o línea de pensamiento con este hallazgo?
«La teoría en sí no es nueva, se trata de las migraciones de la Polinesia. Sin embargo, este hallazgo en jardines de esmeralda, donde se encontraron más de 40 cuerpos con características polinesias, es significativo. Se investiga si existe una conexión con lo que sucedía en el litoral y el Valle del Mapocho. Los profesionales a cargo proponen que tenían rasgos polinesios similares a los del valle. Si las investigaciones avanzan, en el futuro se podría indagar en la posible relación entre ellos».
¿Dónde están estos 12 cuerpos?
«Los cuerpos se encuentran un poco más arriba, a unos 7 u 8 kilómetros en el museo de San Antonio, esto se debe a que están protegidos por ley. El hallazgo ocurrió en una construcción privada, y al encontrar los cuerpos, los dueños contactaron a Monumentos Nacionales, quienes instruyeron el rescate de los cuerpos. Los dueños financiaron el rescate, lo cual es destacable, ya que no es algo común».
Juan Carlos Arellano: ¿Se presume que era un pequeño cementerio?
«Es posible que haya sido más grande, pero no había obligación de seguir excavando. Monumentos Nacionales proporcionó las coordenadas para llegar al lugar del hallazgo. También es importante resguardar estos lugares; Marcelo Soto, de la municipalidad, proporcionó las coordenadas para contactar a los dueños, quienes gentilmente nos invitaron».
¿Qué hay en ese lugar?
«El lugar es maravilloso, se genera una conexión con la paz, la tranquilidad y la energía que se siente. Redescubrir que en ese lugar se encontró un cementerio nos hace pensar en cómo vivían en ese ambiente».
¿Hay similitudes culturales o algún tipo de sincretismo?
«Es crucial acercar estos contenidos a la gente, no solo a través de la ciencia. Se pueden comparar, por ejemplo, las gallinas polinesias con las gallinas de los Incas, que son prácticamente similares. También existen similitudes en las prácticas culturales, como la forma de alimentarse y cocinar, que se observan tanto en Nueva Zelanda como en Chiloé. Estos aspectos culturales son importantes para entender la relación entre distintas comunidades» cerró diciendo en entrevista con La Radio del Rock, el historiador Juan Carlos Arellano.