El Movistar Arena se va llenando en un día feriado en Chile. El concierto está programado para las 19:00 horas. En la previa sólo música del cancionero local y la gente corea ‘Quieren dinero’ de Los Prisioneros. Luego, un video con saludo de muchos músicos nacionales y donde el aplauso más grande se lo lleva Álvaro Henríquez.
Minutos después de las siete de la tarde se apagan las luces, en la pantalla aparece la imagen de Sergio ‘Pirincho’ Cárcamo y presenta a esta “nueva banda” llamada ‘The High Bass’. Aparecen sobre el escenario luciendo la ropa que los ha acompañado en toda la gira por Chile y que es una tela de un cuadro de Raúl Olivares, el eterno diseñador de la gráfica de Los Jaivas. El piano de Claudio Parra activa las notas que dan comienzo a ‘La vida mágica’. “Tocar, tocar y tocar” y no hay nada que defina de mejor manera la vida mágica de Los Jaivas en sus sesenta años.
‘Aconcagua’ y ‘Valparaíso’ siguen el programa y la primera gran explosión de emoción en la audiencia, todo emociona esta noche. Palabras que tienen que ver con los orígenes en Viña del Mar. La cercanía con Valparaíso y la invitación a unos amigos de la vida: ‘Tilo’ González y Pancho Sazo de Congreso se suman para cantar la obra del ‘Gitano’ Rodríguez. Con la compañía del ‘Gato’ Alquinta en un archivo visual. Es fiesta porteña en la capital.
Celebración de los 60 años de Los Jaivas
Es el turno de Claudio Parra (como lo será para cada integrante durante la noche), el pianista, el director musical de la banda para evocar la infancia, su madre, su tía, las seis tías que los criaron, su padre y el ‘tío moncho’, un señor que les enseñó a divertirse con la música y que fue fundamental a la hora de dar forma al lenguaje de Los Jaivas. Todo apoyado por archivos de videos familiares. “Una vez que nos divertimos, le dimos forma”. Arranca ‘Tarka y Ocarina’, una pieza gigante del rock progresivo en el mundo, así debería ser.
En una noche de emociones la presencia de Eduardo Parra, miembro estable del grupo, más no permanente en el escenario, en las pantallas y luego en el escenario, es una imagen muy potente. Con él sólo faltan Gabriel y Gato. Su teclado está listo y comienza ‘La Conquistada’. Más lágrimas, más emociones.
Historias
Canciones e historias que siguen con ‘Arauco tiene una pena’, otra pieza enorme del rock progresivo mundial (así debería ser), ‘Pregón para Iluminarse’ donde es el turno de Francisco Bosco, multintrumentista del grupo, de contar su historia con Los Jaivas, de haberlos escuchado con cinco años por primera vez y del regalo de la vida de ser uno de ellos ahora. ‘Un día de tus días’ y el turno es de Carlos Cabezas, el otro gran multintrumentista y que ya lleva casi 30 años con el grupo. Sigue ‘Danzas’ y son momentos que suben más aún el ambiente, Aurora Alquinta está sobre el escenario para cantar ‘Canción del Sur’, en uno de los momentos más emocionantes de la noche, en un noche llena de emociones.
‘La poderosa muerte’, marca el ambiente de “Alturas”, para seguir con ‘Corre que te pillo’, ‘Hijos de la tierra’, ‘Sube a nacer conmigo hermano’ y el falso final con ‘Mambo de Machaguay’. Fiesta total que con torta y canto de feliz cumpleaños, abrochan la primera noche con ‘Mira niñita’ y obvio… ‘Todos juntos’.
Se termina la primera noche de dos que dan cierre a las celebraciones de los sesenta años de Los Jaivas. Como dijo Mario Mutis, “con los años desarrollamos un leguaje propio y una música propia, porque no hay banda como Los Jaivas en el mundo”. Que falta hacía decir eso, aunque hayan pasado sesenta años, pero esas palabras son certeras para la historia y la musicología. Quizás no lo sabemos aún, nos cuenta darnos cuentas, pero frente a nosotros sigue pasando una historia única en la música universal, un sonido propio, con denominación de origen y que vive en la historia de cinco seres humanos que vivieron la vida mágica, con penas, tragedias, pero siempre adelante. Siempre iluminando las cabezotas tan duras en la primera de dos noches llenas de emociones.