Conversamos en Palabras Sacan Palabras con Maite Alberdi sobre la película documental “La Memoria Infinita”, que desde su estreno está batiendo todos los récords y ya se ha posicionado como el documental más exitoso del cine chileno.
¿Estás impresionada con las cifras que ha tenido la película después del estreno?
«Impresionadísima, sobre todo después de la pandemia, que el público volviera a las salas. Pero más aún, viendo los parámetros de los últimos años».
¿Cómo te tomas la representación en los Premios Goya?
«Es una gran responsabilidad ser la candidata a representar a Chile en los Goya».
Maite Alberdi: ¿Tienes expectativas de llegar a los Oscars?
«Sí, tenemos expectativas. Estamos haciendo campaña desde marzo para los Oscar».
¿Se genera frustración porque te encuentras en un escenario donde hay otras películas chilenas que van por el Oscar?
«Este año fue muy difícil porque competíamos con «Los Colonos» y «El Conde», y era una competencia dura. Sin duda, hay desilusión porque estábamos trabajando en la campaña en Estados Unidos desde hace mucho tiempo con nuestros distribuidores, lo que nos permitiría competir en dos categorías. Pero seguimos trabajando en ello».
¿Podrían estar nominados a alguna otra rama de los Oscars?
«Podríamos estar, pero es mucho más difícil porque es una película latina. Sin embargo, es aún más cuesta arriba ser la candidata chilena que entra por el país y ya tienes una base. De todas maneras, seguiremos intentándolo».
¿Cómo fue el acercamiento con Paulina? ¿Cómo la convences de que diga «sí» para grabar el documental?
«Fue un proceso lento. Estoy muy agradecida de Augusto y su seguridad en querer hacerlo. Augusto nos dijo con mucha certeza que él quería hacerlo, y Paulina se fue convenciendo. Creo que se dio cuenta de que éramos un equipo pequeño y no invasivo, como un grupo de compañía. No teníamos la obligación de entregar el material a un productor, así que íbamos a nuestro ritmo y sin presiones. Eso ayudó a que ella y yo construyéramos una relación de confianza».
¿Ellos también hicieron una labor muy importante en términos de visibilizar y cómo afecta esta enfermedad como el Alzheimer? ¿Cuándo ya tenías todo el material, cómo fue la participación de Paulina?
«Paulina fue una respuesta a mi proceso creativo. El rodaje fue bien producido y manejado por todos. El material que ella filmó y recopiló fue completamente libre. Ella me permitió dirigir el montaje final con total libertad. La película es compleja porque había muchas cosas del presente que solo se entendían con el material de archivo y yendo hacia atrás en el tiempo».
¿Hay un cierto homenaje al trabajo de Augusto? ¿Hay algo relacionado con la identidad cuándo él dice “ya no soy”?
«Esa escena fue mi último día de rodaje porque él dice «ya no soy». Para mí, eso significa que ya no tengo la identidad que tenía antes. Fue la primera vez en cinco años que me sentí incómoda filmando porque para mí, esa fue la conclusión de la película. Él nunca se había planteado a sí mismo como lo hizo en ese momento».
¿Fue el momento de dejar de filmar?
«No fue el final de la película, porque no sabía cuándo terminaría. Podía seguir filmando indefinidamente, pero esa fue mi línea de cierre. Sentí que Augusto estaba diciendo que ya no era quien solía ser, y esa escena marcó un tipo de duelo anticipado para mí».
¿Cuál es tu reflexión con el «ya no soy»?
«Ese día sentí mucha tristeza y sufrí mucho. Conocí a Augusto durante los últimos años, y siento que lo conocí en el presente, su identidad era clara incluso al ver archivos. Vi su simpatía, sus dolores, sus amores. Me sorprendió ver que sus miradas en los archivos eran iguales a las de hace poco tiempo».
La memoria es un tema importante por estos días, y mucho más sabiendo el papel de Augusto Góngora en la dictadura y el periodismo. ¿Cómo ves ese cruce en términos de la memoria con el estreno de la película?
«Es increíble la casualidad, ya que no montamos la película pensando que se estrenaría en el año del 50 aniversario de la dictadura. Pero coincide con muchas cosas. Un archivo que aparece en la película dice que es importante reconstruir la memoria emocional. La película muestra eso, la necesidad de transmitir la emoción vivida, porque eso es lo que permanece».
¿Cómo quisiste mostrar el amor?
«Me acerqué a ellos por su historia de amor, por cómo fueron capaces de hacerla evolucionar y cuidarse mutuamente. Siempre vi cariño, deseo, y amor. Desde ahí, me atrapó. Vi un amor que permaneció intacto. Al montar las imágenes, me sorprendió ver que sus miradas eran las mismas de hace un tiempo» cerró diciendo en entrevista con La Radio del Rock, Maite Alberdi sobre la película documental “La Memoria Infinita”.