El director William Friedkin, conocido por las laureadas The French Connection y The Exorcist, falleció a los 87 este lunes en Los Angeles. El deceso lo confirmó el decano de la Universidad Chapman, Stephen Galloway, amigo de la esposa de Friedkin, Sherry Lansing.
La noticia es un golpe no solo el lugar que tiene el cineasta en la historia del cine, sino también porque aún se encontraba activo. Es más, su ahora última cinta, The Caine Mutiny Court-Martial, se estrenará en el Festival de Venecia.
El legado de William Friedkin
Junto con Peter Bogdanovich, Francis Ford Coppola y Hal Ashby, Friedkin alcanzó la fama en la década de 1970. En aquel periodo formó parte de una nueva generación de cineastas vibrantes y arriesgados, que combinaron su experiencia en televisión, sobre todo en documentales, con un estilo de montaje vanguardista.
Friedkin dejó al menos dos clásicos para revisitar. Por un lado, The French Connection (1971), que ganó varios Oscar, entre ellos el de mejor película, director y actor (Gene Hackman). Sin embargo, su gran legado es que se convirtió en piedra fundamental del género policíaco en el cine y la televisión durante años.
Por otro lado, dos años después el norteamericano iba a estrenar The Exorcist, que consiguió los 500 millones de dolares en taquilla, ayudando a abrir así la era de los blockbusters. Sin mencionar que el filme marcó para siempre el cine de terror.
Fuera de la pantalla grande, en la televisión Friedkin pasó gran parte de su tiempo en el desarrollo de series como Tales from the Crypt, The Twilight Zone, Space Quest y C.A.T. Squad. Mientras que en el siglo XXI volvió a dirigir películas de forma más activa, como The Hunted, Bug o Killer Joe.