Durante los últimos días se han calmado un poco las aguas para el oficialismo, esto tras la presionada renuncia del ahora ex ministro Giorgio Jackson, que siguió recientemente a un nuevo cambio de gabinete por parte del presidente Gabriel Boric.
En ese contexto, deberían retomarse las principales discusiones temáticas de la actualidad, luego de que la oposición pusiera trabas a la realización de estas. Sin embargo, ¿cuál es verdaderamente ahora el escenario del Gobierno, que, entre otras cosas, debe enfrentar las constantes condiciones impuestas por la derecha?
Lo conversamos en Palabra Que Es Noticia con el vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Rodrigo Arellano.
¿Qué mirada tienes sobre este cambio de gabinete?
Se pueden hacer reparos acerca de lo que significó cada cambio de gabinete: el primero fue después de la derrota en el plebiscito; el segundo fue un cambio de ajuste para enmendar el rumbo de popularidad y este tercer cambio, se pensaría que fue en parte por la renuncia de Giorgio Jackson de Desarrollo Social después de que la opinión publica lo tildara como la imagen del Caso Convenios. Uno esperaba que el cambio que se había anunciado, pudiese venir con esa marca de hacerse cargo de esta crisis, y en esa lógica, haber cambiado aquellos ministros que han estado cuestionados. El ajuste que hizo el Presidente, yo todavía no lo logro entender; lo que si coincido, es que aquí hay un gran perjudicado que es Revolución Democrática que perdió a su ministro por renuncia y perdió Educación, quedando con un solo ministerio de periferia como el Bienes Nacionales.
¿Tú crees que debieron haber cambiado a la ministra del Interior para dar una señal?
Se comentó incluso que iban a cambiar a la vocera de gobierno, pero esos son los temas que la gente de alguna forma quiere una dirección distinta. Si ves cualquier encuesta y está mal evaluado seguridad, pensiones, salud y economía; y no hay ningún cambio de subsecretario ni ministro en esas áreas, por lo que cuesta mucho analizar este ajuste. Se comentaba cual iba a ser una de las consecuencias para RD, y la vimos anoche con la renuncia de su presidente y toda su directiva a raíz de la perdida de poder que tenía este partido en el nuevo gabinete. Un partido que es el espíritu y el origen del Frente Amplio, hoy está relegado a un ministerio que no es el corazón de La Moneda como en el comienzo y está mucho más en la periferia de los ministerios.
¿No hay ningún cambio de rumbo con este cambio de gabinete?
Yo tengo la sensación de que aquí se trató de hacer un cambio para hacerse cargo de las crisis, pero el Presidente no fue capaz de abarcar todo, y en eso el Socialismo Democrático hizo mucha fuerza para no sacar a quien está en el ministerio con mayores problemas a raíz de esta crisis que es el ministro Montes, y se hizo cargo con la renuncia del ex ministro Jackson y el cambio de gabinete del Ministerio de Cultura, relegando a RD a un segundo o tercer lugar político dentro de su coalición. Podríamos decir que el ministro Montes es un sobreviviente de la crisis por el Caso Convenios.
¿Fue el cambio de gabinete una manera elegante de sacar a Jackson del gobierno?
Puede ser un buen análisis, pero quizás fue un cambio que al final no fue en la dirección que la oposición esperaba. Pero a mi me hace ruido, tanto de la oposición como del Socialismo Democrático, que Jackson salió y que uno de los ministerios con más casos de corrupción siga con su ministro con Montes, porque en cualquier lado y con cualquier motivo, es algo que no debería estar funcionando.
¿Crees que la derecha va a ceder en la agenda legislativa?
La renuncia de Jackson, que por lo demás era la condición que habían pedido poner sobre la mesa para poder dialogar, de alguna forma se transformó como en una especie de “boomerang” de obligación de sentarse. Ellos anunciaron que esperaban su salida para poder conversar y yo creo que la derecha está obligada a sentarse hoy. Lo que sí, es que tengo la sensación de que eso no implica a que vayan con la disposición a ceder en los puntos en que ellos han dicho que están sus líneas rojas, y eso yo lo veo mucho más difícil, independiente de que hoy veamos una actitud mas dialogante. Y esto es porque si el gobierno no se mueve dentro de su eje programático y no ceda, a mi me da la sensación de que va a pasar lo mismo que pasó con la reforma tributaria en marzo pasado, done la oposición le va a decir que no.