El legendario vocalista y guitarrista de Pink Floyd, David Gilmour, vende su mansión tras una polémica que se instaló en Reino Unido.
El músico quiere dejar atrás una controversia y está liquidando su hogar que compró en el año 2015. Según lo publicado en La Nación, Gilmour bajó el valor de 18 millones de dólares a tan solo 12 millones de la divisa norteamericana. Algo así como 10.637.760.000 millones de pesos chilenos.
La discusión se generó debido a que David Gilmour se adjudicó este hogar que era una casa de baños privada para realizar su finca privada.
Los vecinos del lugar reclamaron debido a que originalmente, el lugar era una estructura histórica para el país. Tanto así, que los habitantes del vecindario entregaron mensajes al músico.
La millonaria y polémica mansión de David Gilmour
«Escucha, Gilmour, deja nuestro barrio en paz» eran los mensajes en papel que se podían apreciar al momento de la demolición.
Incluso, utilizaron el clásico de Pink Floyd, «Another Brick in the Wall» para manifestar su molestia. «Para nosotros, esto es una traición; para ti, no es más que otro ladrillo en el muro” señalaron.
Pero finalmente la esposa de David Gilmour, Polly Samson y el músico, siguieron con la construcción del lugar que está frente al mar a pesar de la lucha activista de los moradores cercanos.
Tras habitar el lugar, en el 2018 la pareja decidió vender el lujoso inmueble. Pero ante la nula oferta, esta semana decidieron bajar en 6 millones la venta del lugar.
La mansión ubicada en la ciudad de Hove, cerca de la comunidad costera de East Sussex, fue originalmente una casa de baños en 1894, y en la Segunda Guerra Mundial se utilizó como un hospital.
Esta casa cuenta con 5 habitaciones, 3 baños, una habitación estrictamente para ducha, 3 guardarropas, un living con cocina y comedor, un estudio de grabación de última generación y acceso biométrico con huellas dactilares.
Una oficina, librería, gimnasio, una bodega, dos espacios de estacionamiento, un jardín con vista al sur, otro jardín botánico, pisos de madera y calefacción por losa radiante, techos y paredes de yeso, y chimeneas abiertas a leña y a gas. Todo esto sumado a una vista privilegiada del mar británico.