A medio siglo del quiebre de la democracia en nuestro país, los azotes de la polarización se hacen cada vez más palpables a medida en que la agenda legislativa avanza y deja en el camino una seguidilla de riñas, desmarques, desacuerdos y nudos en los principales debates sobre el futuro de Chile. Ejemplo de ello fue la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado. Momento en que los sectores políticos parecieron remar en direcciones distintas, afectando a la conversación legislativa. Y que no solo se observa en la política, sino que, además, nos encontramos frente a una sociedad profundamente dividida por la incertidumbre. Para analizar el panorama social y político actual de Chile, en Palabras Sacan Palabras, conversamos con el sociólogo, politólogo y ensayista, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2007, Manuel Antonio Garretón.
¿Cómo viviste los cambios que ha habido durante el tiempo?
«Viví los cambios a lo largo de mi vida, desde la época de la Unidad Popular, el gobierno de Allende, el golpe militar y las décadas posteriores. En aquellos tiempos, el debate estaba fuertemente influenciado por la Revolución Cubana, que marcaba la discusión política. Más adelante, en un contexto globalizado, los temas que predominaron fueron diferentes. A nivel continental, hubo divisiones entre aquellos que apoyaban la Revolución Cubana y los sectores democráticos que buscaban cambios reales pero dentro del marco de la libertad, distanciándose de la vía cubana. En Chile, surgieron corrientes como la Reforma Agraria y la Vía Chilena al Socialismo, que abogaban por el socialismo a través de la institucionalidad democrática. También existieron sectores que optaron por la vía armada, como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). En mi opinión, en el caso chileno, la vía armada fue un error profundo que perjudicó el objetivo de Salvador Allende de lograr una revolución en democracia», señala el Politólogo.
¿Crees que el PC de ahora no tiene un futuro próximo?
«La polémica reciente dentro del Partido Comunista (PC) no es una controversia real, sino una diferencia de énfasis. Ambos grupos compartían la misma opinión en lo esencial, pero diferían en qué aspectos enfatizar. La crítica se centró en la orientación que estaba tomando el gobierno a través del PC. Históricamente, el PC ha sido más leal al gobierno que el Partido Socialista (PS). Sin embargo, actualmente, se están produciendo cambios interesantes. Hay dos visiones políticas que se están acercando cada vez más y podrían fusionarse en el futuro. Una visión se basa en la insurrección, mientras que la otra busca encausar la visión comunista hacia un bloque más sólido con los socialistas. En este sentido, será interesante ver qué sucede con el PC en el futuro a medida que los acontecimientos obligan a ajustar los discursos» asevera el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, Manuel Antonio Garretón.
¿Con qué sensación te quedaste con los actos de conmemoración?
«Lo más importante que se destacó en las conmemoraciones fue que el golpe militar de 1973 y las violaciones de derechos humanos son los elementos clave que dividen a la sociedad chilena. Esto no estuvo tan explícito en los discursos, pero es un hecho. El proceso constituyente actual y la elección entre Gabriel Boric y José Antonio Kast muestran que este es el clivaje central de la sociedad chilena. Sin embargo, no es el único clivaje en la sociedad. Durante medio siglo, se han sumado otros clivajes con actores diferentes, y estos clivajes se han convertido en sus propias narrativas. El estallido social de 2019 fue la expresión más madura de una sociedad que ha perdido confianza en los partidos políticos tradicionales. Y que ahora sigue sus propias ideas y objetivos impulsados por una variedad de clivajes y narrativas distintas», concluyó el sociólogo.