Sobre Tinder, su chip de la juventud, la gran actividad que tiene a sus 70 años y sus últimos trabajos. Conversamos en Palabras Sacan Palabras con el carismático, actor, comediante y locutor de Radio Corazón, Pato Torres.
¿Te gusta el rock?
«Sí. De todas maneras. Me gusta el rock pesado, yo soy de los rockeros antiguos. Piensa que tengo 70 años y a mi me llegan tipo The Rolling Stones, el grunge también me gusta mucho, como Nirvana o Soundgarden».
¿Y el metal?
«No soy tan del metal. Me gusta la onda más rockera de ese tipo. De hecho, cuando subo videos y todas esas tonteras coloco canciones, me pongo rockero».
Vienes girando con Eglantina Morrison, quien a nosotros nos parece un personaje que es inolvidable y tiene más de 25 años, ¿no?
«Muchísimos años, pero considera que no tiene ni 40».
¿Cómo creaste a Eglantina Morrison?
«La Eglantina surge en el “Jappening con Ja”. Recuerdo que en una oportunidad nos llaman cuando estábamos haciendo el show de Gloria Benavides, lo que era un show musical y ahí nos piden hacer una parodia del Titanic, en el cual la Gloria era una de las personas que se salvaba de este naufragio y Mario Clavel, quien era un ‘showman’ argentino y hacía del capitán del barco y me preguntaron si me atrevía a hacer una señora de edad de época a lo que respondo que “por supuesto, soy actor”. Y me disfrazaron de una señora con moño así bien antigua, y estábamos en el bote donde nos habíamos salvado con Oscar Olavarría quien era un marino. Entonces, se hablaba la Gloria con Mario a través de canciones, lararara tararara (sic). Se movía el bote y a mi empieza a dar un ataque de histeria. “¡Por favor paren, paren!”, y Oscar, en esas cosas de tonteras de improvisación me empieza a golpear, “¡cállese señora Morrison!”, instante en el que salta un aro mío, a lo que digo: “¡Que no se mueva nadie! Que no se vaya nadie de aquí hasta que aparezca mi aro” y todo risas y risas. Hasta que quedó como Morrison, y el año siguiente, los creativos de “Jappenin con ja” en una reunión dicen que querían volver con las parodias de teleseries, donde me preguntan si me atrevía a hacer de la Morrison. A lo que Fernando Alarcón dice: “Oye se podría llamara Eglantina Morrison”, nombre que lo saca de una actriz argentina de radio teatro que se llamaba Eglantina Sour, y quedó con ese nombre. La única condición que yo puse fue que la Eglantina fuera mala, tremendamente mala, villana villana».
La gente se acuerdo de mucho de tus personajes, pero ¿Quién te inspiro para hacer el Segundo Peña Peña?
«Me inspiré en un ganador de la Polla Gol de aquellos tiempos, el maestro Cárdenas. Quien era maravilloso, le faltaba un diente, tenía unas patillas y una peinada con un jopo y un gatito, era precioso el caballero y de una ingenuidad maravillosa porque me acuerdo que lo entrevisto en esa oportunidad, cuando gana un millón de dólares y lo entrevista Mario Kreutzberger, “Don Francisco”, y le pregunta: ¿Qué vay’ a hacer con tanta plata? Respondiéndole que “voy a ir con la vieja en tren a Valparaíso”. Ese era su sueño, viajar con su mujer a Valparaíso. Y Mario diciéndole que “te puedes comprar 80 Mercedes Benz”, y él no tenía idea de la plata. Era tan ingenuo que en ese tiempo salió una financiera ilegal del Ejercito llamada “La Cutufa”, que le quita toda la plata. Perdió todo».
“Tres historias para un like”, algo relacionado con la diversidad y los tiempos de ahora ¿Qué es esto?
«Es que hay que estar inserto en los tiempos de ahora, con el tema del feminismo, todo ese tipo de cosas que son importantes al día de hoy, pero desde un punto de vista que sea simpático y agradable».
¿Te ha costado acostumbrarte a los tiempos de ahora?
«Obvio que sí. Absolutamente. Hoy día mantengo la presencia de que creo que los tiempos tienen que cambiar, y uno también. No porque tenga 70 años tengo que seguir igual. Hoy hay que cambiar y buscar las nuevas formas de cambiar el mundo, que se está generando día a día».
No te ves de 70, estás mucho más energético ¿Cuándo te ves con los apoderados de curso de tus hijos te sientes más joven?
«Sí, es verdad. Pero tengo la sensación de que yo siempre he marcado un poco eso en mi vida, no solo en lo laboral, sino que, en la personal también, porque en lo laboral siempre he ido tratando de avanzar de acuerdo a los tiempos. Primero, claro, era lo que hacía un teatro tremendamente machista pero siempre generando un nuevo cambio hasta que al día de hoy, hago esta obra mostrando la diversidad, la inclusión y todo aquello. ¿Cómo lo hago? A través de tres cuadros diferentes que se llama “Tres historias para un like”, en el cual una pareja donde el tipo machista, que llega después del trabajo y descubre que su mujer está sexo virtual».
¿Eso para ti equivale una infidelidad?
«No po’ (ríe). Pero yo como personaje lo tomo así, y desde el personaje lo presento desde ese punto de vista. Esa es la gracia que tiene».
¿Y cómo Pato Torres?
«No. Yo creo que no. ¿Por qué va a ser infidelidad? A lo mejor puede ser una cuestión media fantasiosa».
¿No vale entones?
«No vale. Hay que tocarse, hay que tener sexo, hay que besarse».
¿Estás en Tinder?
«No ya no estoy en Tinder. Intenté meterme en Tinder».
¿Qué pasó?
«Fue muy loco. Me metí a Tinder después de haberme separado. Me explicaron como era el asombro y me metí. Fue divertido porque agarré una foto con la que no me pudiesen ubicar, desde la nariz para abajo hasta justo donde empieza el camino de la felicidad. A torso desnudo, si estaba filete, yo estaba haciendo en ese tiempo mucho ejercicio y estaba super bien. Y pongo, además, conocer “amigas” entre 45 a 55 años. Puse que tenía 55. Tenía 67. Empezamos mal, pero fue más mal de vuelta, porque descubrí que todo el mundo se bajaba la edad. Pero ocurre que pongo esta foto, me llegaban 30 solicitudes, todas, diciendo que tenían 45 pero representando 80, entonces pensé en que, si mentía yo, en verdad todo el mundo lo hacía» señaló el actor y locutor, Pato Torres.
¿En qué momento te saliste?
«Cuando había una señora bastante mayor que me descubrió. Diría fácil entre 75 u 80 años. Me dice: “¿Patito? Me calientas. Te quiero…” Fue así textual. Entonces yo le dije que “le agradezco mucha señora, pero tengo covid”.
¿Mentiste de nuevo?
«Mentí de nuevo para salir. Incluso me llegaron cosas por Instagram, fue un momento en que decidí estar fuera de eso».
¿De qué se trata el chip de testosterona?
«Una de las cosas buenas que me ha pasado durante la pandemia, porque yo viví mucho tiempo de la pandemia en base a canje, porque se me acabó la pega de teatro que era prácticamente el 50% de mis ingresos y bueno. Empezó a faltar, había que pagar el crédito hipotecario, había que pagar el colegio de los niños, en fin. Pagar, pagar, y mas encima separado, tuve que empezar a arrendar un departamento en el cual tenía que consumir y en eso, empezaron a llegar canjes. Y como yo hacía mucho gimnasio y me mostraba en las redes que hacía harto ejercicio, llegando a hacer 400 y tantos abdominales diarios. Me compré mancuernas y todo».
Pato Torres: ¿Estabas obsesionado con el cuerpo?
«Es que necesitaba hacerlo porque estaba solo en un departamento, era como terapéutico».
Nunca antes en tu vida fue tan importante el tema del gimnasio, ¿es así?
«Fui físico culturista en «¿Ridículo o ridículos?». Peor ahora me lo tomé en serio y empecé a entrenar y a entrenar, porque es una forma de terapia, de despejar la cabeza».
¿Y cómo llegas al chip de testosterona?
«A partir de eso, en una clínica de la Dra. Ana María Catalán, me llaman y me preguntan si estaba interesado en algo llamado “medicina de rejuvenecimiento desde el interior hacia afuera”, donde no intervenían ni la cara ni nada. Son unos sueros intravenosos y el chip de testosterona y dije: “¿Por qué no? Démosle”.
¿Beneficios?
«Los beneficios eran geniales. Primero, empiezas a dormir mejor, la piel mejora, las articulaciones mejoran y todo mejora. Es una especie de rejuvenecimiento desde el interior hacia afuera».
¿Sigues vendiendo el producto?
«Sí po’. Ahora (ríe)».
Hablemos de la andropausia, ¿estás al tanto?
«Sí. Y no te imaginas la cantidad de gente que arrastra con ello. La andropausia equivale más o menos a la menopausia en las mujeres, donde se te vienen las arrugas, tienes menos ánimo, se te cae el pelo, llega la depresión; las cosas empiezan funcionar de una manera de “capa caída”.
¿Y no te dio susto probar algo así?
No, porque siempre he sentido que en esta vida hay que probarlo todo. Hay que experimentar. “¿Qué me puede pasar?” pensé. Y terminé en llamas, muy bien. Buenos resultados.
Entrando en temas de contingencia, ¿Cómo has visto el trabajo del Consejo Constitucional?
«Mira, voy a dejar la cagá’ altiro. Yo voy a votar en contra, ya decidí».
¿Qué te hizo tomar esa decisión?
«Hay cosas que quieren cambiar que se ganaron con el paso del tiempo, el aborto en tres causales, las AFP, o sea, las contribuciones, todo ese tipo de cosas yo creo que son importantes y que no pueden dejarse pasar. A partir de cambiar eso, es que yo voto en contra».
¿Qué debería venir después?
«Ese es el tema que me preocupa, por que hoy día, los Republicanos tienen tanto poder en esta cuestión que son capaces de decir que vamos a seguir con la constitución antigua nos van a cagar a todos de nuevo, vamos a quedar donde mismo, entonces es ahí el tope en que necesito interiorizarme más un poco respecto a ese asunto» cerró diciendo en La Radio del Rock, el locutor de Radio Corazón, Pato Torres.