El portal Rotten Tomatoes vuelve a estar envuelto en polémicas. Se reveló que por lo menos una agencia de publicidad pagó a críticos pocos reconocidos para obtener calificaciones positivas.
En su plataforma se registran variadas críticas y con ello se define si una película es aprobada o rechazada. Según eso se les da un certificado de «frescura» o «podrido».
Esta calificación puede terminar hundiendo una producción, haciendo que el público no vea una película o serie, guiándose por una mala crítica. Por otro lado, una buena crítica puede hacer creer que una producción es mejor de lo que es, dándole un reconocimiento que no merece.
«Estas empresas han establecido un tono hostil hacia los cineastas serios. Incluso el nombre de Rotten Tomatoes es insultante. La crítica cinematográfica escrita por personas apasionadamente comprometidas y con conocimientos reales de la historia del cine se ha ido desvaneciendo gradualmente de la escena», expreso el cineasta Martín Scorsese sobre Rotten Tomatoes en The Hollywood Reporter.
La denuncia contra Rotten Tomatoes
El medio Vulture en su reportaje «The Decomposition of Rotten Tomatoes» expuso que una firma de relaciones públicas manipuló los puntajes en Rotten Tomatoes pagándole a críticos.
La firma acusada de arreglar críticas es Bunker 15. En la denuncia se plantea un ejemplo de como cambiaron las calificaciones de algunas producciones.
La película independiente«Ophelia», para la que trabajó Bunker 15, se estrenó el 2018 y en un inicio recibió una calificación de tomate «podrido».
«Los críticos que habían visto las primeras proyecciones habían publicado 13 críticas, siete de ellas negativas, lo que se tradujo en una puntuación del 46%. Un resultado decepcionante para una película con aspiraciones de prestigio y sin distribuidor nacional», se lee en el reportaje.
Luego de la manipulación y compra de críticas, la firma logró que la película subiera su calificación. La película alcanzó un 62% de aprobación y con eso pudieron venderla a IFC Film para su distribución en las salas de cine en Estados Unidos.
Respecto al modo de trabajar de Bunker 15 se expone que «Mientras que la mayoría de las empresas de relaciones públicas cinematográficas pretenden llamar la atención de los críticos de las principales publicaciones, Bunker 15 adopta un enfoque diferente, reclutando críticos menos conocidos, a menudo autoeditados, que forman parte del grupo aprobado por Rotten Tomatoes. En otra ruptura con la práctica habitual, dicen varios críticos, Bunker 15 les paga 50 dólares o más por cada reseña».
En una industria cada vez más dependiente de los números, como es la de las películas y series, se evidencia que los porcentajes y calificaciones no son representaciones reales de la calidad o valor de un producto.