Es un año especial para Candlebox, en que por una parte celebran 30 años de su debut y al mismo tiempo se despiden con una última gira, último disco “The long goodbye” y otras actividades de cierre. En ese contexto llegan a Chile para dar cuatro presentaciones, empezando este sábado 14 de octubre en el Festival Milenia (con Evanescence, Alien Ant Farm, Steel Panther y más en Espacio Riesco) y luego a fin el viernes 27 en el Club Amanda, sábado 28 en el Club Chocolate y domingo 29 en el festival REC en Concepción.
Nos comunicamos con el vocalista, líder y fundador del grupo, Kevin Martin, para hablar de todo esto. Ahí confesó estar “muy emocionado, pero tengo que mantenerme centrado. No puedo creer que volvamos para cuatro shows. Sabes lo mucho que amo a Santiago y a los fans de Chile. Estoy muy, muy emocionado de volver. Especialmente porque voy a tocar en el festival Millenia, que va a a estar muy bueno, con Evanescence y las otras bandas”.
-Un año clave para Candlebox, celebrando 30 años y despidiéndose, ¿cómo se vive ese sentimiento doble?
-De dulce y agraz. Amo este nuevo álbum que hicimos, “The long goodbye”. Es corto y conciso, y dimos lo mejor. Son 30 años de mi vida como músico encapsulados ahí, salió en CD y en digital y sé que el vinilo saldrá y tendrá como tres canciones más. Me encanta y quiero que la gente escuche estas canciones en vivo. Y bueno, retirarse es un lugar extraño, para un hombre de 54 años, pero sé que es lo que necesito hacer. Realmente disfruté estar en casa con mi esposa y mi hijo durante el COVID, y me di cuenta de lo que realmente me había perdido como padre y marido. Me di cuenta de que tal vez la música no era todo lo que siempre pensé que era. Y no me encanta tanto como antes. Me encanta tocar y hacer discos, pero ya no es lo que más me importa. Mi familia lo es.
-Claro, uno se pregunta cómo te vas a retirar tan joven.
-Emocionalmente creo que todo el mundo está hablando mucho sobre la salud mental ahora mismo y sobre lo que todos estamos viviendo. Y creo que ha habido tantos cambios en mi vida en los últimos 30 años, que quiero salir de esto tan rápido como pueda, y sin tanto trauma como pueda. He estado en este negocio por mucho tiempo y he tenido mi parte adecuada de éxitos y fallos. Y emocionalmente, mi bienestar es algo que tengo que cuidar. No quiero decir que en 10 años Candlebox no vuelva a reunirse y haga algunos shows sólo para celebrar 40 años del álbum debut o algo así. Pero hasta ahora, lo dejo de manera definitiva.
-Después de la gira te retiras, entonces. ¿Te ves buscando un trabajo más normal?
-La gente cree que buscar trabajo es estresante pero no lo es tanto. Ser músico es increíblemente estresante. Tener que ser el jefe y el dueño de un grupo es financieramente duro. Todos estamos viendo eso en este mundo de bandas que están tocando ahora, intentando sobrevivir. El estrés de eso ha estado ahí para mí durante los últimos 30 años. Y tengo que cuidar de mí mismo.
-Es cierto. ¿Y cómo se hace un álbum sabiendo que es el último? Ahí quemas todo lo que tienes, porque ya no habrá otra oportunidad para hacerlo mejor.
-Creo que es el mejor álbum que Candlebox ha hecho. Pero es sólo mi opinión. Creo que la belleza de este álbum es que había total libertad para hacerlo. No tenía nada que demostrar, nadie para impresionar. No me preocupaba por si tenía un single para la radio, no me preocupaba por si le gustaba a un sello. Fue realmente sobre la música que nosotros cinco queríamos crear. Amo cada canción que está en él. “Hourglass” es probablemente mi canción favorita en este momento. Pusimos lo mejor y creo que la gente lo está disfrutando.
-Hablando de discos y haciendo un poco de historia, son 30 años del debut, ¿cómo recuerdas esos días?
-Fue un momento diferente. No tuve que entrar en redes sociales y decirles cómo me sentí sobre las cosa. Fui capaz de ser el rock & roll que siempre quise ser. Pero fue un momento diferente y muy especial para Candlebox. El hecho de que escribimos un álbum que mantuvo nuestras carreras durante 30 años es emocionante para mí. Y creo que es todavía un álbum especial, no solo para los chicos de la banda, sino para nuestros fans. Es ese álbum al que vuelves y piensas sobre ti mismo. Todo en mi vida en ese momento parecía tan importante y real, y sobreviví de alguna manera. Creo que eso es lo que hace, lo que lleva a la gente de vuelta a un periodo de sus vidas en el que quizás se afectaron de manera diferente por algunas cosas, y encontraron algún tipo de paz en nuestra música. Y sé que yo también lo tuve. No tengo nada más que buenos recuerdos de ese álbum, del proceso de hacerlo y no tener ningún computador en la habitación, ni celulares. Era un momento diferente y fue bastante espectacular.
-Candlebox era un grupo diferente, tal vez no sonaban completamente grunge y se les metió a ese saco sólo por ser de Seattle y de la misma época, pero uno escucha esos primeros discos y eran otra cosa, ¿cómo lo ves tú?
-Suelo decir que Candlebox somos como los Journey de la escena grunge de Seattle. Journey era una banda que realmente no encajaba en ningún molde en los años 80, con su propia visión del arena rock. Y creo que eso es lo que Candlebox es, y siempre lo ha sido, el Journey de la escena musical de Seattle. Si hubo una banda que se parecía a nosotros podría haber sido Mother Love Bone, pero incluso entonces ellos también eran increíblemente diferentes de todo lo que estaba pasando. Y creo que todas las bandas de Seattle eran de ese modo, muy individuales y creativas. “Grunge” fue sólo una palabra que funcionó para sintetizar el sonido de Seattle, pero ninguna de esas bandas suena como otra. Desde Skinyard a The Melvins, Screaming Trees, Sweetwater, Alice in Chains… Green River. Nadie suena como Green River. Incluso Mudhoney no suena como Green River, y esa fue la banda de Mark Arms, así que es una ciudad interesante.
-El mundo ha cambiado en estos 30 años también, ¿cómo ves el panorama actual?
-Para ser honesto, creo que el peligro del rock & roll se ha ido. Creo que muchas bandas tienen miedo. Hay bandas diciendo mucho sobre lo que está pasando en el mundo, pero no son populares, o no las tocan en los medios. Creo que lo que ha pasado es que en el mundo del rock & roll es más fácil mantenerse seguro en vez de tener que ir a nadar contra el río. Y siempre he tenido la mentalidad de que disfruto nadar por el río, me gusta molestar a la gente. Si eres una estrella del rock & roll y no molestas a la gente, no haces tu trabajo. Pero hay bandas en el mundo que seguramente mantienen el fuego del rock & roll vivo, y que no tienen miedo de hablar lo que quieran. Hay una banda llamada The Blue Stones de Canadá que realmente amo, también The Glorious Sons de Canadá que están haciendo eso. No tienen miedo de romper cosas y de enojar a la gente. Y también Idles y Bad Nerves, y hay una banda llamada James and the Cold Gun de Inglaterra, que creo que es espectacular. Y no tienen miedo de decir lo que quieren decir, o hablar de su salud mental, o hablar del estado del mundo en el que vivimos. Creo que eso es una gran cosa. ¿Van a ser exitosos? Absolutamente no, pero al menos están haciendo algo.
-Sí, hay mucho que descubrir y tirar para arriba ahí. Eso por ahora, Kevin, nos vemos en los shows.
-Estamos muy emocionados de estar de vuelta. Mucho amor para todos. Nos vemos.
Las entradas para Candlebox en el festival Milenia este sábado 14 de octubre están en Puntoticket; para el Club Amanda el viernes 27, en Puntoticket; para el Club Chocolate el sábado 28 ya están agotadas; y el REC en Concepción es gratuito.