Francisco Ortega, periodista y escritor, ha trabajado junto a Juan Andrés Salfate en los libros «Los nuevosbrujos» y «Alienígenas americanos». En donde se sumergue al lector en la investigación de lo desconocido. En Palabras Sacan Palabras conversamos con el escritor sobre su nuevo libro, «Enigmas y Misterios», en donde vuelve a colaborar con Salfate, y con el que cierran la triologia que explora distintos secretos de la humanidad. Para está tercer entrega, y ultima según Ortega, se exploran temas misteriosos y desconocidos de lahistoria universal. Desde la historia secreta de Oppenheimer hasta la búsqueda delMegalodón y la leyenda del niño que llora.
Tercer libro en sociedad con Salfate.
«Sí, tercero y último», responde Francisco Ortega.
¿Por qué tercero y último?
«Porque tiene una cosa mística el “tres”, la trilogía, pero, además, debo confesar que esto fue una casualidad que fueran tres libros. Esta fue una idea del editor de Planeta, que en el año de la pandemia dijo que estaba todo el mundo hablando de conspiraciones y él quería hacer un libro que lo escriba Salfate y me dijo que necesitaba el contrapunto de alguien que ponga una visión un poco más escéptica»
«Al libro le fue super bien. Le fue extremadamente bien y nos quedamos con muchas historias entonces, juntamos todas las de ovnis en un segundo libro y a ese libro le fue mejor que el primero. Le fue muy bien en Estados Unidos, algo muy raro. Pero nos quedaron historias que no cabían en las conspiraciones ni en los ovnis. Sino que eran esos misterios de dónde estaría el arca de Noé; dónde está la espada de Excalibur; que hay detrás de la carrera espacial, que son misterios inclasificables que no entran ni en las conspiraciones ni en la ufología. Entonces, lo mezclamos en este libro que son como esas historias que salían en la revista Mampato», expresa el entrevistado.
¿Cómo se fue dando la dinámica de tu escepticismo con Salfate?
«Yo lo conozco desde el diario El Mercurio, trabajamos juntos en espectáculos, ambos éramos críticos de cine en es época, estoy hablando del año 1997, en “Zona de Contacto” y en el “Weekend”, estábamos en ambas partes. De hecho, cuando lo conocí nos hicimos amigos al tiro. Él era crítico de cine, escribíamos de comics juntos y de animación japonesa. Y a mí se me ocurrió prestarle un libro de ovnis. Yo cree a Salfate, él lo confiesa. Alguna vez lo dijo en una entrevista, “yo era un respetable crítico de cine, hasta que Ortega me prestó un libro sobre conspiraciones ufológicas”. Y creé un monstruo. Yo soy el Dr. Frankenstein y él es la criatura», declara Ortega.
¿Cuál es la relación Salfate Ortega? Porque para algunos Salfate puede parecer un charlatán.
«Pero Salfate es muy serio, lo que pasa es que la gente no lo conoce muy bien. El es alguien que estudió semiología. Es alguien a quien tú lo pones en frente de una película y te la analiza de una manera como muy pocos analizan una película»
Pero las ciencias sociales dan para mucha charlatanería también, no es una ciencia exacta.
«Pero sabes que, en el análisis de símbolos y todas esas cosas, tiene un peso y toma muy en cuenta a Umberto Eco, es muy lector»
«En el libro de las conspiraciones, que yo te diría que es el más charlatán de los tres libros, nos poníamos de acuerdo de la siguiente manera, el escribía el artículo de la conspiración lunar y yo escribía el capítulo que decía que sí fuimos a la luna respondiéndole a la pregunta de por qué no se ven las estrellas en la luna con “claro que no se ven las estrellas porque la luna es un espejo por decirlo de laguna manera, el sol le pega muy fuerte, es como si miraras directo a un foco sin poder ver lo que hay alrededor y por eso no se ven las estrellas”. Entonces, íbamos así, uno y uno. En ese sentido, este libro tiene misterios, no tiene cosas sobrenaturales»
En el otro tú eres quien pone el lado científico, por lo tanto, tú siempre ganas.
«No necesariamente, porque había temas que quedaban en el aire. Como el del capitulo que era sobre las armas climatológicas, del que genera terremotos a distancia y es una de las más grandes conspiraciones de las historias. En donde las grandes potencias han desarrollado proyectos en el hemisferio norte y a través de antenas logran manipular la tierra y producir desde tormentas hasta terremotos. Y si empiezas a investigar, efectivamente las instalaciones existen y efectivamente los experimentos tienen que ver con la manipulación de la ionosfera y cambiar el clima. Lo de los terremotos no, pero, efectivamente ahí pasa algo raro y quedaba con dudas yo y el capítulo»
¿Con cuál otro capítulo quedaste con dudas?
«En uno de los libros hay un capítulo del monstruo del Lago Ness y yo fui a Escocia y fui al lago y me subí a un barco y no vi nada. Después pagué mucha plata por ir al centro de estudios del Loch Ness. Que es un castillo a la orilla del lago que te recibe un señor que es un escoces con el cargo de director del Centro de Estudios del Fenómeno del Monstruo del Loch Ness. Este señor tiene unos 70 años, millonario excéntrico. Es un señor de pelo blanco con barba larga, de terno, vestido elegantemente, con un bastón, y este señor te hace recorrer el castillo que obviamente es de él»
«Te muestra el submarino que él construyó para observar el lago, te muestra sus fotos, los videos, todo lo que haya habido y por haber, para decirte al final que en el lago no hay nada. Me cobró como 50 libras esterlinas y te dice “en el lago no hay nada, yo he investigado esto 70 años”. Y me dice una frase que me hace sentido y la rescato en este libro, que “no importa si el monstruo no existe, lo que importa es la leyenda, el mito viviente”. Y eso finalmente son los misterios».
«Nunca vamos a descubrir respuestas a fenómenos como los ovnis y yo tengo mi opinión respecto a los ovnis. Yo creo que los ovnis no son un fenómeno extraterrestre, es un asunto de defensa. Lo que ocurrió en el último tiempo en Estados Unidos, la delegación del Congreso, tienen que ver con asuntos de defensa. Si tú desglosas todo lo que ocurrió, lo que te queda en la cabeza es que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y el Pentágono necesitan una excusa para conseguir que el público en general acepte que sus impuestos sean ocupados en el desarrollo de nuevas armas. Si tú revisas todo lo que salió en estas declaraciones que han hecho mucho ruido, nunca se habla de la palabra extraterrestre, lo que se habla es de un fenómeno aéreo sin explicación que amenaza el espacio aéreo de los Estados Unidos»
Había una frase que decía que era algo que no era de este mundo, ¿te acuerdas?
«Pero resultas que, si buceas más, descubres que efectivamente, tanto los chinos, han hecho experimentos con drones hipersónicos, quiere decir, que vuelan a más mach 5, piloteados por monos para probar la resistencia. Un dron prototipo chino que se estrella en territorio de los Estados Unidos y cuando lo desarman encuentran que hay un mono dentro, efectivamente, se dice que no es humano. Y es una forma de mantener que tenemos una amenaza no humana, pero nunca se ocupa la palabra extraterrestre. Yo insisto, la explicación sobre los ovnis está más cerca nuestro»
Ahí concuerdas con Salfate.
– De hecho, sí.
¿Estás de acuerdo que actualmente estas teorías conspirativas tienen tanto peso como para destituir a presidentes?
«Es que siempre lo han hecho, porque las teorías conspirativas son básicamente folclor, creencias populares. Es la explicación más sencilla a hechos que nos superan. Alan Moore, gran escritor inglés, tiene una frase muy buena que dice, “no existen reptilianos en el Palacio de Buckingham; no hay un plan judío para controlar la banca mundial; no hay illuminatis sentados en las gerencias de grandes empresas, lo que hay, es un mundo caótico en el cual buscamos maneras de darle respuestas a cosas que no entendemos”. ¿Finalmente qué es conspiración?. Conspiración es un grupo de personas que secretean para cualquier cosa. Un golpe de Estado es una conspiración; la reforma protestante fue una conspiración; el asesinato a Julio César fue una conspiración. Entonces, la diferencia recae en las teorías de conspiración, que ahí vamos para otro lado, porque efectivamente son un arma política», responde el coautor de «Enigmas y Misterios».
Cuando la conspiración, mediada por las redes sociales, pasan a ser como lo que pasa con Trump o las vacunas. Están adquiriendo otro color, ¿lo ves?
«Sí, lo veo. Y lo que decía, el uso político de que hay alguien que nos está gobernando en secreto y hay un grupo que nos puede liberar de eso”. Eso te sirve para todo, te sirve para decir que las vacunas en rigor, si tu te inyectas es para ponerte chip 5G. Y en el fondo es básicamente porque tiene que ver con la frase Alan Moore, donde las teorías conspirativas son explicaciones fáciles para cuestiones que nos superan».
«La pandemia era un escenario que nadie esperaba. Todos estuvimos durante dos años dentro de una película de ciencia ficción. Todo lo que veíamos en el cine o en las series se hizo realidad. Un virus desconocido que paraliza la economía mundial y evidentemente eso genera miedo y el miedo te lleva a buscar explicaciones. Y las explicaciones van desde lo racional a lo irracional. Piensa que es exactamente el mismo motor de mitos como el del trauco, donde el trauco es un mito que existe para explicar los embarazos adolescentes en Chiloé o en la Patagonia Argentina. La vacuna, la teoría de conspiración relacionadas con la vacuna fue una teoría para tartar de darle calma a ciertos grupos que en todo hay una agenda de control»expresa el periodista.
¿Crees en esa agenda?
«No, no creo. Lo que si creo es que hay grupos políticos que efectivamente hacen uso de teorías de la conspiración para controlar a la gente. Como el “Pizza Gate”. A mi me sorprende que un país como Estados Unidos tenga gente que realmente cree que miembros del Partido Demócrata secuestren niños para tomarles la sangre. Pero por otro lado tú empiezas a investigar, te das cuenta de que esto no es nuevo».
«Durante la Inglaterra victoriana se decía lo mismo de los extranjeros, de los judíos. La novela “Drácula” que construye el mito del vampiro contemporáneo. Pero el subtexto de la novela es que hay extranjeros que vienen de Europa del Este y que llegan a pervertir a nuestras virginales doncellas, una invasión. A partir de ello se crea un mito al vampiro que, si haces la lectura, es exactamente el mismo motor detrás QAnon», concluye el escritor Francisco Ortega en Palabras Sacan Palabras.