El rol del Ejército una vez consumado el golpe de Estado en 1973 fue avalar los excesos, los crímenes, la violencia y el terrorismo, al contar con la complicidad de un sector político pasivo y ausente. Juan Emilio Cheyre, comandante en jefe desde 2002 a 2006, ha modernizado la institución al buscar que no se repitan hechos de tal característica y detalla en las conversaciones con el autor partes de su vida y los acontecimientos que marcaron al Ejército en la segunda mitad del siglo XX. Sobre esto, hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Alejandro San Francisco, historiador chileno y autor del libro “Para que nunca más”.
¿Cómo se llega a este libro?
“Me interesaba mucho la figura de Cheyre y le dije que tenia una deuda con el país, que era dejar sus memorias y recuerdos. En el 2018 conversamos muchas horas grabadas, solo interrumpidas por el COVID. Y a comienzos de este año terminamos el libro”, señala Alejandro San Francisco.
“Mi interés histórico era conocer el Ejercito en los 50 años después del golpe, pero también el ejercito inserto en el programa nacional e internacional”, indica el historiador y autor de “Para que nunca más”.
¿Cómo fue la conversación con respecto a temas como caravana de la muerte, fue el nudo más problemático de conversar?
“Conversamos los temas con total transparencia y los temas polémicos que han salido a la prensa, relacionados a derechos humanos, por ejemplo, y en el caso de la caravana de la muerte él trabajaba en La Serena y era una especie de ayudante, tenia unos 25 años y cuenta las funciones que cumplió en esa ocasión, que era informar al diario El Día lo que general le comunicaba”, afirma Alejandro San Martín.
El rol del ejército, ¿dónde está en este caso?
“El ejercito se politiza a fines de los 60 y le pregunte por el caso del Tacnazo, quien tuvo que rodear Tacna fue el padre del general Cheyre. Después ocurre el Golpe y en la excepcionalidad del país, en el 87, Cheyre fue intendente en Atacama, así que cumplió una función gubernativa”, asegura el historiador y autor de “Para que nunca más”.
“Después del 90 Cheyre dice que el ejercito debe volver a sus labores en el ámbito normal y que debe vivir una transición en base a normas que pongan al ejercito como garante de la seguridad. Lo que según él corresponde, la idea es favorecer a que estas instituciones sean obedientes y no beligerantes”, sostiene Alejandro San Martín.
¿La relación con Pinochet?
“Una relación de mutuo respeto, donde Cheyre participó en la campaña del plebiscito del 88. En democracia cambia, pero sigue estando supeditado a Pinochet, y una de las cosas que cuenta, es que cuando el general Pinochet iba a entrar en rebeldía con la justicia, es Cheyre quien le aclara la posición del Ejercito de entregarse, aunque Pinochet quisiera desacatar toda orden”, comenta el historiador chileno.
“El libro se ha vendido bien”, concluye en Palabra Que Es Noticia Alejandro San Martín, autor de “Para que nunca más”.