Este jueves la delegación presidencial compuesta por el mandatario Gabriel Boric, tres de sus ministros, la embajadora de Chile ante la ONU (Paula Narváez) y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres arribaron hasta la Antartica para un recorrido que tiene por objetivo, realzar el nombre de Chile en la lucha por el cambio climático. La expedición de dicha comitiva se extenderá hasta el sábado 25 de noviembre, y considera en su planificación encuentros con científicos y Fuerzas Armadas, además de visitas a tres de las diez bases que el país tiene en el continente. Sobre esto, hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Raúl Cordero, climatólogo y académico del Grupo de Investigación Antártica.
¿Qué importancia tiene una visita de estas características?
“Este tipo de visitas de políticos a zonas de interés geo-político o científico sirven para dar símbolos, los políticos al final viven para dar señales como dicen ellos. En el caso del Secretario General de las Naciones Unidas lo que le interesa resaltar es lo vulnerable que somos a los efectos del calentamiento global, de cara a la COP que comienza en pocos días en Medio Oriente”, señala Raúl Cordero.
“Y en el caso de la presidencia de la República, le interesa resaltar que Chile es una prueba de entrada a la Antártica. Chile tiene intereses en la Antártica que no son necesariamente científicos, sino que geopolíticos. Llevar por segunda vez un secretario de las Naciones Unidas, por vía chilena, en términos de política exterior es un poroto para Chile”, indica el cliamtólogo.
“El interés de Chile no es científico, en la agenda por supuesto hay encuentros programados con científicos, pero en toda la Antártica en este momento hay solo un científico chileno. Así que digamos que más allá del uso de la palabra ciencia por parte de los políticos en estos viajes, yo les diría que no la ocupen tanto porque la van a gastar”, afirma Raúl Cordero.
¿Cuál es la importancia que tiene la Antártica en relación al cambio climático que se vive en la actualidad?
“Claro que sí, es decir, la Antártica es un agente climático global. Osea, lo que le sucede a la Antártica le afecta a todo el planeta y en particular a Chile. Buena parte de los cambios en el clima que han afectado a Chile en las últimas décadas están relacionados directamente con cambios en la conformación atmosférica Antártica. Así que la suerte de la Antártica es la suerte de Chile, y eso no es metafórico”, asegura el climatólogo.
¿En qué sentido la suerte de la Antártica tiene que ver con la suerte de Chile?
“El mejor ejemplo son los casi 14 años de sequía. Pérdida de precipitaciones que se inició en los años 80, ¿y que pasó ahí?. En los años 80 comenzó a desarrollarse en la Antártica lo que antes se llamaba el agujero de ozono. El ozono más allá de ser famoso por su efecto en la radiación ultravioleta, el ozono es un gas de efecto invernadero. Entonces, ese cambio en los gases de efecto invernadero provocados en la Antártica, produjo un enfriamiento en la parte alta de la Antártica, que se tradujo en un fortalecimiento de los vientos en torno al continente”, explica Raúl Cordero.
“Y como la Antártica es gigantesca, terminó por afectar a los patrones de viento de todo el continente. Eso ha provocado sequías persistentes en el centro de Chile, Madagascar, parte de Nueva Zelanda y Australia. Lo que le sucede a la Antártica afecta mucho al clima chileno”, agrega.
En esa perspectiva, ¿qué lugar ocupa la Antártica en la discusión que se pueda desarrollar en la COP28?
“Cero. La COP no es sobre la Antártica, la COP es para ponerse de acuerdo en quién va a financiar la transición energética que va a permitir abandonar el uso de combustibles fósiles. Esa es la única manera para detener el calentamiento global”, sostiene el climatólogo.
“Ahora, naturalmente y como mencionaba al principio, los políticos se dedican a lo suyo y funcionan bajo señales. Entonces el hacer ver las consecuencias del calentamiento global es relevante si quieres marcar o estimular la toma de decisiones. La COP es una reunión de políticos, para hablar de política. Política climática y política energética”, comenta.
Pero entonces, ¿sirve o no sirve la realización de la COP?
“Sí y no. Ya lo hemos dicho, la COP que viene es clave, pero esta es la palabra que se ha instalado en las 27 ediciones anteriores y que seguramente se instalará también en las próximas 30. Porque repito, en la mejor de las casos, es esto lo que nos permitirá resolver el problema climático. Cada COP realiza su aporte, pero no hay que hacerse la ilusión de que una reunión resuelva el problemón que conocemos como calentamiento global”, concluye en Palabra Que Es Noticia Raúl Cordero, climatólogo y académico del Grupo de Investigación Antártica.