Sin duda, los servicios de streaming han ido ganando terreno dentro de la industria cinematográfica. Evidencia de ello es que directores de renombre han colaborado con ellos, como el aclamado David Fincher.
El director norteamericano David Fincher es reconocido por películas como ‘El Club de la Pelea’, ‘Se7en’ y ‘La chica del Dragón Tatuado’. Y desde hace un tiempo ha colaborado de manera exclusiva con Netflix.
Netflix es una de las plataformas de streaming más destcadas, y durante los ultimos años se ha enfocado en la creación de contenido para festivales de cine, atrayendo a cineastas de renombre, como es el caso de David Fincher, Ethan y Joel Coen y Martin Scorsese.
Fincher acaba de estrenar su último proyecto, «El Asesino», pelicula exclusiva de Netflix que se ha convertido en el éxito más reciente de la plataforma. Y en 2020 ya había estrenado «Mank» con la plataforma de la gran N.
David Fincher y los servicios de streaming
El director conversó con Le Monde, en donde abordó su experiencia trabajando con Netflix y sus impresiones del futuro de la industria cinematográfica.
“Seamos sinceros. He trabajado para la mayoría de los grandes estudios de cine. Cuando les dices: ‘Tengo que hacer estos efectos especiales en 4K’, su primera respuesta es: ‘Vaya, ¿por qué hacerlo tan caro?’. Se resisten al menor gasto”, señaló.
Sobre su experiencia con la gran N, declaró que “Netflix nunca ha puesto reparos a este tipo de elección. Adoptaron un estándar de la industria que tenía sentido para los cineastas. Netflix tiene, con diferencia, el mejor control de calidad de todo Hollywood”.
Enfatizando que “Netflix es el futuro del cine”.
Sobre los cines dijo que «No vamos a salvar la cultura del cine restringiendo a distribuidores caseros. Primero, el cine se tiene que convertir en un lugar de vanguardia, y no en el lugar húmedo, grasoso y oloroso que sigue siendo, con sus contadas excepciones».
“Me encantaban algunos cines, como el Grauman’s Chinese Theater o el Cinerama Dome de Los Ángeles, pero las condiciones técnicas eran deplorables. Debemos dejar atrás toda esta nostalgia para hacernos por fin la pregunta correcta: ¿quién ofrece hoy una representación óptima?”, concluyó.