La guerra entre Israel y Hamás cumplió un mes, mientras se sigue agudizando la crisis humanitaria. El lugar más afectado es la Franja de Gaza, con más de 10 mil fallecidos, de los cuales 4 mil de ellos son niños. Según “Save the Children”, el número mayor al de todos los infantes que han perdido la vida desde 2019 en conflictos mundiales. En Palabras Sacan Palabras conversamos con el cardiocirujano y gerente comercial del hospital clínico de la U. de Chile, Luis Berr Lama. El Dr. Luis Berr Lama ha estado en el territorio en conflicto como médico en la guerra.
¿Qué fue lo que hasta el día de hoy recuerda de esa primera vez?
«Lo que más me impresionó es las condiciones en que vive la gente en la Franja de Gaza. Es una extensión de 40 kilómetros de largo por 10 kilómetros de ancho, en la que viven más de 2 millones de personas. Viven rodeados por tierra, por aire y por mar. Y no pueden salir o entrar, salvo cosas muy excepcionales. Entonces ellos viven hacinados en eso. Su capacidad y posibilidad de desarrollarse como seres humanos son prácticamente nulas», expone el Dr. Luis Berr Lama.
¿Cuáles son los últimos reportes que le han dado desde allá?
«Yo estoy en comunicación diaria. De hecho, han fallecido un par de amigos míos, médicos allá, víctimas de esta situación. Me cuentan que la situación es simplemente catastrófica. Desde luego los hospitales han cerrado más o menos la mitad. Los otros están trabajando en condiciones muy precarias y han sufrido ataques como todo el mundo sabe. Y cada vez la situación se agudiza más por falta de combustible, por falta de insumos médicos y porque los hospitales están siendo usados de refugio de miles de personas»
«Entonces, la situación desde el punto de vista hospitalario es dramática. Y desde el punto de vista humano es una catástrofe. La gente tiene falta de agua, falta de alimentación, está durmiendo debajo de los escombros, no sabe si van a amanecer vivas. Las notas que a mí me mandan son realmente lamentables. Me dicen, no sé si mañana te voy a poder escribir y si voy a estar vivo o no», detalla el gerente comercial del hospital clínico de la U. de Chile.
Usted estuvo en la intifada, que es uno de los episodios que se recuerdan, ¿diría que tuvo mucho menos intensidad que lo actual?
«Estuve en la segunda intifada, cuando fui la primera vez a Gaza. Pero esto es una miniatura de lo que pasa ahora. Por supuesto que caían bombas y de repente nos teníamos que meter debajo de los subterráneos esperando con las luces apagadas para no ser blanco de alguna de las bombas. Pero eso es una cosa realmente muy distinta a lo que está ocurriendo ahora», declara el entrevistado.
¿Y cómo fue esa experiencia?
«Yo estuve en el hospital, trabajando en varios lugares, hoy día esos hospitales, están prácticamente cerrando, por falta de insumo, por el lleno de gente que está refugiándose en los hospitales. Muchos de estos hospitales están convirtiéndose casi en morgue, porque llegan los heridos y no tienen mucho que hacer. Están operando en los pasillos, sin guantes, sin anestesia. En toda guerra, uno supone, que hay lugares y códigos que deberían mantenerse. Por ejemplo, no bombardear hospitales. En esta ofensiva eso no se ha respetado».
¿Sobre los palestinos?
«No existe actividad de los palestinos que no esté absolutamente controlada en todo sentido. Y no hay día en que no maten a un palestino y parece que la muerte de un palestino no es tan importante como la muerte de un israelita. Allá, cuando se muere, un palestino no pasa nada. Cuando se muere un israelita es primera página en todos los periódicos del mundo. Y por ningún motivo justifico las atrocidades que cometió Hamás, como tampoco justifico las atrocidades que está cometiendo el ejército de Israel»
«Esto nace del ambiente que existe allá, de opresión al pueblo palestino, del trato indigno, de la deshumanización progresiva. Llega un momento en que los palestinos dicen, ¿qué pasa? Y dicen, no tenemos nada que perder y el mundo no se acuerda de nosotros. Así que se le ocurre al grupo de Hamás hacer esta brutalidad para llamar la atención del mundo. Por supuesto que de una manera que nadie comparte. Pero para decir, miren Palestina existe, preocúpense de nosotros y búsquenos una solución definitiva. Traer violencia va a significar más violencia, porque podrán matar hasta al último miembro de Hamás, pero al día siguiente se va a formar otro Hamás si la situación del trato de los palestinos, y el respeto al derecho internacional y a las resoluciones de las Naciones Unidas no se cumplen».
¿Por qué cree usted que explota ahora?
«Yo creo que el gobierno actual israelita es el gobierno más radical que ha habido. Entonces, los palestinos ven que este gobierno todos los días les quita un pedazo de terreno. Porque ellos quieren el gran Israel, ellos quieren todo el territorio donde hay palestinos. Entonces, ¿cómo lo hacen? Quitándoles tierra, haciéndoles la vida imposible. Para que en un momento teórico, los palestinos digan esto no da más y se vayan. Los palestinos no tienen odio contra los judíos. El palestino y judío convivieron durante mucho tiempo. Esto es un grupo distinto, que es el sionismo extremista, que maneja hoy en día Israel, pero no representa a todos los judíos».
¿Y cómo describiría usted a Hamás?
«Hamás es un grupo extremista, sin duda alguna, pero es fabricado por la situación. Es producto de la situación, y por supuesto que nadie puede estar en favor de grupos extremistas, ni de un lado, ni de otro. ¿Y qué tipo de control tiene Hamás sobre la Franja de Gaza? Hamás tiene un control total sobre la Franja de Gaza, porque esta gente durante muchos años no ha tenido ninguna esperanza hacia el futuro, y se agarra de cualquier cosa»
«Yo no estoy justificando a Hamás, quiero dejarlo muy en claro. Ahora, en Cisjordania, ¿qué pasa? Ellos tienen una situación, digamos, menos violenta, pero todos los días matan a un palestino allá. Y todos los días le quitan un pedazo de territorio. Entonces, ellos están desesperados, porque por la vía diplomática no tienen nada que hacer, porque la Nación Unida se olvidó. Y por la vía militar, digamos, están llenos de militares y no pueden hacer nada», responde el Dr. Luis Berr Lama.
¿Y qué es lo que cree que va a pasar ahora?
«Yo no sé lo que va a pasar ahora, pero la Franja de Gaza va a tener que manejarla alguien. El presidente de Palestina, Abbas, ha dicho que él se haría cargo si es que cambian las condiciones de los palestinos en todo el territorio palestino. Si le dan la libertad de ser un Estado libre, soberano, con fronteras bien definidas y probablemente desmilitarizado, pero que los dejen vivir en paz. De lo contrario, esto va a seguir.
«La violencia trae más violencia, y lo aseguro. Mire lo que está pasando en Cisjordania. En Cisjordania hoy día matan palestinos todos los días. Si a los palestinos se les trata como seres humanos, si a los palestinos se los deja tener su país propio, como lo han determinado las Naciones Unidas, Hamás desaparece automáticamente. Porque lo único que quiere la gente es paz. Si Hamás no son estos tipos que andan buscando el islamismo fanático, están buscando la liberación del pueblo palestino. Y ellos mismos han dicho, nosotros, con esto, que es una brutalidad, lo vuelvo a repetir, y no lo justifico, con esto vamos a colocar sobre la mesa de la discusión mundial el tema palestino que estaba olvidado».
¿Cómo ha sido la experiencia suya como médico de guerra, sobre todo en esos momentos donde el conflicto ha estado instalado?
«En los períodos que me ha tocado a mí, era realmente una cosa dramática, por la cantidad de gente que llegaba. En el tiempo de la intifada llegaban heridos más habituales de armas de fuego, hoy día llegan los heridos producto de las bombas, que es otra cosa totalmente distinta. Ahora llegan los cuerpos desintegrados, hinchados por la expansión de la explosión y es otro tipo de cirugía de guerra. La verdad es que en los bombardeos, la cantidad de gente que fallece en forma instantánea es brutal».
¿Qué posibilidad hay de llevar ayuda a la zona?
«Ni una posibilidad. No se imagina cuántos médicos chilenos me han llamado a ver si hay la posibilidad de ir a ayudar allá. Yo me saco el sombrero con ellos, porque la verdad es que es un gesto muy bonito, muy humanitario. Pero en este momento las fronteras están absolutamente controladas. De 500 camiones que entraban diariamente a Gaza, hoy día están dejando entrar a 10, 15 o 20 camiones. Y mandar ayuda para allá es imposible sin que pasen los filtros».
¿Y usted volvería?
«Yo volvería mañana. Y esta es una cosa común a toda la gente que ha ido para allá. Si usted lee una entrevista de una enfermera americana que acaba de salir, la gente palestina es gente encantadora. La gente de Palestina es gente buenísima. Los tienen demonizados. Y yo no estoy hablando Hamás, estoy hablando de la gente de Palestina, que es el 99%», concluye el Dr. Luis Berr Lama en Palabras Sacan Palabras.