Zak Starkey es uno de esos personajes que llegó al mundo marcado por una buena estrella, al ser hijo de una leyenda, Ringo Starr de los Beatles. Por esas cosas de la vida, tomó el mismo camino de su padre, el de ser baterista. Afortunadamente el talento sí venía en el ADN y Zak destacó con luz propia por su talento y trabajo duro, llegando a ser el baterista de The Who desde 1996, por más de 25 años, y habiendo pasado por otras importantes bandas como Oasis y el grupo de Johnny Marr, entre otros. Y este 2023 inauguró otro proyecto: Mantra of the Cosmos, junto a Andy Bell del grupo Ride y a Shaun Ryder y Bez, ambos de Happy Mondays.
Con ellos ya ha sacado algunos primeros singles que han dado a conocer su propuesta que mezcla sonidos rockeros y bailables, donde el trabajo de Zak es fundamental con sus ritmos. Nos comunicamos con él para saber un poco más:
-Zak, sabemos que siempre es emocionante empezar una nueva banda y crear nueva música. ¿Cómo te sientes trabajando con Andy, Shaun y Bez?
-La historia fue así: hace dos años, un gran hombre de una gran compañía de discos me habló. Era un gerente de Jamaica… espera, ¿era un gerente? Sí. No. Sí. Sí, sí. Ok, bien. Un gran hombre, un gran tipo, el jefe de un sello, me dijo, “¿Por qué no estás trabajando con The Who?” Porque teníamos el sello Trojan Jamaica, ¿sabes de eso? ¿sí? En el 2020 hicimos ocho discos, creo, en Brasil. ¿De dónde eres tú? ¿De Chile? Ok, genial. Así que, bien, quería decir que, antes de hablar de otra cosa, me gustaría agradecerle a Chile porque Chile, Argentina y Brasil son nuestros mejores números, como lo llaman en el negocio musical. Ya no dicen “hey, tu gran disco es exitoso”. Dicen “tus números son buenos”. ¿Qué significa eso? Mis números… pero bueno, el tipo vino a mí y dijo que debíamos formar un supergrupo británico. Le dije ”¿Sabes qué, hombre? Los supergrupos no son geniales. Todos mis amigos van a decir no”. Porque todos están ocupados. Y no es algo que quede bien en esta generación.
-¿Por qué?
-Es más de la generación de Cream y Led Zeppelin. Un supergrupo donde todos te muestran lo genial que son sus instrumentos. Bueno, la cosa es que… no somos un supergrupo. Somos un fantástico grupo. Le dije al tipo “¿sabes qué? Yo haría esto si fuese una especie de supergrupo británico de krautrock”. Y curiosamente tuvimos algunos músicos alemanes involucrados. Karl Bartos de Kraftwerk. Amo el trabajo de Karl fuera de Kraftwerk. Sus letras. Amo su producción. Su voz. Y él… era el baterista. Pero se volvió mucho más que un baterista. Yo le pedí que produjera un disco hace tres años. Karl dijo que le gustaría, pero era demasiado viejo. Dijo “¿por qué no me llamabas hace 10 años cuando era joven para hacer esto? Es una gran idea, pero soy demasiado viejo”. La pandemia había empezado. Yo no podía pensar en nadie más que lo hiciera. Porque quería algo diferente.
-Para no perder el hilo, ¿qué pasó finalmente y cómo se armó el grupo?
-Entonces, el año pasado estaba en Jamaica trabajando y de repente pensé que quería hacer una banda. Y quería hacerlo totalmente diferente. El cantante debería ser Shaun Ryder. Porque es un poeta psicodélico y tiene una gran voz. No sabe que tiene una gran voz. Cuando le digo que es un gran cantante, dice “¿lo soy?”. No lo sabe. Es muy humilde. Entonces llamé a Shaun. La primera persona que llamé. Le dije “esta es mi idea, quiero hacer… lo que llaman un supergrupo, pero lo que quiero es un fantástico grupo. Tú eres el único hombre que puedo pensar que lo hará sin ser indulgente. Y podemos basarlo en tu increíble poesía, ¿sabes?”. Porque si lees sus letras, tienen muchos significados. Hay alegorías ahí. Es como Bob Dylan.
-Como buscador de poesía, ¿es Bob Dylan una de tus grandes inspiraciones?
-Cuando escucho a Bob Dylan, no sé si lo has hecho, pero es el único cantante al que escucho. Es como mirar una película. Las palabras se convierten en película, en un film vivo. En realidad ves lo que escribe. No sé qué otro escritor lo hace así. Shaun lo hace un poco. Pueden ver las letras de Shaun. Son muy profundas y pesadas. Muchas de ellas son sobre cosas que no son drogas. Shaun está limpio ahora.
-Ok, para seguir el hilo, qué pasó con Shaun, qué respondió.
-Le dije “esto es lo que quiero hacer, ¿quieres hacerlo?”. Él sólo dijo “quiero hacerlo. Es una buena idea”. Le pregunté por su amigo y compañero de banda, Bez. ¿Lo haría él? Y dijo “no está aquí en este momento, pero lo hará”. Entonces llamé a Andy Bell. Esa fue idea de mi esposa, porque tocamos juntos durante mucho tiempo. Compartimos un mantra de la meditación de nuestras clases de meditación trascendental. Los tres de nosotros compartimos un mantra. Por eso que el grupo se llama Mantra. Shaun y Bez son del cosmos. De hecho, son del espacio, amigo. Así que es por eso la banda se llama así. Hay una razón. Todos piensan que es una locura, pero en realidad hay una razón detrás de ello.
-Entonces, tenemos la historia de la banda. Ahora queremos saber algo sobre tu carrera, si bien para muchos es natural que toques la batería por ser el hijo de Ringo, ¿consideraste alguna vez dedicarte a otro instrumento? ¿Cuáles son las mejores cosas de ser un baterista, para ti?
-Bueno, en realidad no hay muchas cosas así. Sí, muchas. No, no hay. Bueno, ok. Cuando era un niño, muy niño, y tenía 7 años, mi papá hizo un filme sobre T.Rex llamado Born to Boogie. ¿Sabes de esa película? ¿Lo sabes? Lo has visto. Ok. Entonces, Marc (Bolan) era un muy buen amigo de mi papá, uno de sus mejores amigos. Un día nos visitó, entre los años 1971-1972 y lo vi tocar en vivo. Cuando lo hice, le dije a mi papá que quería una guitarra como esa. Y entonces mi papá me dijo “bueno, hay guitarras en casa. Puedes ir al estudio y tocar una de esas”. Entonces comencé a aprender a tocar la guitarra cuando tenía 7 años. Marc Bolan nos visitaba y mis padres no salieron de la cama porque no sabían cómo tocar la guitarra. Entonces, Marc se sentaba y tocaba la guitarra conmigo. Nos sentábamos y tocábamos la guitarra, como un juego. Durante 3 años sólo tocaba la guitarra. Quería ser Marc Bolan. Él es mi héroe. También amo sus letras porque sus letras son como canciones locas.
-¿Después te pasaste a la batería?
-Todavía no. Un día encontré un disco de The Who en la colección de mis padres y lo puse y quedé tan emocionado por los trompetas que me quise cambiar de instrumento. Escuché un disco llamado “Meaty Beaty Big and Bouncy”. Realmente era música pop emocionante. Y me cambié a la trompeta el día siguiente. Entonces, tengo un grado en la guitarra y luego tomé las trompetas y luego tuve lecciones de piano durante un par de años que no me gustaron en absoluto. Pero ahora deseo con todo mi corazón poner mi alma en las lecciones de piano porque si puedes tocar el piano puedes tocar todo. ¿Entiendes? Todo.
-Bien, Zak, ha sido un honor. Seguro escucharemos más de ti y Mantra of the Cosmos, mientras disfrutamos estos primeros singles.
–¿Te gusta? Muy bien. Me alegro. Esperamos hablar de nuevo en el futuro, ¿de acuerdo? Estaría muy bien. Ha sido un placer hablar contigo. Muchas gracias.
En cuanto a la música, arriba está el último single «X» y acá abajo está el primero, «Gorilla Guerilla»: