A primera vista, «The Soundhouse Tapes» representa un demo de 12 minutos y tres canciones que lanzó la increíble carrera de Iron Maiden. Sin embargo, en un sentido más amplio, se podría decir que este EP desató todo el movimiento de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico.
Sin duda, numerosas bandas advenedizas ahora asociadas con el N.W.O.B.H.M. También estaban grabando sencillos y EP independientes similares en esta época. Incluidos Def Leppard de Sheffield, Trespass de Suffolk y Praying Mantis de Londres. Mientras que Saxon, de South Yorkshire, pronto también lanzaría un álbum debut. Pero Maiden (entonces compuesto por el bajista Steve Harris, el vocalista Paul Di’Anno, el guitarrista Dave Murray y el baterista Doug Sampson) eran los líderes no oficiales de un grupo de bandas incipientes que intentaban devolverle la relevancia al heavy metal en la capital británica del post-punk.
«The Soundhouse Tapes» llegó el 9 de noviembre de 1979. Antes, sus escasos números –incluido Iron Maiden, que había estado pagando sus cuotas desde 1976– generalmente se congregaban en el llamado Heavy Metal Bandwagon, presentado por DJ Neal Kay en un pequeño club llamado Soundhouse. De hecho, cuando Iron Maiden finalmente reunió 200 libras para pagar su precioso tiempo de estudio en la víspera de Año Nuevo de 1978, su objetivo principal era darle a Kaye algo que tocar durante sus sesiones de DJ.
Aprovecharon al máximo esa sesión nocturna, Capturaron rápidamente cuatro canciones bien ensayadas de su presentación en vivo. Incluida la melodía con riffs serpentinos que llevaba su nombre. Dos temas llenos de energía llamados «Invasion» y «Prowler». Y «Strange World», más melódico. Este último quedó fuera del EP y luego se volvió a grabar para el álbum debut de Iron Maiden. No es sorprendente que los temas resultantes brinden una visión fascinante del anterior éxito de Iron Maiden. Kaye los tocó hasta la muerte y rápidamente ascendieron al número 1 en su lista Bandwagon Soundhouse, que se publicaba semanalmente en la revista Sounds.
Eso, a su vez, despertó un serio interés de las compañías discográficas en Iron Maiden. Incluso cuando un eventual acuerdo con EMI Records comenzó a cobrar impulso, la banda decidió gestionar 5.000 copias de su demo, llamarlo «The Soundhouse Tapes» (pero por supuesto) y venderlo por correo como recuerdo a fans leales como Rob Loonhouse, que había los acompañó durante todo su viaje. Ellos, a su vez, consiguieron con entusiasmo 3.000 copias de «The Soundhouse Tapes» en la primera semana, y las 2.000 restantes en muy poco tiempo. Fue por deferencia hacia ellos que Iron Maiden y su manager Rod Smallwood resistieron la tentación de sacar provecho de esta demanda cuando las cadenas de tiendas de discos HMV y Virgin supuestamente solicitaron hasta 20.000 copias cada una.
En cambio, Iron Maiden centró sus energías en hacer que su debut en un sello importante antes mencionado fuera lo más poderoso posible. Como todos sabemos, el LP resultante de Iron Maiden, que llegó a las tiendas en abril de 1980, lanzó al grupo a la fama y la gloria internacional. Pero todo comienza con «The Soundhouse Tapes».