Mission Blue es una organización que busca que las comunidades y gobiernos protejan la vida marina a través de estándares de producción y exportación más altos, sumado una fiscalización óptima desde el Estado hacia las salmoneras. En Chile, uno de los problemas es que no existen salmones nativos y para quela producción sea más rápida, los peces son sometidos al hacinamiento, lo que produce que se estresen y su sistema inmune disminuya y se enfermen.
Para conversar sobre este tema, en Palabras Sacan Palabras conversamos con Maximiliano Bello asesor ejecutivo de Mission Blue y experto en políticas oceánicas.
¿Cuál es la visión de la salmonicultura?
«El mayor éxito es el marketing del pez, que en algún momento era inaccesible porque no se producía en el hemisferio sur. La campaña de marketing ha hecho creer a la gente que es un pez sano, pero no es así. Hay un libro muy bueno, que lo edito Patagonia, que se llama el nuevo pez y habla de ese éxito publicitario que ha generado el salmón. La gran parte de la industria en Chile se beneficia de Noruega, que es el principal productor, y Chile, el segundo en el planeta», responde el asesor ejecutivo de Mission Blue, Maximiliano Bello.
¿Características que hacen que sea dañino para el ecosistema?
«El problema con los antibióticos es por el lado de la resistencia, porque alguna de esas bacterias genera anticuerpos. En el caso de Chile se utilizan mucho porque hay una sobreproducción, lo que hace que los salmones se estresen y se enfermen. Para que no se enfermen se les da toneladas de antibióticos».
«El marketing ha dicho que los salmones quitan presión sobre el océano, pero deben ser alimentados con especies de vía libre, como el krill, que lo transforman en alimento de salmones, ellos son carnívoros, por lo tanto, ese alimento lo defecan y termina en el fondo del agua y entonces matan al ecosistema marino».
«Se habla mucho de su rol en la proteína, en el alimento, pero la gente que compra eso es porque tiene dinero. Es un alimento de lujo. ¿Tenemos que producir un lujo destruyendo la Patagonia?, hay más de mil concesiones», declara el experto en políticas oceánicas.
¿Tienen que hacer un estudio de impacto ambiental?
«Particularmente pides una concesión, pero esa puede empezar a aumentar, por ejemplo, una concesión para 200 toneladas, se pide para 5 mil toneladas. Las concesiones aumentan y son de por vida, muchas de ellas no se han retirado y no se ha hecho».
¿Por qué no?
«Eso lo debe responder la subsecretaría de pesca. Aunque lo necesario es que salgan esas concesiones y sean removidas del área protegida. Es una actividad que va en contra de las razones por las que creaste esa área protegida, porque está destruyendo esas cosas que tú puedes proteger. Hay muchas que no han sido usadas en años, pero tienen la concesión, es un rol de negociación tenerlas».
«La Patagonia ha sido monopolizada en términos de trabajo y no ha tenido oportunidades para otras cuestiones. Miles de millones de pesos en subsidios para esa empresa, si se le hubiese preguntado a la comunidad, se habrían usado de forma diferente. El error es apoyar una sola actividad cuando las comunidades son vulnerables», expone Maximiliano Bello.
¿Dónde podemos conectarnos para estar más informados?
«Estamos trabajando en un programa llamado Patagonia Azul cuyo rol es la biodiversidad y la captura de carbono y queremos llamar a la salmonicultura a que salga de esas áreas protegidas», concluye el asesor de Mission Blue, Maximiliano Bello, en Palabras Sacan Palabras.