Conversamos en Palabras Sacan Palabras junto a Antonia Zegers, actriz que interpreta a una mujer sin nombre que revisa su vida en pareja con el amor de su vida, en el monólogo Girls & Boys.
«Solo agregar que es el cinco, seis y 7 de enero en el Teatro Oriente en ese magnífico lugar».
¿Has hecho algo ahí en el Oriente?
«He visto películas. Ahí se estrenó El castigo, de hecho. Pero nunca me he parado en ese escenario a actuar la primera vez.
Pero hablemos un poco de El Castigo, que es una película que ha estado pero muy requete premiada, eh? ¿Cuántos premios ha tenido? 14, diez, 12.
«Como 17 premios. La película. Esta en Ondamedia.cl. Además ha sido premiada no solamente la película, sino que la Antonia Zegers también en su magnífico papel de madre, lo mismo que se repite acá, también de madre y. Pero es una película muy curiosa.
Lo hablábamos la otra vez porque ha sido como premiada tardíamente. ¿Cuéntanos qué pasó con el castigo, Qué pasó?
«Se estrenó en Black Nights hace ya un año, en un festival que es bien potente de cine y ahí gané mejor actriz. De hecho en su estreno y después vino el estreno en Chile, que siempre es medio difícil, la pasada de las películas en sala. Por suerte, Maite Alberdi no puede decir lo mismo porque la memoria infinita tuvo mucha gente y eso fue muy hermoso. Pero hay muchas películas que son súper buenas y que entre que no sé, no se alcanzan a comunicar antes o no sé, o están muy poco tiempo en la sala y tienen una pasada bien discreta.
Pero después empezó el periplo de los festivales y empezó a cada festival que va el castigo gana un premio. Es impresionante y bueno. Y se empezó. Entonces se se dio en TVN. Después de eso y está en Filmin, la agarró Filmin por eso mismo y empezó a crecer el boca a boca, que es el Festival a Festival. El premio a premio empezó a hacer que el castigo tuviera una segunda magnífica vida y súper bueno, porque al final más que, o sea, los premios son exquisitos, no voy a decir que no, pa que pa que no va a mandar con cosas. Nos vamos a sacar la suerte entre gitanas.
Lo que quiero decir es que a todo el mundo le gustan los premios para que uno se va a hacer, que no, porque bueno.
«Nunca son el platita. Eso sí.
Hay veces que sí. Pero lo que quiero decir es que ha tenido la posibilidad de ser vista mucho más. Y al final, todo lo que hacemos, el teatro, el cine, lo que sea, se completa cuando el público la ve y cuando el público la comenta, se interpela, le gusta, no le gusta, opina. Ahí acaba nuestro trabajo.
Nuestro trabajo. No, no termina en el rodaje nuestro, nuestro trabajo. Igual que el teatro, termina en la sala o en la proyección o en la televisión. ¿Me entiende? Entonces ha sido muy bueno porque mucha gente la ha visto en Filmin, ha estado entre las películas más vistas, tuvo un montón de tiempo y la conversación que se genera, los mensajes que me llegan es muy bonito porque ahí empieza a tener todo el sentido el trabajo.
Revisando las características de de esta obra, de este stand up comedy, no de Girls and Boys. Significa desafíos por todos lados, porque nos comentabas de un escenario. Que que no, que no había aceptado esta la dirección de de Alfredo Castro, que ya es una exigencia en sí misma, me imagino, y además este monólogo no Que siempre me imagino que también es una. Es un trabajo adicional, una preparación especial. ¿Cómo fue esa preparación para esta obra?
Este fue es un proyecto de Marco Albo de Kau Company que me invitó a hacer este monólogo y yo escuché la palabra monólogo y me dieron ganas de devolverme corriendo muy lejos de esa propuesta, no por falta de ganas, sino por terror, porque yo creo que uno de los desafíos más potentes que puede tener una actriz o un actor pararse solo y hacer un monólogo. Nadie te salva. Pero cuando supe que Alfredo Castro la la iba a dirigir también dije bueno, ahí yo me dejo caer. O sea, con Alfredo hemos tenido una relación muy profunda y potente como colegas en en general, en películas y en serie, pero nunca había estado con él en el teatro, que para mí fue fundacional el trabajo de Alfredo. Cuando yo era estudiante de teatro. Fue lo que me explotó la cabeza. Era el sueño de mi vida trabajar con él y escucharlo y sentirlo. Y dejarme llevar por él y por su imaginario y por por todo lo que él sabe y significa para el teatro en Chile. Entonces yo le dije Alfredo, Alfredo, yo voy a hacer todo lo que tú me digas, o sea, mídete tú, porque yo voy a hacer todo lo que tú me digas. No tengo ni siquiera miedo de equivocarme. ¿O sea, si nos equivocamos, encuentro que Alfredo es tan valiente y tan rotundo que uno se puede incluso equivocar porque es jugadísimo y tener esa como esa certeza, como cuando uno se pone una chaqueta así de de convencida de yo aquí voy, incluso si es que me equivoco. Es un buen punto de partida para algo tan aterrador como un monólogo. Y la verdad es que después fue paradójicamente fácil todo. Muy raro.
La confianza, digamos. Lo que dices tú, no es un referente. Verlo en tus tiempos de estudiante y ahora trabajar con él y. Y finalmente entregarse a esa dirección y a esas ideas riesgosas a veces, pero que finalmente tú tienes confianza plenamente. ¿Si no existiera esa confianza, yo creo que es muy difícil hacerlo, no?
Sí, yo creo que en un monólogo es súper importante sentirse como sostenido en en en los pasos que estás dando. Y bueno, también está Víctor Valenzuela, que es el asistente de dirección que sin él yo creo que no muevo un pie en la escena. Yo lo necesito mucho para no estar sola también y y porque también ha sido un puntal súper importante. Y fue curiosamente fácil todo y es muy raro, como que el texto me lo aprendí. Imagínate, eran 49 páginas de hablar y me lo aprendí muy rápido y de manera muy como natural. Es muy curioso. Nos pasaban sincronías con Alfredo que me decía ya vamos a cortar texto cuando estábamos recién leyendo y él llegaba con sus cortes y yo llegaba con los míos y eran los mismos cambios de palabra, la misma palabra. Como estábamos en una sincronía ya casi media mística y todo fue bastante. Fácil en un punto y gozoso en un punto.
Hay que decir también que ese monólogo es un stand up comedy y en el stand up comedy yo he mandado a Standaperos a ver este stand up comedy, que porque tú tuviste que ver mucho stand up también.
Sí, consumí mucho. Es un lenguaje muy difícil. Bueno, esa era otra cosa que me daba terror hacer reír. O sea, porque un stand up comedy, como tenía la forma stand up comedy,
Si la gente no se ríe sino una ruina.
Es una ruina, señaló Antonia Zegers.
O sea, se te arruina todo.
Como que Alfredo al principio quería poner risa grabadas.
No, en serio, claro, como en Jappening, como La Nanny a una cosa así.
En un gesto teatral también. Como entender la operación. No, no jugárselas del todo por un stand up comedy, sino que hacer la cita completa con las risas de stand up comedy como gringas y toda la cuestión. Pero después empezó a mandar lo que estaba ocurriendo, que es que empezó a ponerse muy gracioso, como que yo tenía una una persona muy buena para hacer reír adentro que yo no conocía. Nos caímos súper bien y yo la he usado para hartas cosas más.
Antonia Zegers: ¿Te ha servido?
Un sentido del humor propio que lo encontré y fue y ha sido súper exquisito y claro. Y también entrar en los códigos del stand up que que tienen un cuerpo, tienen como una estridencia, tienen esa cosa también como del borde del patetismo todo el tiempo que, que el monólogo también lo tenía. El monólogo no había sido montado como stand up comedy, en todo caso. Los montajes previos. La primera que lo hizo este cuando cuando Denise Kelly lo escribió fue la Carrey Mulligan, que es una tremenda actriz que lo hizo en el Royal Court de Londres y no se montó como stand up comedy. Ella estaba en una habitación. Y si el comienzo es comedia, pero había una especie de lugar extraño.
Ya no estaba haciendo un stand up, estaba como en el teatro clásico.
Antonia Zegers: Y la verdad es que dentro de la sincronía con Alfredo, cuando Alfredo leyó la primera vez y cuando yo leí la primera vez, cuando Alfredo me preguntó qué leíste? Y yo le dije un stand up comedy que de pronto hay una caída de telón y él había leído lo mismo. Entonces ahí empezó toda esta sincronía y buscar el lenguaje del stand up para porque es un ritual y como como leían recién es un ritual. Es una mujer que está en una operación que se entiende en el transcurso del monólogo. Al principio es es súper gracioso y la onda con el público es frontal y el público muchas veces participa y muchas veces me gana. Son más graciosos que yo, otras veces tiran chistes. Sí, a veces tiran chistes, son geniales.
Después, en el camino del stand up se va entendiendo también porque hay un espacio atrás que es un espacio misterioso, como de ella con sus hijos. ¿Qué es lo que está pasando? Y eso no lo voy a adelantar porque sería el el la operación de la obra. Pero. Pero es muy interesante, es muy interesante lo que pasa, como el público muchas veces así los comentarios son como sentí tanto, me reí, lloré, grité, tuve miedo como como ese espacio, como de la del teatro griego, de ir a sentir, a sentir con lo que tú estabas viendo.
Para hablar contigo de lo que pasó el domingo y de lo que viene. Si, si lo ves, lo interpretas como un cierre de ciclo. Lo interpretas como una farra, como han dicho muchos, dos procesos constitucionales rechazados en prácticamente un año. Un récord mundial. Que sentiste, digamos, con todo esto.
Qué divertido lo de récord mundial. Siento, bueno, es súper desconcertante. Donde quedamos, digamos, es volver al a lo que teníamos. Y es triste, creo, porque si nos farreamos esto y me pongo adentro. Yo no fui constituyente ni nada, pero. Pero somos una sociedad que que esta fue nuestra altura. ¿Yo creo que desentenderse y mirar a esa gente que que hizo esto por la ventana es no entender que estamos en una lógica que es cero colaborativa, que todo el tiempo está en la competencia de quien gana. Que se confundió un proceso que era una tremenda oportunidad con un espacio político de adherir o rechazar a un gobierno, a un futuro. Creo que fue muy confuso y que faltó mucho altruismo. Y mucho estar a la altura de las circunstancias porque era una muy hermosa oportunidad, siento yo.
Una oportunidad que ya se va. Digamos de manera indefinida. No hay un punto donde uno diga cuando vuelve entusiasmo por escribir una nueva constitución escrita en democracia, eso como que se ve difuso.
Antonia Zegers: Se ve muy difuso. Yo la verdad es que hubiera querido que ganara el Apruebo en la primera instancia, no siendo una un modelo perfecto, sino que perfectible en el tiempo. Sentía que era mejor ese problema de arreglar esa constitución que todo lo que ha venido. Y bueno, y lo sigo sosteniendo ahora, pero ya pasó.
¿Y eso y eso en qué? ¿En qué situación? Como de e estado, de temperatura política te deja como de alguna manera como desafectada desilusionada o como sintiendo que esto es parte del enredo de los tiempos que corren.
Siento que es parte de los enredos que corren y por eso no me resto al decir nos farreamos una oportunidad, porque creo que los tiempos están muy confusos. Yo siento el tronco del bosque, o sea, no entiendo el bosque de verdad y me incluyo en la operación, incluyo a toda la ciudadanía en una operación donde no estamos pudiendo dialogar, no nos estamos entendiendo. Tampoco pasa mucho que el diálogo es sordo.
Acabas de llegar de un de un viaje, de una experiencia, más bien más que un viaje. Estuviste varios meses en en España, estuviste filmando y pero estuviste instalada ahí también viviendo el día a día en España te fuiste a más con con familia, te fuiste con tus hijos, te instalaste en en Barcelona creo que existe
En Barcelona y Andalucía era la locación de la película.
Además de cómo estuvo esa experiencia en términos creativos, artísticos, cómo también viste cuáles son las preguntas que se están haciendo ellos con respecto al día a día, a la vida. ¿Qué te hiciste? ¿Qué preguntas te hiciste allá? ¿Porque cuando uno está allá también empieza a mirar acá desde otra perspectiva Qué te pasó en términos como políticamente hablando?
Fue un descanso, políticamente hablando. Y un piquero.
Tuve la libertad de tirarme a mi trabajo en un piquero como absoluto. Pa mí era tan bonita la oportunidad y tan potente el movimiento que hice. Moverme pa allá con mi hijo y todo. Que no, no quería desconcentrarme un centímetro. La verdad es que estaba como esos caballos que les ponen como unas cosas al lado de los ojos para de verdad, no perder el rumbo. Y la verdad es que fui a hacer una película y hice una película. Y puse todo lo que tengo en ese trabajo. Casi No, no turístico. Digo, estaba completamente enfocada.
Hubo un fin de semana que de repente me distraje porque llegó a verme una amiga y el domingo, cuando mi amiga se fue, como que tomé el guión como perdón, perdón, me siento lejos, Me alejé.
Estaba completamente enfocada y entregada a la experiencia. Y la experiencia se llama Los tortuga. Es un guion que a mí me ofrecieron hacer en el 2020, cuando estábamos en plena pandemia. Me llama Belén Funes, una directora catalana que ahora ya no solo admiro, sino que también quiero mucho y me ofrece este proyecto. Y tres años después lo filmamos después de mucho ir y venir. Así son los tiempos en el cine. Ya estuvo cinco años desde que tuvo una buena idea y la llegó a filmar.
Y te vio en alguna película como. ¿Cómo llega a ti?
Sí. Ella llegó a mí por. Por mi trabajo. Mira qué cosa más bonita.
¿Por qué? ¿Por qué papel en particular?
Bueno, había visto el Club y los había visto algunas cosas mías antes de decidir trabajar conmigo. Bueno. ¿Y los tortugas? Así les dicen en Andalucía. En Yaén. Ya, eh. A las personas que para las olimpiadas que se hicieron en Barcelona mucha gente de la de las zonas rurales de España fueron a trabajar porque se necesitó mucha mano de obra en Barcelona y en Jaén, Andalucía, de donde es la familia de la directora. Hay una foto mítica en la estación de trenes, con todas las personas yéndose a Barcelona a buscar trabajo en mano de obra. Como con las mochilas, hay un señor con un colchón encima y a ellos les pusieron las tortugas. ¿Los que sigan como con estas caparazones a buscar una vida en otro lugar y dejando el mundo rural y que ha sido también cada país tiene sus temas, no?
Y también en esta película que me tocó hacer me tocó enfrentar, o sea, como meterme por ejemplo en el tema inmobiliario en Barcelona. Es súper jodido. Y el tema de los inmigrantes y y como están sacando a la gente de los lugares habitacionales que eran súper buenos porque no les pueden subir los arriendos al precio de mercado de ahora y los están sacando de muy mala manera, que es la historia que nos tocaba contar para poder hacer el negocio bueno y redondo, que no sé por lo bien vivo dividir un departamento en dos, como hay una ley que protege a los arrendatarios y no les pueden subir las rentas ya los echan de muy malas maneras de con como con subterfugios, cachai y a veces muy agresivos.
Y tú eras una chilena.
Yo soy una una taxista chilena que lleva 20 años en Barcelona con una hijita de 17 y que se nos murió. Se me murió mi marido hace un año. Entonces estamos las dos solas enfrentando esto y mucho más.
¿Cuándo se puede ver Las Tortugas ya está disponible?
Pero sí la acabamos de terminar de filmar. Sí, yo llegué hace como dos semanas.
Ahora viene montarla, que, cinco meses, seis meses. Claro, por ahí.
Para el periodismo no sabe como que uno va, viaja, tiene que hacer la cuestión al tiro. Con los tortugas significa que uno va con la propia cosa y y de ahí mismo edita eso. Eso es. Oye, dejemos a todos, a todos y todas los que nos están escuchando también invitados a Primero, yo creo que esta es una invitación mía, onda Media, punto Cl Los que quieran ver el castigo está ahí totalmente gratis, cero peso.
«Es una plataforma buenísima que está todo el cine chileno gratis, digo para que tomemos las cosas que hay. Yo sé que faltan muchas, pero eso está, está ahí también» señaló la actriz Antonia Zegers en entrevista con La Radio del Rock.